Ir en procura de la propia identidad, en algunos casos, es un largo y tortuoso camino. En esa senda la encontramos a Martha, luego de haber escapado de un inquietante culto religioso. Aunque todavía es vigilada por el carismático líder de la secta, procura refugiarse en los afectos familiares y se va a vivir por un tiempo con su hermana y su cuñado a una casa junto a un lago. Martha siente, con el correr de los días, que nunca hace lo que es debido y no tardan en hacérselo notar. Con total inocencia, se baña desnuda en el lago, y cuestiona los planes de su cuñado hasta hacerlo estallar. Las buenas intenciones no bastan: Martha no hace lo correcto y en las reuniones sociales su conducta incomoda. La acosan fantasmas del pasado y no tiene en quién confiar, lo que acrecienta su paranoia. Entre el drama y el thriller psicológico, notable trabajo de Elizabeth Olsen en su primer protagónico. Un compromiso enorme.
por Jorge Carnevale
Comentarios