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CULTURA | 24-10-2013 15:50

Juan José Sebreli: "El escritor no debe ser militante"

Protagonista de un documental en el que desmonta los mitos de la Argentina, adjudica al populismo los fracasos económicos del país.

Casi en secreto, pero con un ruido que trasciende la modestia del estreno, aparece en los cines el documental “El Olimpo Vacío”, de Carolina Azzi y Pablo Racioppi. El protagonista, la figura excluyente, es Juan José Sebreli, un intelectual que, como corresponde, solo debe fidelidad a sus propias opiniones, lo que en estos tiempos lo vuelve valioso y valiente. El film, político e íntimo a la vez, pasa revista a la construcción de cuatro mitos argentinos: Gardel, Eva, el Che y Maradona. El aniversario, los treinta años de la recuperación democrática, sirven de excusa para revisar con el autor de “El malestar de la política” el estado del país.

Noticias: En 30 años de democracia aún seguimos viviendo crisis cíclicas. ¿Qué pasó entonces desde el '83?

Juan José Sebreli: Tuve una gran expectativa en el '83 y hay cosas que indudablemente han cambiado positivamente, una de ellas es que se terminaron cuarenta años de militarismo. Siempre digo que el ciclo empieza el 4 de junio de 1943 a la 10 de la mañana y termina en el '83, porque el '30 fue una especie de borrador. En el '43 triunfa; Perón era aliado de los militares. Cuando se pelea con ellos cae. Frondizi fue un títere de los militares: hasta los ministros de economía le ponían. Tal vez el más independiente podría haber sido Illia pero, ¿cuánto tiempo duró? Así que fue un periodo de los militares y de la Iglesia aliada totalmente. La iglesia tenía el Ministerio de Educación, la Secretaría de Cultura y la Policía Federal para controlar la vida cotidiana y hasta la sexualidad: eso era el país. Eso cambió. Desde el '83 no hay militarismo, la iglesia está mucho más apartada, hay mayor secularidad y una libertad individual que nunca se había conocido.

Noticias: Hay cosas en las que ya no se puede retroceder. El mundo es otro.

Sebreli: Por supuesto. Ahora, desde el '83, creo que la falencia fue política pero sobre todo económica. El gobierno de Alfonsín cae por falencias económicas. Si bien desaparecen el militarismo, el clericarismo y en cierto modo el moralismo, lo que no desapareció fue el populismo: la sociedad argentina es populista y nacionalista, dos cosas vinculadas una a la otra. El populismo es nacionalista y el nacionalismo es populista, y es enemigo de la democracia y las instituciones. El nacionalismo aristocrático de los años '30 desapareció. Y el radicalismo tiene una base populista, el yrigoyenismo. Yrigoyen es como un populista moderado o más democrático.

Noticias: Yrigoyen ya habla de movimiento.

Sebreli: No creía en el sistema de partidos, partamos de esa base. Los conservadores eran sus enemigos. No creía en el poder legislativo. Gobernó con las provincias opositoras intervenidas, no religiosas Fue un borrador: la prueba es que los peronistas reivindican a Yrigoyen, la famosa línea Rosas-Yrigoyen-Perón. Y después Alfonsín reivindica Yrigoyen-Perón-Alfonsín.

Noticias: Sin embargo, no logran superar el ciclo del peronismo.

Sebreli: Los radicales le tienen miedo al peronismo. No se puede gobernar cuando se le tiene miedo al adversario. Tratan en lo posible de aliarse y ahí el peronismo los traga. Alfonsín lo primero que hace es llamar a su asunción a Isabel Perón, una mujer desprestigiada hasta por los peronistas. La trajo, le regaló una lapicera y después pone como ministro de trabajo a un peronista, (Antonio) Mucci, que se dio el lujo de irse dando un portazo. Pero hubo otro momento, ya en la declinación económica total, el famoso discurso de Parque Norte. Fue escrito por Juan Carlos Portantiero, un tipo muy lúcido. Ese fue un discurso espectacular, dijo “llegamos al fin del populismo”, pero yo no sé si estaba convencido. Lo puso en Economía a (Juan Vital) Sourrouille, que era mucho mejor economista que Bernardo Grinspun, y fue muy resistido por el partido. Cuando al propio Alfonsín, después de su caída, le preguntan a quién consideraba el mejor economista que tuvo, dijo Grinspun. Eso revela que no entendía nada de economía, que no le importaba nada.

Noticias: ¿No es una constante del populismo argentino el desdén por la economía?

Sebreli: No, bueno, los peronistas se ocupan de la economía. Se ocupan mal, pero se ocupan. Eso creo que es la falencia fundamental de los treinta años de democracia. Y la sujeción al populismo. Con sus matices, estos diez años de neopopulismo fueron esencialmente el mismo modelo económico de Perón que fracasó en l970; que, con algunas modificaciones, se volvió a intentar en 1973, y que termina como todos sabemos con el Rodrigazo y después con López Rega.

Noticias: Cada diez años, el país vive una crisis económica inevitable.

Sebreli: Es que es la naturaleza de todas las economías populistas o estatizantes. La gente dice: “Martínez de Hoz era el neoliberalismo”. Pero no: estatizó todo lo que pudo; quizás sus intenciones fueran más liberales, pero no se puede hacer liberalismo con el Ejército. El primer capitalismo de Estado en la Argentina fue Fabricaciones Militares.

Noticias: ¿El menemismo fue lo mismo?

Sebreli: Fue una cosa distinta, es lo menos peronista que tuvo el peronismo. Fue populachero de aparecer en TV, y totalmente impune. El tema fue que no supo salir de la convertibilidad a tiempo, y la corrupción y la ambición de la “re-reelección” llegaron a desfasar por completo el gasto público. Si no era otra cosa, mas racional que el kirchnerismo.

Noticias: Da la impresión de que Menem solo quería dinero y los Kirchner, dinero y poder.

Sebreli: No, yo creo que los Kirchner necesitan la plata más todavía que Menem. El propio Néstor Kirchner dijo que para hacer política hay que tener plata. La plata te da poder y el poder es un medio para tener plata, son dos cosas que están indisolublemente ligadas. La corrupción del kirchnerismo no tiene ningún antecedente. La del Menemismo era la coima. El kirchnerismo tiene las empresas: es un capitalismo de Estado totalmente corrupto. Esa es la diferencia. Capitalismo de amigos, y nada más.

Noticias: ¿Por qué no salimos de ese ciclo?

Sebreli: Es que es muy anterior a estas últimas décadas. Ya vemos que el radicalismo, en cierto modo, era un populismo moderado, y el huevo de la serpiente está ya en el orden conservador que le precedió. En la educación muy nacionalista que se daba en las escuelas hay una continuidad, en la idolatría de los próceres, por ejemplo. Después, cuando vienen los medios de comunicación, eso degenera y los próceres son Maradona, Evita, Gardel y el Che. Pero la idea de que hay prohombres o superhombres que son los que hacen la Patria es impuesta por la educación de la República conservadora. En el país eran todos inmigrantes y había que unificar. La alfabetización y la escuela primaria en esa época fueron muy importantes porque lograron el paso de inmigrantes proletarios a hijos de inmigrantes de clase media. Eso se dio indudablemente en los comienzos de los ’20 hasta la Segunda Guerra Mundial, no solo con el peronismo. Y había una gran prosperidad económica.

Noticias: ¿Massa es una alternativa o es continuidad?

Sebreli: Massa es el que tiene más posibilidades. Si hubiera elecciones dentro de dos meses, gana a reventar. Massa es un neokirchnerista, fue kirchnerista hasta último momento. No se despidió hasta el último día, pendiente de las encuestas, cuando supo que Cristina perdía. Si Cristina hubiera salido bien en las encuestas, Massa se habría quedado en el molde. Quienes lo rodean son funcionarios kirchneristas: Alberto Fernández, Rodolfo Lavagna. Quienes lo rodean fueron kirchneristas en su momento, y se escapan como ratas cuando viene el derrumbe. ¿Qué expectativa podemos tener cuando lo que hay que hacer es un cambio muy importante porque el país está fundido?

Noticias: ¿Se puede hacer ese cambio?

Sebreli: Sí, si hubiera movilidad política de algunos dirigentes. Pero yo no la veo. El cambio sería terminar drásticamente con el populismo en el sentido político; terminar con los liderazgos carismáticos. En este tiempo sin Cristina, ¿quién va a gobernar si están todos peleados entre sí? Antes venía ella y decidía en el último momento aunque fuera un disparate, pero ahora ¿quién obedece a quién si están todos peleados y tener a Boudou como presidente es un escándalo mundial y un desprestigio absoluto?

Noticias: ¿Cambió de algún modo su modo de pensar en estas tres décadas,?

Sebreli: Cambié hasta el '83, cuando me situé en contra del populismo con “Los deseos imaginarios del peronismo”. Desde entonces, aunque haya tenido matices, pienso exactamente lo mismo.

Noticias: ¿Qué pasó con los intelectuales?

Sebreli: Hoy se ve la figura del intelectual orgánico, y es una desgracia. Yo no soy un hombre de acción, soy un hombre contemplativo. No en el sentido de la torre de marfil: todos mis libros son comprometidos políticamente, pero en el sentido del compromiso de Sartre. El primer Sartre, el existencialista. Tomar siempre una actitud frente a lo político o lo que es malo, pero nunca militancia. Ni el escritor, ni el periodista tienen que ser militantes, porque el político no puede decir toda la verdad y el escritor tiene que decir toda la verdad. Intelectual orgánico o periodista militante son contradicciones en los términos.

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