Thursday 28 de March, 2024

RADIO | 28-08-2013 18:03

"Tenemos malas noticias" de Vorterix, rompiendo moldes

No es radio ni TV. Es otra cosa. Y es una forma de comunicar que convierte a la Ley de Medios en un proyecto importante, pero jurásico.

Mario Pergolini rompió el molde. Vorterix se suma a una nueva manera mundial de comunicar y de pensar la comunicación, sea desde una PC, una tablet o un celular. Y cuando la manera de pensar cambia, todos los otros cambios sociales devienen drásticos, o se dan al mismo tiempo.

"Tenemos malas noticias” es radio, TV, teatro, un estudio con 16 cámaras, recitales en vivo y también la posibilidad de ver los goles o de poder entrar a shows o juegos. Se ve y se escucha con alta calidad, es gratis y transmite vía streaming (distribución de multimedia a través de una red, de manera que el receptor consume el producto al mismo tiempo que se descarga).

No es radio ni TV. Es otra cosa. Y es una forma de comunicar que convierte a la Ley de Medios en un proyecto importante, pero jurásico. Si este programa respeta una cadena nacional, por ejemplo, debe ser porque Vorterix quiere. Nada obliga a que lo haga. Porque para el cráneo de los legisladores argentinos ese universo pletórico llamado internet no existe. Cualquiera que entre al sitio podrá ver que, en el vidrio que separa al estudio del operador, están escritos sobre un papel el teléfono y el twitter de la emisora. Eso es lo único que queda, en la FM 103.1, de lo que eran las radios tradicionales.

pergolini

Está por supuesto el tema de los contenidos. Los que abren el programa (Pergolini, Gantman, la locutora Parejas y el humorista Millar) expresan el típico discurso global: para escucharlos se puede estar distraído o haciendo otra cosa (la radio siempre fue “desrealizante”). Los integrantes mantienen conversaciones livianas (exceptuando los valiosos reportajes). Y dialogan en un clima de aislamiento suave, nada de temas como “forjar un hombre nuevo” (más importante sería no estar gordo, por caso), no les preocupan las consultas electorales (aunque exigen poder votar), y desdramatizan temas como la muerte: de hecho mantienen un “PRODE Necrológico” (cuanto más joven el famoso que muere, se ganan más puntos”).

Con referencia a las PASO, les parecieron algo así como ver jugar a la reserva en el fútbol. Y en el cuarto oscuro distinguieron el lenguaje del shopping: “Vieron que arriba estaban las primeras marcas…”, dicen. En la columna deportiva, además, uno puede enterarse de quién es el tenista Federico Delbonis o escuchar una buena discusión sobre por qué los periodistas políticos delegan el tema de las “barras bravas”, como si fueran una cuestión deportiva.

En las columnas y secciones fijas hay biografías excelentes (Mick Jagger, incluyendo su encuentro con Borges), lecturas de textos (“Frankenstein” de Mary Shelley) o recitales en pantalla. Martín Jáuregui enseña con sus excelentes viajes (lástima que, hablando de Neuquén, olvidó mencionar que antes de la Campaña de Julio Roca, sucedió la de Rosas). Y Juanky Jurado se luce en su rol de “periodista en situación de calle”, a cargo del móvil.

En cuanto a la creencia de que los medios electrónicos carecen de buenos contenidos culturales, se recuerda que Vorterix transmitió en vivo y en directo un congreso mundial de cardiología.

por Luis Frontera

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