★★★1/2 Una locura amable de la factoría Quentin Tarantino, y la opera prima del músico RZA. Es la historia de un fabuloso tesoro robado y por el cual pelean una serie interminable de asesinos, guerreros y otras yerbas. Tomando los elementos del cine de artes marciales y un humor de segundo grado (sabemos que se trata de un divertimento, de jugar con un género bastante codificado), la película logra que sintamos una enorme simpatía por sus personajes. Tiene escenas notables de pura invención física y un ritmo acertado, pero lo más interesante es que en cierto punto los propios actores muestran felicidad por jugar este juego (es particularmente notable en una estrella como Russell Crowe, aceptando hacer un film en clave declaradamente menor). De esas películas de las que antes se decía “para divertirse”, pero con un corazón gigantesco que se comparte con el espectador.
por Leonardo D’Espósito
Galería de imágenes
Comentarios