Friday 29 de March, 2024

PERSONAJES | 12-01-2012 20:32

“No hay que agarrarse del tobillo de nadie”

Debutó en teatro en Mar del Plata, estudia psicología y filma con Darín, dirigida por su marido. Obsesión y planes de maternidad.

Martina Gusmán viene del cine y se le nota. Incluso acaba de ser jurado en el último Festival de Cannes. No es que desentone sobre el escenario del Teatro Güemes de Mar del Plata, donde protagoniza “Extraños en un tren” junto a Gabriel Goity y Ludovico Di Santo. No. Es que Gusmán trabaja para una cámara que no existe y cuida detalles que el público no podrá ver jamás. Su pasado como productora no la deja en paz.

Martina Gusmán: Capaz en teatro son boludeces, pero yo fui a elegir el anillo de casada de mi personaje. Después pensás y no es que vayan a hacerme un plano detalle de la mano. Pero yo soy así, produzco mis personajes todo el tiempo: en una escena tengo que tejer al crochet. Decidí aprender, porque no quería fingir. La interné a una amiga. Me fui a su casa y le dije: “Yo te hago de comer y vos me enseñás”. Y en el escenario, tejo en serio.

Noticias: “Extraños en un tren” es su debut teatral.

Gusmán: En teatro comercial, sí. Hice teatro under. Me formé ahí, mi papá es profesor y director de teatro y yo estudio desde los 7. En el cine arranqué de grande, pero a los 16 años estaba haciendo Moliere.

Noticias: ¿Cómo se siente en este formato?

Gusmán: Me está resultando muy lindo esto de que en cada función se puedan ir ajustando detalles. Para mi nivel de obsesión, está buenísimo.

Noticias: Es famosa por investigar antes de cada personaje, como hizo con mujeres presas en “Leonera” y en la guardia de un hospital para “Carancho”. Pero esta vez le toca un personaje más naif.

Gusmán: Preparar a Ana fue un disfrute total. Me basé en las películas de Hitchcock y en mujeres de su época, como Ingrid Bergman y Audrey Hepburn. Estamos haciendo una remake de época y busqué esa ingenuidad y enamoramiento, que tenían que verse desde el comienzo para justificar al personaje cuando todo se vuelve turbio.

Noticias: En la obra, el personaje de Goity cita a Nietzsche diciendo que todos somos capaces del peor de los crímenes. ¿Usted acuerda?

Gusmán: Yo pienso más como el personaje de Ludovico. Todos tenemos un costado más luminoso y otro más oscuro y esa ambigüedad está en los personajes. Hasta el mío, que parece ser el más luminoso, termina mostrando un costado oscuro con tal de sostener al hombre que ama.

Noticias: Paralelamente está filmando “Elefante blanco”, dirigida por su marido Pablo Trapero.

Gusmán: Se llama así por una megaconstrucción de lo que iba a ser un hospital y está abandonada desde la época del peronismo. Es un edificio tomado y ahí estamos trabajando, en Ciudad Oculta. La película es una reflexión sobre el mundo de la política y la fe.

Noticias: ¿De la fe?

Gusmán: Los protagonistas son dos curas villeros, Darín y Jérémie Renier. Y una asistente social, que soy yo. Es el vínculo entre los tres y lo que intentan hacer en la villa, en un contexto de policial negro. Pablo lo tenía escrito hace muchos años. En su momento lo dejó decantar porque quería encontrarle una vuelta. Él estudió en una escuela religiosa y sus padres son muy religiosos.

Noticias: Van a estar encantados…

Gusmán: (ríe nerviosa) Vamos a ver. Uno de los curas se enamora.

Noticias: Como Mujica.

Gusmán: Está superpresente Mujica en la película. Va un poco por ahí, reflexionando sobre en qué creer y en qué no. Habla del descreimiento.

Noticias: ¿Usted en qué cree?

Gusmán: Creo en el amor. Si uno se maneja en la vida intentando brindar amor, las cosas pueden tener un poco más de luz. Soy una persona que tiene mucha fe, pero mi fe no es religiosa. Yo creo en las personas, en la energía y en algo que claramente va más allá de nosotros. Uno pertenece a un universo lleno de seres con energías particulares. Y si está conectado con lo que quiere, los caminos se van surcando. El universo se acomoda.

Noticias: Repite papeles con temática social, ¿se imagina haciendo historias livianas?

Gusmán: Sí, pero el actor tiene esa posibilidad de ser un vocero laico y aportar un granito de arena. Creo que las denuncias se hacen en el juzgado, pero podemos propiciar reflexiones. Me han llegado otros proyectos y lo estoy pensando, pero me siento más plena y más cómoda con historias que tienen ese plus. Incluso empecé a estudiar psicología.

Noticias: ¿Por qué?

Gusmán: Estuve un año entrevistándome con mujeres presas para “Leonera”. Y sentí una empatía, que ellas se abrían y que yo podía tocar ese dolor. Y me agarró una necesidad fuerte de hacer algo con lo social, pero en el mundo real, más allá de la ficción.

Noticias: ¿Se imagina trabajando como psicóloga?

Gusmán: No en un consultorio, pero sí me imagino en una ONG, trabajando problemáticas de grupos específicos, como rehabilitación de drogas.

Noticias: ¿Dejaría la actuación?

Gusmán: No. Pero una película son dos meses. Una temporada de teatro, tres. Perfectamente podría, porque soy superactiva y no me veo en mi casa esperando que me llame un director. Tal vez pueda mezclarlo con la actuación, hacer psicodrama.

Noticias: ¿Dónde estudia?

Gusmán: En la Universidad de Palermo. Estudié Artes combinadas en la Universidad de Buenos Aires y averigüé, pero tiene otros tiempos y para mí día a día, era complicado.

Noticias: ¿Hace terapia?

Gusmán: Sí, hace muchos años. No psicoanálisis, una cosa más humanista. Me interesa más allá de ejercer, aunque no me veo toda la vida siendo actriz.

Noticias: Repite que podía dejar la actuación, pero viene de compartir un jurado con Robert De Niro y contó que él le pidió que le enviara sus películas. ¿Hubo respuesta?

Gusmán: Dijo que le encantó “Leonera”.

Noticias: ¿No se la cree ni un ratito?

Gusmán: Haber estado en Cannes es inverosímil y es muy fuerte. Enriquece mucho. Pero no hay que agarrarse de los tobillos de nadie.

Noticias: Le han preguntado mucho por los celos en las escenas de sexo en que la dirige su marido. ¿Cómo se manejan los celos profesionales?

Gusmán: ¿En qué sentido?

Noticias: Usted está dejando de ser solamente la musa de Trapero.

Gusmán: Y… sí. Estamos creciendo un montón los dos. Obviamente es difícil y fuerte. Nos llevamos diez años: empecé a estar con él a los 21 y era muy chiquita. Él acababa de hacer una película (“Mundo grúa”) y era un director promesa, una bola de energía, pero de 30 años. Y yo recién hoy tengo 33. A los 30 hice “Carancho”, a los 23 fui mamá. Por un lado, es como un camino natural que vamos desarrollando.

Noticias: En teoría somos todos generosos. ¿Cuesta esa independencia?

Gusmán: Claro que es superdifícil. Pablo siempre fue muy generoso conmigo, pero obviamente cuando se genera una dinámica determinada en la que uno es el centro y el otro ronda, empezar a mover los roles es difícil. Pero ¿qué pareja no es difícil? Hace 11 años que estamos juntos.

Noticias: ¿Usted se imagina una película de Trapero en la que no sea la protagonista?

Gusmán: Va a llegar. Es difícil, pero lo manejamos bien.

Noticias: Destaca que fue madre joven. ¿Es un capítulo cerrado?

Gusmán: Para nada. Fue una decisión muy consciente no tener un segundo hijo rápido. Quise dedicarle toda la energía a Mateo (9) y que el segundo venga a los 30 y pico. Pero tengo ganas de ser mamá, y seguramente pase en los próximos años.

Noticias: Entonces no era conocida. La maternidad hoy implica correrse de la escena.

Gusmán: No tengo ningún problema en tomar esa decisión. La profesión es solo una parte de la vida.

por Marina Abiuso

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