Una nueva mancha amenaza con ensuciar un poco más el legajo judicial del vicepresidente. Esta vez la Justicia posó la lupa en el contrato de alquiler del departamento de Amado Boudou –en el que vivió, según las pruebas, el monotributista Alejandro Vandenbroele– que sus propios defensores presentaron en febrero en el juzgado de Ariel Lijo, y que levantó la sospecha de los investigadores. Lo que intentan saber en Comodoro Py es la veracidad de las copias del contrato, cuya presentación por parte del vice fue al menos desprolija.
En los primeros días de febrero, Boudou entregó un original del contrato “entre ausentes” con su firma, rubricada por escribano, fechado en junio del 2010, según publicó por esos días el sitio Infobae. Lo llamativo, según se supo ahora, es que la defensa del vicepresidente aportó una semana después una fotocopia de un supuesto contrato similar al entregado por el funcionario.
Estaba firmado por el abogado Fabián Carosso Donatiello –el socio de Vandenbroele que reside en Madrid, España, y que fue quién en principio iría a vivir en el departamento del vice–, y con la inscripción “En Madrid”, escrita a mano. Lo que despertó la intriga de los investigadores es que los contratos “entre ausentes” se intercambian entre las partes: en este caso, Boudou debería haber presentado al principio la copia original firmada por Carosso Donatiello, y no por él.
Por eso, el juez tomó cartas en el asunto. Según confiaron fuentes judiciales a NOTICIAS, Lijo mantendrá en las próximas semanas una videoconferencia con Carosso Donatiello para indagar sobre el alquiler del departamento. Y mandará a periciar la firma del abogado para saber si es real o si fue falsificada: en el expediente figura otro documento firmado por el socio de Vandenbroele cuya rúbrica presenta algunas diferencias con la aportada por la defensa del vice.
¡Lee la nota completa suscribiendote online a Revista Noticias!
por Federico Mayol
Galería de imágenes
Comentarios