Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 02-03-2012 14:09

“El apellido pesa pero me impulsa”

Música, cantautora y actriz, actúa en “Excalibur” dirigida por su tío, Pepe Cibrián. Villanas y cine a futuro.

No podría dedicarme a otra cosa”, dice ella a poco de salir a escena. Su voz aniñada y sus modos dulces se confunden con el maquillaje exacerbado y el vestuario de bruja moderna que lleva puesto. Alta, espigada, piernas fuertes, impacta con esa máscara. Ya en el escenario su figura crece y su voz de soprano se vuelve poderosa. Los espíritus familiares la acompañan. El apellido pesa, pero la sangre pesa más. Candela Cibrián Tapia tiene raíces sólidas, por herencia familiar y por deseo y trabajo propio. Heredó de sus abuelos –Ana María Campoy y José Cibrián– y de su tío –Pepe Cibrián Campoy– la pasión por el arte y se preparó para ser artista. Su tío, viejo lobo de mar, le vio buena madera y en el 2011 la hizo debutar en el musical “Drácula con el protagónico de Mina Murray. Superó las expectativas con creces. Este año, Cibrián y su socio, Ángel Mahler, montaron “Excalibur” en el teatro Astral y la eligieron para interpretar a la bruja Morgana. Una villana tan sexy como maléfica.

Noticias: Aparece en un video, cuando tenía un añito, “cantando” con su mamá una canción de “Drácula”. Lo llevaba en la sangre.

Candela Cibrián: Sí, tal cual, y trabajar en “Drácula” después fue muy emotivo. Por la historia familiar, el teatro, se cumplían 20 años del estreno. Fue natural componer el personaje, lo tenía en la sangre. Será porque vi la obra y la mamé de chiquita, la conocía a Cecilia (Milone, la Mina del primer “Drácula”) y a Juan (Rodó, protagonista), estaba en camarines.

Noticias: Ser artista era casi inevitable.

Cibrián: Sí, también tengo raíces artísticas en mi familia materna. A mi abuelo le encantaba el tango y lo bailaba, un tío es bandoneonista y guitarrista, otro es fanático de la música, y mi mamá estudió teatro, toca la guitarra y canta. Además, mi hermana es directora de cine y actriz .

Noticias: ¿Cuánto jugó su propio deseo?

Cibrián: Siempre lo tuve. Estudié flauta, piano, canto, teatro, danza, soy cantautora, pero no tenía pensado hacer musicales. Cuando Pepe me lo propuso no lo dudé un instante. Igual, tuve que audicionar con Ángel Mahler y con Pepe también. Recién ahí me aprobaron.

Noticias: ¿Cómo es la experiencia en “Excalibur”?

Cibrián: Fue más difícil porque es una obra original con un personaje creado para mí, una villana, distinta de lo que yo soy, y la tuve que crear. Romper estructuras, barreras, desafíos. Prestar atención a la postura, la caminata, el baile, desplegarme de un lado al otro, y probar los gestos porque con esta máscara tengo una cara nueva. Me gusta mucho la gestualidad y que se vea como si fuera un primer plano.

Noticias: Debe ser atractivo interpretar a una villana.

Cibrián: Sí, Morgana es atractiva, pero también tiene algo repulsivo. Es una hembra, medio vedette, ambiciosa, quiere el poder. Es seductora, graciosa, irónica, por momentos medio macho, en otros se hace la pobrecita. Es multifacética.

Noticias: ¿Y usted tiene alguna parte de villana?

Cibrián: Empecé a encontrarla con Morgana. Disfruto cuando tengo que ser mala y me encantaron siempre las malas en las películas de Disney. Aquí pongo cosas mías, pero también busqué en aquellas villanas y en las de Broadway, como la Ursula de “La sirenita”. Además, tuve que entrenarme para fortalecer los músculos porque soy muy flexible y Morgana es pura fuerza, puro impulso, y todos sus movimientos son tajantes. También tomé clases de danza y estoy con dos profesoras de canto. Tuve que hacer una dieta para tener más vitaminas y energía y poder afrontar el ritmo de ensayos, que fue bastante arduo.

Noticias: Su tío tiene fama de exigente. ¿Cómo es trabajar con él?

Cibrián: Es como si te exprimiera, como si te sacara de la pelvis la sensación interna del personaje. Pepe va siempre al cuerpo, si algo no te sale te empieza a tocar, te tira, te agarra, se te pone al lado. Se mete en la escena, con los actores, y para que entendamos lo qué quiere, primero lo muestra y, a su vez, lo va encontrando. Es impredecible, no tiene planes ni ideas fijas. Se deja llevar por lo que le viene a la cabeza y tiene un gran nivel de exigencia. Todos tenemos que estar todas las horas aunque no nos toque ensayar. En “Drácula”, por ejemplo, todos teníamos que hacer el papel de Ninette o nos daba escenas de “Calígula”. Siempre tenemos que ir más allá de nuestro personaje.

Noticias: ¿Ser su sobrina tiene un peso extra?

Cibrián: Sí, todo el tiempo siento que tengo que estar a la altura de un desafío y soy muy autoexigente con todo lo que sea arte. El apellido pesa y también me impulsa y me empuja. Hay algo interno relacionado con las historias pasadas y siento esa energía, la siento vibrar. Es el espíritu de mis abuelos y de todo lo que significó esta familia.

Noticias: ¿Qué es lo más importante que heredó de ellos?

Cibrián: Lo que caracteriza a los Cibrián-Campoy es la pasión por lo que hacen, desvivirse, dejar todo ahí. Y eso yo lo tengo. Nunca podría hacer algo que no me apasione ni dedicarme a otra cosa que no fuera el arte. Escribo, compongo, canto, toco la guitarra, la flauta y quisiera probarme en cine.

Noticias: Además, integró una banda femenina de rock y un trío de jazz. Y tiene una empresa on line.

Cibrián: Sí, yo compongo esos estilos y es lo que escucho en mi casa. Me gusta mucho la música popular, el jazz, el rock nacional de antes. Sufrí mucho la muerte de Spinetta, siento que se perdió un ícono muy importante. Mi empresa se llama My audio stock, en sociedad con mi papá y con Martín Bianchedi, que además de músico, es mi padrino. Es una plataforma de venta y compra de música incidental on line, vimos la idea afuera y nos pareció que faltaba algo así en Latinoamérica.

Noticias: Volviendo a sus abuelos, ¿qué recuerda de ellos?

Cibrián: De mi abuela tengo un recuerdo muy especial. Cuando éramos chiquitas e íbamos a su casa nos disfrutaba muchísimo. Siempre quiso tener hijas mujeres y, como no pudo, nos tenía a las nietas. Le encantaba regalarnos vestidos, llevarnos a los juegos y comer un tostado con un licuado en el Solar de la Abadía, y, sobre todo, le gustaba hacernos improvisar. Lo más divertido era sentarnos en su sillón del living y empezar a imaginar situaciones y actuarlas. Era algo muy original y creativo para un niño. Fue una abuela fantástica. Al abuelo no lo llegué a disfrutar mucho. Lo recuerdo siempre con su tortilla de papas –era un fijo de todos los días y tenía el colesterol bárbaro–, y su helado tricolor. Cuando yo nací empezó a enfermarse, pero me hablaron maravillas de él.

Noticias: Muchas chicas de su edad sueñan con trabajar en televisión. ¿Nunca se le ocurrió?

Cibrián: La tele nunca me llamó la atención, ni siquiera cuando estuve en los estudios con mis abuelos, de hecho solo veo el noticiero y alguna película, el ritmo no es algo que me atraiga. Quizás en el futuro, pero no apunto a eso. Me interesa mucho más el cine. Sí, me gustaría hacer publicidad. Quiero aprovechar esta edad, donde uno absorbe como una esponja y tiene tanto espacio en el disco rígido, es un buen momento para estudiar. Si te dejás estar, después no es lo mismo.

Noticias: ¿Cómo es su vida fuera de lo artístico?

Cibrián: Estoy reconstruyendo mi vida porque con la gira de “Drácula”, después los ensayos de “Excalibur”, el estreno y ahora las funciones, no paré. Soy fanática de tomar clases y cursos relacionados con el arte. Me recibí en la UCA de productora musical orientada a los medios audiovisuales y quisiera seguir con eso también. Pero cuando empecé a trabajar Morgana dejé todo, incluso de leer, que me encanta, porque el nivel de exigencia es muy grande. Pero quiero retomar mi proyecto musical, componer, me gustaría grabar un CD. Es tan placentero componer, que cuando dejo de hacerlo siento que tengo un agujero.

Noticias: ¿Con quién vive? ¿Tiene novio?

Cibrián: Vivo con mis papás –Graciela Tapia, abogada y mediadora de la ONU y Roberto Cibrián, empresario– y no tengo novio. Es muy difícil encontrar alguien que compatibilice con esta vida. La gente se levanta temprano y trabaja de día, yo trabajo a la noche y me levanto a la una de la tarde. Como hacían mis abuelos. Mi abuela siempre se levantaba a la una y yo esperaba durante horas que se despertara. Tengo en mente formar una familia, pero dentro de mucho tiempo, cuando sienta que la cumbre de mi carrera haya pasado.

por Cecilia Escola

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