Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 16-03-2012 12:07

“Después de París elegí la Patagonia”

Peruana criada entre Francia y Panamá, esta empresaria, decoradora y escritora es una mujer de mundo que enlaza vanguardias con vida rural.

Tiene presencia; ese don para plantarse erguida y desplegar una altura que roza el metro setenta o tumbarse sobre una butaca estirando sus piernas longilíneas. Un tríplex en Recoleta –donde vive su hermana– es el lugar del encuentro. Maki –con raíces limeñas aristocráticas– debió trasplantarse una y otra vez durante los 10 años de exilio que afrontó junto a su familia. Hay muchas vidas en su vida; vidas que la convirtieron en una mujer cosmopolita. Vivió en París, Nueva York, Ginebra y ahora en la Patagonia argentina, quizá como destino final o –quién sabe– como nuevo punto de partida. “La educación incoherente y extraordinaria que me dieron mis padres me preparó para creer que no habría nada que yo no pudiera aprender si me lo explicaban con paciencia” dice Maki. Cuenta que su pasado fue divertido –“nostalgia cero”– y que rescata de él modales de mesa impecables, cuatro idiomas y una destreza para sentirse y ser multifacética, para incluirse en grupos de elite que la aceptaron por “esa vocación para adaptarse a los códigos”, un francés sin acento – “única posibilidad para que los franceses te admitan”– y una curiosa disposición al cambio. Educada en un colegio suizo, a los 16 se escapaba para encontrarse con Gunther Sachs –por entonces un play-boy que la doblaba en edad– amigo de su padre y que más tarde se casaría con la mítica Briggitte Bardot.

Noticias: ¿Usted fue una play-girl?

Maki Miró Quesada: No, para nada. Porque a mí me encantaba estudiar. Durante mis vacaciones no me perdía fiestas, claro; y me gustaba vivir en Europa. Venía de un colegio de monjas de Panamá.

Más información en la edición impresa de la revista

por Sissi Ciosescu

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios