Las escasas medidas de seguridad en torno a la Torre de Shanghái, el edificio en obras que será, a partir de 2015, el segundo rascacielos más alto del mundo, permitieron que dos jóvenes enmascarados escalaran hasta las grúas que coronan la construcción, a unos 649 metros de altura, sin ser detectados.
Así lo explicó uno de ellos, un ucraniano identificado con el pseudónimo de Vitaly Raskalov, en una entrevista publicada hoy por el medio local "That's Shanghai", en la que explica algunos detalles de su aventura, que fue filmada y fotografiada, y que se hizo muy popular en Internet en los últimos días por las increíbles imágenes.
Raskalov y su amigo ruso Vadim Makhorov (otro pseudónimo) aprovecharon el feriado del pasado 1º de febrero, justo en la noche del Año Nuevo Lunar chino, en que prácticamente se paraliza todo el país, para introducirse en las obras del rascacielos, que tendrá 127 pisos y 649 metros en 2015.
La escasa vigilancia del acceso a las obras ese día y la ausencia de operarios hicieron posible que se adentraran en su interior y que, tras una hora y media subiendo escaleras hasta el último piso construido, el 121, durmieran al pie de las gigantescas grúas rojas que lo coronan, para escalarlas también horas después, ya de día.
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