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DEPORTES | 06-12-2011 13:20

Regreso algo afrancesado

La próxima edición de la competencia genera polémica entre los corredores argentinos.

El punto cero fue el jueves pasado, cuando desde el puerto de Le Havre, en Francia, partió el buque San Paolo con la mayoría de los autos, camiones, motos y cuatriciclos que llegarán al puerto de Zárate 21 días después y, a partir del 1º de enero, participarán en el Dakar. Y resulta curioso. El rally es pasión de multitudes. Desde hace tres años lo siguen millones de argentinos. Y sin embargo, solo lo corren empresarios y millonarios. Es un hobby para pocos. Para participar en motos y cuatriciclos hay que gastar 180.000 dólares. En autos, 300.000 dólares. Y en camiones, 500.000. Recuperar ese dinero, en la mayoría de los casos, es imposible. Pero el Dakar es adictivo. Los participantes terminan de correr y ya piensan en la edición que viene.

Juan Manuel Silva, Emanuel Spataro y Norberto Fontana, tres referencias del automovilismo local, la pasaron de terror este año, en categoría buggy, en su primera participación en el Dakar, y sin embargo aseguraron su presencia en el 2012, ya en autos. No es el caso de Jorge Perrone, un personaje amateur y adorable. “No me alcanza la financiación, es una lástima. No poder correrlo otra vez me da una puntadita en el pecho. Espero hacerlo en el 2013. Para mí es un gusto, no una inversión”, le dice a NOTICIAS quien acaba de cumplir 75 años y quería, como en enero 2011, ser parte del Dakar.

Francia 1 - Argentina 0.

La edición pasada, en cada campamento, los pilotos sudamericanos solían quejarse –casi siempre en voz baja– de que los organizadores de la carrera, los franceses de la empresa ASO, no dispensaban buen trato hacia los locales. “Priorizan a los europeos”, mascullaban principalmente los argentinos, que por primera vez en la historia del rally habían desplazado a los franceses como la nacionalidad con más competidores. Pero para el 2012, las autoridades del Dakar hicieron un silencioso derecho de admisión y les negaron la inscripción a varios argentinos que, incluso, habían terminado la competencia en el 2011. Conclusión: Francia volverá a ser el país con más participantes y varios sudamericanos, de aceptable desempeño en ediciones anteriores, se quejaron. “Los organizadores quieren hacer una carrera más global, menos sudamericana, por eso la selección”, explican cerca de ASO. Y entonces, a pesar de que los 465 vehículos serán un récord de participación, un 15% más respecto del 2011, esta vez habrá menos argentinos.

Además, desde que el Dakar se instaló en Sudamérica en 2009, la del 2012 será la primera vez que la carrera no terminará en la Argentina, sino en Perú. La otra diferencia es que el rally nunca tocará Buenos Aires. Esta vez, el 1º de enero arrancará desde Mar del Plata, la primera etapa será hasta Santa Rosa de La Pampa, la segunda hasta San Rafael (Mendoza), la tercera hasta San Juan, la cuarta hasta Chilecito (La Rioja) y la quinta hasta Fiambalá (Catamarca), para después seguir en Chile y Perú, hasta el 15 de enero.

Sin los grandes.

En el 2012 habrá dos ausencias sensibles. En la categoría autos faltarán las dos grandes referencias de los años anteriores, el qatarí Nasser Al- Attiyah y el español Carlos Sainz. Al asiático, que trabaja para el Gobierno de su país, lo atrapan sus obligaciones políticas. Y el europeo, ya con 49 años, dejó de competir. En verdad, Volkswagen ya no volverá a correr el Dakar: a partir del 2013 se sumará al campeonato mundial de rally, en donde hoy compiten Renault y Citroen. Sin los dos favoritos del público argentino, el gran candidato a ganar en autos es el francés Stephane Peterhansel, seis veces campeón en motos y tres en coches, que en el 2012 correrá con Mini (BMW). Los expertos, además, coinciden en que el argentino Orly Terranova tendrá una buena oportunidad para llegar al podio, pero antes deberá domesticar su ansiedad crónica.

En motos volverán los favoritos de siempre: el español Marc Coma y el francés Cyril Despres, ambos de KTM. El chileno Francisco López (Aprilia), alias Chaleco, de excelente actuación en el último Dakar, sufrió un fuerte accidente en el rally de Túnez, llega físicamente disminuido y, esta vez, no figura entre los candidatos. Tampoco hay que descartar a Helder Rodríguez y David Casteu (Yamaha). La otra novedad será en camiones, una categoría en donde dominan los rusos y Argentina no había tenido, hasta ahora, ningún participante: la sequía histórica se romperá en el 2012 con el debut del Mercedes conducido por los hermanos Gerardo y Flavio Del Zotto, y de Andrés Memi.

Y en cuatriciclos, claro, volverán a estar los hermanos Patronelli (Yamaha), quienes personalizan un fenómeno popular en enero y pasan desapercibidos el resto del año. “Esta carrera se la toman con mucha menos exigencia. Si se da todo bien, bárbaro. Y si no, sin dramas”, explica Clara, la hermana de Alejandro –campeón 2011– y de Marcos –campeón 2010–. “La última vez fue brava. Ale terminó la carrera un domingo y se operó el martes: le pusieron seis tornillos en un dedo. Y Marcos se operó primero la clavícula en mayo, y después los dos tobillos. Nos las pasamos casi todo el año en el hospital”, explica. El gran rival de los argentinos será, otra vez, el checo Josef Machacek, campeón 2009.

Con tanta cámara alrededor, los Patronelli se convirtieron, casi sin querer, en una atracción para las empresas, desde helicópteros (Bell) hasta comidas para mascotas (Sabrosito). También firmaron convenios con Gatorade, Duralite y Branca. Y se llevan de maravillas con la Presidenta. El Dakar es cuestión de Estado.

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por Andrés Burgo

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