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RESTAURANTES | 14-03-2014 08:00

“Dogg”, Panchos clase ejecutiva

San Martín 657, Centro. 4313-9735. Comida rápida. Lunes, martes y viernes de 10 a 17. Miércoles y jueves de 10 a 21 Happy hour. Delivery. Solo efectivo. Precio promedio: $ 35.

Inspirados por la fisonomía del perro salchicha, en Estados Unidos le dicen hot-dog; en Brasil, cachorro-quente; y en México, perro caliente. Solo en la Argentina lo llaman pancho, quizás por su parentesco con el choripán (pan+chorizo=pan-cho); quizás por algún Francisco que lo bautizó con su sobrenombre. Igualmente llamar pancho, así a secas, a lo que sirven en “Dogg”, es subestimar lo que ofrecen.

En este nuevo reducto de aire cosmopolita en pleno centro, las salchichas son elaboradas especialmente para la casa y el proceso de llegar al producto perfecto llevó meses de prueba y error. Además, se sirven asadas y en pan casero…. y ese es solo el comienzo.

“Dogg” fue ideado por el chef Máximo “Tato” Togni, mano derecha de Dolli Irigoyen en sus inicios, quien luego partió a cocinar una larga temporada a Nueva York y Washington. En esos suculentos hot-dogs yankees a los que se les agregan todos los “toppings” soñados, encontró su inspiración para “Dogg”.

Aquí la hora pico es entre las 1 y las 3: aproveche la cola para pensar qué le va a agregar a su pancho. Hay pickles, queso crema, pickles de pepino, panceta crispy, queso cheddar, chucrut, salsa criolla, jalapeños, choclo, guacamole y el relish (una jalea agridulce de pepinos, de origen indio, pero el condimento más clásico para los panchos en los Estados Unidos). En “Dogg” también elaboran su propia salsa barbacoa, pero hay decenas de otras salsas para sumarles a los condimentos. Amigos de la casa las traen de todos los rincones del mundo, desde México hasta Holanda.

En “Dogg” la mesa se comparte y si está lleno, se come en la vereda o se lleva a la oficina. Difícil resistir la tentación de un pancho, pero también hay sándwiches, wraps y ensaladas. El pan de los sándwiches es casero y puede elegir entre ciabatta (con o sin aceitunas negras), baguette o pan de campo.

Algunos para tentarse son el de verduras grilladas con queso brie, rúcula y tomates secos o el de salmón ahumado, huevo duro, alcaparras, croutons y hojas verdes. Los ingredientes de los wraps y ensaladas varían según lo más fresco del mercado.

Entre los wraps, no falla el de pollo grillado, guacamole, queso y hojas verdes; y entre las ensaladas se destaca la clásica Caesar (aquí con un toque de panceta) y la de de zapallo y berenjena asada con rúcula, queso azul y croutons. Para beber: limonada tradicional, de frambuesa o de menta y. A jengibre demás hay gaseosas y cerveza tirada, ideal para aprovechar en el Happy Hour, con un panchito, antes de volver a casa.

Ambientado con simpleza pero mucha onda, “Dogg” es de esos lugares que invitan a entrar a cualquier hora del día. El café es de calidad y la pastelería, también casera, viene en miniporciones para comer sin culpa: hay budín húmedo de almendras y arándanos, cookies de chocolate blanco y brownies, entre otros. Siéntese a mirar la gente pasar y deje volar su imaginación: en “Dogg” es fácil sentirse en Nueva York, la capital del hot-dog.

por Cayetana Vidal Buzzi

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