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PERSONAJES | 25-01-2013 12:39

"Tinelli banalizó un poco la danza en tele"

Baila en Mardel un mix de rock, tango, folclore y música de la Bersuit. Relojes, levantes en Pumper Nic, Piquín y transgresiones. Fotos.

Tiene un tema con el tiempo y con la mecánica precisa: eso explica su llegada puntual y el hobby de atesorar relojes: “Desde chico, tengo una interesante colección. Habría que analizarlo con el psicólogo, pero seguro tiene que ver con entender que hay un algo en la vida que, como el corazón y el cerebro, nunca paran”, asegura el bailarín Maximiliano Guerra, que con su espectáculo “Argentino” –en el Auditorium de Mar del Plata– plantea reinventar la identidad nacional en un show que combina los colores de nuestra bandera con el rock, el tango y el folclore. Con su mujer, la bailarina Patricia Baca Urquiza (34) –que venía de reponerse de un infarto en el 2011– debieron afrontar en octubre pasado la pérdida de un embarazo, un duelo lento y doloroso pero que juntos llevan con fe y madurez. “En algún punto hay alguien que sabe más que vos, y la naturaleza a veces te manda y te quita cosas, hay que aprender de eso”, asegura el artista.

Noticias: ¿Su obsesión con el tiempo tiene algo que ver con la vida útil de un bailarín?

Maximiliano Guerra: Por ahí el tiempo es un desafío. Yo tengo 45 años y la mayoría deja de bailar a los 40. A mí me gusta el reloj porque es una cosa bella y que te marca precisamente dónde estás. Eso a veces es muy bueno, porque somos muy volátiles y no sabemos bien dónde estamos, perdemos la orientación específica del tiempo o el momento, por la creatividad, la imaginación y de pronto tenés que bajar a la tierra porque hay que seguir viviendo como todos.

Noticias: ¿Le preocupa el paso del tiempo?

Guerra: No, al contrario. El tiempo para mí es algo que acompaña. Lo que me preocupa es no perder tiempo, estar sin hacer algo productivo en lo profesional, en lo personal, en lo afectivo. La vida hay que caminarla y nunca parar. En el momento en que te paraste, estás perdiendo tiempo porque todo sigue. El ocio también tiene que ver con aprovechar el tiempo.

Noticias: ¿Es de hacer terapia?

Guerra: Cada tanto, desde muy chico. A mí me fascina la psicología. De adolescente me llamaron la atención Sigmund Freud, Erich Fromm, Jacques Lacan, y empecé a leer. Siempre busqué la veta del conocimiento del ser humano, así como uno debe tratar –aunque a fondo nunca se logre– de conocerse a uno mismo, también está bueno conocer, o creer que uno sabe o conoce, un poco de los demás, el porqué de sus reacciones, por qué una persona puede llegar a hacer determinada cosa. Tratar de interpretar eso en lo puntual y no en lo global. Nada es porque sí.

En el escenario, Guerra baila canciones de La Bersuit: una apuesta transgresora si se piensa que el rock nunca fue un ritmo tradicional en el ballet. “En ‘Argentino’ incluí la canción ‘Un pacto para vivir’, que habla de un amor desesperado, algo que no iba a funcionar y que tenía que entrar en un sistema o quizá ser distinto, pero con una máscara”, dispara.

Noticias: Hernán Piquín llevó la danza a la televisión, ¿también es un transgresor?

Guerra: Es distinto. El que primero transgredió ahí fue Marcelo Tinelli, que llevó la danza a la tele de esa forma masiva y popular. Después fue buscando las fichas que le fueran conviniendo a ese formato. Hernán transgrede desde otro lugar, desde su propia danza, no porque esté en lo de Tinelli. Él siempre fue un gran bailarín y talentoso. Quizás lo que pasa es que a partir de Tinelli todo el mundo lo conoce, pero él era conocido desde antes, ya transgredía y tenía una forma de bailar muy personal. La transgresión estuvo desde la idea de Marcelo, que llevó la danza a la televisión, la popularizó y quizá ,en algún punto, la banalizó.

Noticias: ¿Por qué habla de banalización?

Guerra: Para bailar bien cualquier disciplina, hay un trabajo importante. Hay una trayectoria de estudio, esfuerzo. Un bailarín clásico no nace en dos o tres meses o un año, sino a través de años y entrenamiento. Lo que vas a ver ahí no tendrá el vuelo que tiene en un teatro o un estadio, porque tampoco tenés tiempo.

Noticias: ¿Usted no lo haría?

Guerra: Nunca. A mí Marcelo me llamó varias veces. Nosotros con Patricia fuimos a hacer la apertura del primer “Bailando...”, hicimos un tango. Era interesante lo que se planteaba. Si bien me gusta mucho la psicología, creo que analizar el fenómeno “Bailando por un sueño” le corresponde a un profesional de verdad, con título. O a un sociólogo. Marcelo Tinelli es un tipo que lo que toca lo hace oro, es un genio en eso. Que esté de acuerdo o no con llevar la danza a un lugar que la banaliza o simplifica a tal punto que la gente lo consuma pero no quiera que su hija baile, porque va a tener que mostrar el traste… esto es lo que terminó siendo, que quizá no era la idea original de Marcelo, pero terminó en eso. El otro día nos juntamos porque habían sacado de contexto algo que yo había dicho. A Marcelo lo quiero mucho, desde que empezó, cuando yo también empezaba. Me parece que es un tipo tremendamente valioso en la televisión argentina.

Noticias: ¿El baile le sirvió para el levante?

Guerra: ¡Qué sé yo! Tuve éxito con las mujeres, nunca “levanté minas”. ¿Cuál es la búsqueda? ¿El amor, buscar pareja…? Si la búsqueda es fiesta, te podés divertir un montón, está lleno de mujeres en el ambiente de la danza, pero también son estereotipos. Ahí volvés a la psicología, ¿por qué si tengo la posibilidad, me tengo que levantar a todas? Porque necesito comprobar algo en mí.

Noticias: ¿Tiende a analizar todo?

Guerra: No es que lo analice, pero me cae así. Pregunto “por qué”, y lo que sale es una respuesta, que puede ser el descubrimiento genial de la NASA o por ahí una pelotudez más grande que una casa.

Noticias: ¿Siempre estuvo buscando el amor?

Guerra: Creo que el ser humano busca el amor por naturaleza, si no tiene un problema grave. El ser humano busca el amor, la estabilidad, la pareja, somos una raza a la que le gusta vivir en “jaurías”, grupos, en sociedad. Hay animales a los que les gusta vivir solos. Nosotros no, tenemos la necesi dad de vivir juntos, con una familia. Creo que hay una necesidad natural. Después, en adelante, cada uno hace lo que puede y desea con su vida.

Noticias: Dijo que le fue muy bien con las mujeres. ¿Cuántas novias tuvo?

Guerra: Cuando mi hija me pregunta cuántos granitos de arena hay en la playa, le digo “cincuenta”, es decir “sin cuenta”. No se cuentan las mujeres.

Noticias: ¿Cómo era el encare de más joven?

Guerra: Era tan distinto en esa época… tenía mucho que ver con la mirada, con hablarle a los ojos. Lo más común era buscar la guita de cualquier lado para poder pagar un lugar que ya no existe más, se llamaba Pumper Nic. ¡Las papas rejilla eran mortales! Entonces la llevabas a comer unas papas rejilla y tenías una charla buenísima y de ahí podía salir todo o nada, ¿quién sabía? Era como una inversión.

Noticias: ¿Apuntaba al amor ya desde Pumper Nic?

Guerra: Era un lugar común, que se había puesto muy de moda, entonces si ibas ahí no es que eras cheto o cool, era simplemente que algo te interesaba más allá de tomar el helado caminando por la plaza. Cuando agasajás a una mujer, evidentemente es porque la querés llevar a otro estadío o lugar.

Noticias: ¿Usted es una persona seria?

Guerra: Depende de a qué se llame serio. Yo soy un tipo serio si estamos así, hablando, trataré de profundizar en lo que se me pregunta porque es una charla seria. Pero me mato de risa todo el día, soy un tipo de muy buen humor, que hace chistes. Hay veces que estoy hablando con la gente, hago un chiste con cara seria y no saben si estoy jodiendo o no. No a modo de payaso sino de diversión, y esto es lo que después trasladé al escenario. El día que no me divierta más, me voy. Sé que cuando me divierto yo, disfruta la gente.

Fotos: Octavio Mancini (desde Mar del Plata). Agradecemos a la Playa ecológica Arenas Blancas (Punta Mogotes).

por Juan Bautista Torres López

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