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PERSONAJES | 01-03-2013 14:24

"Estoy mucho más allá del dinero"

Al frente de una agencia y una escuela de modelos, habla de su divorcio controvertido, otra apuesta al amor y el deseo de ser madre. Fotos

Hace rato que Lorena Ceriscioli prefirió abrir el abanico profesional y, en vez de empecinarse en luchar contra la edad, saltó ágilmente de la pasarela a tierra más firme. “Ponerme a la par de una nena de 18 me parecía ridículo y no me hacía bien, no lo disfrutaba más”, confiesa. Ahora está al frente de la agencia de modelos Lo Management y la escuela Lo School y empezó el año en Punta del Este acompañando a su “team”. Con orgullo, recalca que el plus de su emprendimiento es trabajar fuertemente la autoestima de sus chicas, “para mostrarles cuánto pueden hacer, además de lo que ellas consideran que pueden”.

Noticias: Usted misma se ha demostrado que podía más de lo que imaginó, ¿no?

Lorena Ceriscioli: La verdad es que cuando empecé con la empresa tenía mucho miedo, no sabía manejar una computadora, no sabía si iba a poder llegar a las agencias de afuera, con contratos en inglés, tener gente trabajando y formarla. Fue un gran esfuerzo, pero cuando lo que hacés te gusta las cosas van sucediendo.

Noticias: Para la nueva generación de modelos, ¿sostenerse es más difícil que llegar?

Ceriscioli: Sí, la tendencia internacional es de modelos cada vez más jóvenes, muy altas y muy flacas. Nosotros empezamos con chicas de 15 en la escuela, pero no las ingresamos al mercado. En Lo Management priorizamos a los seres humanos y a veces nos quedamos sin contrato, pero bueno, yo duermo tranquila. Quiero que una modelo tenga una carrera de 10 o 15 años. El único espejo que tienen que tener somos nosotras, la moda es cruel.

Noticias: ¿Qué fue lo más cruel cuando era modelo?

Ceriscioli: Lo que más se padece son los conceptos tan mezclados, según el cliente. Para un casting era alta, para otro baja, o era muy flaca y para el otro era gorda, para algunos tenía mucho hombro y para otros era sin percha. Por eso, nosotros trabajamos la autoestima.

Noticias: ¿Cómo vive su divorcio controvertido?

Ceriscioli: Es no poder salir a respirar… que desastre, ¿no? Cuando me pasó lo que me pasó, me sentí tan atacada que no me quedó otra que hacer algo legal. De la forma en que había sucedido todo, sentía que la mayoría de mis derechos habían sido maltratados. Creo que él trató, en ese momento intentó ser esposo, trabajar en la empresa… si no, es mucho trabajo de terapia también entender qué pasó conmigo en esos tres años. Fue la primera vez en mi vida que me sentí fuera de eje, cuando no sabés ni qué pensar, ni a dónde ir, ¿cómo no me di cuenta, adónde estaba yo?… Todos me decían “cómo no te diste cuenta”… Me sentía muy avergonzada, porque también era mi carrera, mi trabajo.

Noticias: A la distancia, ¿siente que no vio algunas señales?

Ceriscioli: Sabía que me casaba con alguien más chico que yo. Pero estaba tranquila, porque yo era la que le decía que no era necesario que nos casemos, no era la típica mujer del cuentito rosa… él me decía todo el tiempo que eran todas decisiones que tomaba con mucho amor. Me había enamorado, estábamos haciendo juntos lo que yo sabía hacer y lo que me encantaba, era una construcción conjunta de muchas cosas… mis padres lo querían muchísimo; mis hermanas, mis amigas le tenían mucho aprecio, es un chico carismático… Todos tenemos derecho a cambiar de parecer, a enamorarnos y desenamorarnos, pero esa no es la forma. Aprendí mucho con todo lo que me pasó.

Noticias: ¿Qué aprendió?

Ceriscioli: Primero y principal, a ver lo que firmo. A darme cuenta de que hay intereses, hay que avivarse, aunque me cuesta todavía… Es horrible también que me pongan en el lugar de “ésta se casó con él porque tiene dinero”, el prejuicio social es que la mujer se aprovecha casándose. Yo sentí que fue al revés, él me convocó (para formar la empresa) por mi trayectoria y después me apartó. El juicio no lo hice por una cuestión económica, yo quería que le dijeran que era culpable, que lo que había hecho no se hace. Estoy mucho más allá del dinero.

Más información en la edición impresa de la revista.

por Valeria García Testa

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