El 6D, el mismo día en que una nube tóxica invadió Buenos Aires, reapareció el Nestornauta. No era el ex presidente, sino el secretario de Seguridad, Sergio Berni, que caminó en el puerto de Buenos Aires, entre el humo, con un traje blanco con capucha para protegerse de los gases. Berni se enamoró de los despliegues impactantes, y se ganó el apodo de “SuperBerni”. Con el traje blanco a salvo de contaminaciones dio notas a todos los medios e intentó mostrarse calmo y al mando de la situación.
Semanas atrás bajó con un helicóptero en la autopista Panamericana a raíz de un piquete. Y fue hasta la casa del periodista Jorge Rial luego de que su pareja fuera agredida en un confuso episodio.
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