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SOCIEDAD | 27-01-2012 14:09

Temporada de fortuna

En sus excursiones al casino de Punta, el empresario cosechó 300.000 dólares. Festejos hasta la madrugada en Tequila y brindis con la familia.

Llegó a paso lento dispuesto a jugar una buena cantidad de dinero. En el casino del hotel Conrad lo esperaban en el salón reservado para jugadores vip, el Club Conrad, que cuenta con 25 mesas para los clientes más exclusivos. Franco Macri (81) eligió una de las ruletas y se acomodó junto a sus acompañantes: un nutrido grupo de amigos, su ex pareja y actual mano derecha en los negocios, Nuria Quintela, su hija Florencia Macri junto a su novio Facundo Pellegrino y su hijo Nicolás Palacios.

Fue hace dos semanas y todo parecía encaminarse para una noche perfecta. El jefe del clan Macri, con un inseparable vaso de whisky, apostó fuerte durante largas horas sin intimidarse, repartió algunas fichas a sus acompañantes y decidió marcharse cuando los bolsillos se le llenaron: en una sola noche ganó 180.000 dólares. Pero no fue la única vez que tuvo suerte. Antes había ganado otras tres veces en diferentes días una suma total que rondaba los 120.000 dólares, según cuentan quienes lo vieron apostar. En total, Macri le sacó al casino 300.000 dólares en pocos días. “Tiene una suerte increíble este verano. No se puede creer lo que ganó”, se sorprendieron quienes lo conocen.

Fiesta. Nuria Quintela no lo podía creer. Florencia Macri tampoco. Con su andar lento y los parpados caídos, el “pater familia” parecía inmutable ante la victoria. Había que festejar. Nuria tomó la posta y alentó al grupo para terminar de brindar en Tequila, el boliche más exclusivo de Punta del Este. Franco aceptó  la propuesta y se fue contento a celebrar.

Era la primera vez en toda la temporada que pisaba Tequila. Desde hace varios veranos, Macri cada vez se recluye más en su casa de Manantiales. No va a la playa, casi no asiste a ningún evento y apenas hace algunas escapadas a jugar al casino o a comer en algún restaurante con amigos. Con el mar tiene una relación ambivalente: le gusta, pero hace algunos años el agua le jugó una mala pasada. Se metió a refrescarse y una ola enorme lo arrastró por el fondo. Desde ese día, prefiere no darse un chapuzón.

A la única fiesta que asistió fue a la que organiza Fiat todos los veranos. Pasó un rato a saludar al anfitrión, Cristiano Ratazzi, y se sacó una foto junto al CEO de YPF Sebastián Eskenazi que estaba acompañado por su mujer Analía Franchín.

Su agenda esteña se repite día tras día casi sin modificaciones. Todos los mediodías come en el balcón de su casa con amigos. Algunas veces también se suman a los almuerzos Florencia y sus compañeros de aventuras en el Este, Nico Palacios y sus nietas, las hijas de Mauricio, Gimena y Agustina que estuvieron unos días en Punta disfrutando de sus vacaciones. Este año la casa del jefe del clan fue invadida por amigos y familiares (ver recuadro). Después de comer, duerme la siesta y por las tardes suele jugar a las cartas mirando el mar. Se acuesta temprano y madruga.

El festejo en Tequila fue una excepción. Duró hasta altas horas de la noche. Franco se acomodó en el vip y juran que hasta se animó a dar unos pasitos de baile. Los más jóvenes coparon la pista y fueron los últimos en salir del boliche. ¿Quién pagó la cuenta? Franco con sus 180.000 dólares recién ganados.

El empresario es un habitué del casino en Punta. Aunque no es un jugador extremo, disfruta pasar largas veladas nocturnas con el ruido de la ruleta y las máquinas tragamonedas de fondo. Siempre juega en el vip del Conrad. Es un espacio de 450 metros cuadrados con 25 mesas y atención individualizada para todos los asistentes. Las bebidas son sin cargo y de muy buena calidad. Franco solo toma whisky. Del mejor.

El casino del Conrad es un clásico del Este. Por esas mesas suelen pasar empresarios, celebrities, políticos y famosos que buscan un golpe de suerte. Gerardo Sofovich es, por caso, un habitué. Y, este verano, otro de los que pasó varias noches gastando dólares fue Eduardo Duhalde. Pero el ex presidente prefiere el poker antes que la ruleta.

Ganar cuatro veces en el casino es un golpe de suerte. Cuando Franco se dedica a apostar dicen que se mueve con gran soltura entre las mesas. Reparte las fichas por el paño y es generoso con quienes lo acompañan. Les regala parte de sus ganancias para que también disfruten del azar de la ruleta.

Luego de su última victoria, prometió regalos para todos. Para el empresario jugar en el casino es pura diversión. Dueño de una de las fortunas más importantes de la Argentina no se inmuta si pierde grandes cantidades de dinero.

Ex y apoderada. Macri llegó a Punta del Este a fines de diciembre para pasar Navidad y Año Nuevo frente al mar. Como siempre, lo acompañó en su descanso esteño su ex Nuria Quintela quien se hizo cargo de los negocios que el empresario tiene en China y se convirtió en su mano derecha. A pesar de que ya no son pareja, él la proteje y le da un espacio importantísimo en los negocios del clan.

Nuria aprendió a hablar chino y pasa varios meses al año en Oriente. Sus amigos la definen como una mujer con mucho carácter y con una personalidad ambiciosa. Este año, a diferencia de otros veranos, ella decidió bajar su perfil. Fue a pocas fiestas y casi no se dejó ver en la playa y en los eventos más convocantes.

Mientas el empresario continúa de vacaciones en Punta del Este. Y disfuta de los 300.000 dólares que ganó en el casino. Es un hombre con suerte.

por Nicolás Diana

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