Thursday 28 de March, 2024

POLíTICA | 26-12-2012 15:02

Lo mejor y lo peor de 2012

Un jurado de notables destacó el show de Cristina en Harvard, los papelones de Timerman y la caída de Boudou.  Galería de fotos.

El 2012 será recordado como el año que el kirchnerismo quiso olvidar. Comenzó con la presidenta Cristina Fernández internada con un diagnóstico de cáncer. El verano siguió con un tren que no frenó y mató a 52 personas. En paralelo, estalló el caso Ciccone que involucró al vicepresidente, a sus amigos y a parte del Gobierno. El abrupto cepo al dólar, el divorcio con la CGT y la batalla final contra Clarín, tampoco ayudaron a mejorar el clima enrarecido. Todavía no habían llegado los cacerolazos (ni los masivos ni los otros), los tironeos por la inflación, la pelea por el impuesto a las Ganancias y el 7D. Aunque parezca increíble, todo esto pasó en los últimos doce meses.

Como todos los años, NOTICIAS convocó a un jurado de notables –integrado por políticos, consultores, empresarios, periodistas y figuras de la cultura– para tratar de descifrar qué fue lo mejor y lo peor del 2012.

El veredicto fue casi unánime. La esperanza blanca del kirchnerismo, el vicepresidente, Amado Boudou, se robó el protagonismo. Según el jurado, este año el vice fue galardonado por una amplia mayoría con los premios de peor político y frustración política. Y como si fuera poco, también fue premiado, elípticamente, con el escándalo del año: el caso Ciccone, que durante todo el 2012 lo tuvo como protagonista estelar.

El marplatense pasó de ministro de Economía rockstar y eventual candidato a suceder a Cristina Fernández en el 2015 –según los propios kirchneristas– a ser una especie de mancha venenosa: está investigado por la Justicia por beneficiar a allegados en la adquisición de la ex Ciccone, que finalmente fue expropiada por el Estado en agosto para intentar salvar el pellejo del vicepresidente.

El escándalo del año, según el jurado de NOTICIAS, se destapó a fines del verano pasado tras el testimonio de Laura Muñoz, ex esposa de Alejandro Paul Vandenbroele, el monotributista al que la mujer acusó de ser “testaferro” de Boudou. La polémica alrededor de la sospechosa compra de la imprenta se apoderó durante todo el año de la agenda mediática y judicial, y derivó en otro expediente que investiga a Boudou y a su entorno –entre ellos sus padres, su novia, la periodista Agustina Kämpfer, y su socio José María “Nariga” Núñez Carmona– por enriquecimiento ilícito. El vicepresidente, sin embargo, supo en un principio hacer de las suyas: tras su embestida, apañado por Cristina, tuvieron que renunciar el ex procurador, Esteban Righi, Daniel Rafecas y Carlos Rívolo, ex juez y fiscal de la causa Ciccone, respectivamente.

El escándalo de la imprenta fue uno de los principales motivos por los que el jurado premió al vice en la categoría de frustración política, un galardón que supo ostentar Cristina a un año de asumir su primer Gobierno.

Ella. La Presidenta tampoco se quedó atrás y se quedó con dos premios. Por un lado, obtuvo el papelón del año tras su visita a la Universidad de Harvard. Fueron dos horas de respuestas a los alumnos universitarios pero quedaron grabados en la memoria de los argentinos. “Chicos estamos en Harvard... esas cosas son para la Matanza”, se defendió y encendió la polémica en todos los ámbitos por la comparación poco feliz. “Estar dando conferencia todos los días no me parece que sea la obligación de una Presidenta. Yo tengo que gobernar”, sostuvo Cristina cuando le preguntaron por la relación con el periodismo. La negación de que exista el cepo al dólar, las explicaciones sobre lo que ella definió como su exitosa carrera como abogada y el abrumador crecimiento patrimonial dejaron servida a la oposición un rosario de cuestionamientos.

También recibió otro premio: el de político más antipático. Sin embargo, en esta categoría Cristina Fernández comparte el galardón con el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, casi un abonado a esta terna. Ella lo defiende en público, pese a los cuestionamientos de los empresarios e incluso de los funcionarios del Gobierno. Moreno es el soldado más fiel de la Presidenta y en la Casa Rosada no dudan en defenderlo cada vez que surgen dudas sobre su labor. Este año, Moreno encabezó un tour bizarro con empresarios argentinos hacia Angola, donde volvió a lucir el merchandising anti-Clarín. “El Napia”, quien acompaña al kirchnerismo desde el 2003, no es la primera vez que obtiene el premio. El funcionario ya fue destacado como el más antipático en las ediciones 2007 y 2008, tras la intervención del INDEC.

Otro de los que revalidó su título fue el canciller Héctor Timerman. En este caso, fue considerado como peor funcionario por su manejo de la Cancillería. Las polémicas negociaciones con Irán, el caso de la Fragata Libertad y el finalmente suspendido casamiento de su hija en Punta del Este revelado por NOTICIAS, fueron algunos de los ítems que destacaron los jurados para darle el premio. Pese a todo, Timerman consiguió un premio consuelo: la última semana logró repatriar la Fragata Libertad, que estuvo demorada en Ghana por una demanda de los fondos buitre. No le alcanzó para que no le dieran el premio.

Disparatados e ignífugos. El globo de ensayo del proyecto de re-reelección, lanzado por el kirchnerismo, obtuvo un fuerte rechazo entre los convocados por NOTICIAS. La idea fue calificada como el proyecto más disparatado, aunque tuvo cerca otras iniciativas como la de nombrar como Néstor Kirchner a las escuelas bonaerenses que no aún no tenían denominación. Todavía se desconoce si, finalmente, Cristina Fernández de Kirchner buscará discutir en el Congreso el proyecto de reforma constitucional para habilitar un tercer mandato consecutivo. Sin embargo, en el Gobierno reconocen que dejará la incógnita para mantener centralizado el poder y evitar que gobernadores y otros presidenciables le den pelea en la interna del PJ hasta el 2015.

A la hora de seleccionar al mejor político, los jurados optaron por Daniel Scioli. El gobernador bonaerense, quien en las últimas semanas ratificó en público su alianza con la Casa Rosada, logra desmarcarse del kirchnerismo ante la mirada de los jurados. Fiel a su política de evitar las confrontaciones y los cruces mediáticos, Scioli logró capitalizar un rol diplomático en un escenario político sin margen para los grises. Además, se destacó como una de las esperanzas del peronismo para juntar a todos. Pero lo cierto es que fue un año duro para el gobernador. Contó sus deseos de ser candidato presidencial y recibió la ira K. Además, tuvo problemas para pagar el medio aguinaldo y recibió marcación personal de su vice, Gabriel Mariotto, por orden de la Presidenta.

En la categoría mejor funcionario, el jurado repitió su elección. Al igual que en el 2011, el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, fue seleccionado en la terna. Su gestión fue lo más destacado por los jurados, pese a su bajo nivel de conocimiento en comparación con los integrantes del gabinete kirchnerista. Barañao consiguió en los últimos doce meses tener su propia señal de televisión (TecTv), una nueva edición de la exposición de Tecnópolis y la puesta en marcha del Polo Científico y Tecnológico en la zona de Palermo donde funcionaban las ex bodegas Giol. Alejado de las polémicas y las sospechas, Barañao logró despegarse del resto del Gabinete con muy poco.

En la edición impresa podrá encontrar la nota completa y el jurado de la votación.

por Francisco Zoroza

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