Thursday 28 de March, 2024

POLíTICA | 28-03-2014 10:05

Florencia K, cómo sobrevivir al poder

Espera el 2015 para liberarse. Sus viajes por Nueva York, Londres y París. El adiós a su tutora psicóloga y las diferencias con su hermano Máximo.

Por estos días, en París, Cristina Fernández elogió en público a su hija. El anfitrión François Hollande la escuchaba con atención.

—Tengo una hija que es cineasta —le comentó al presidente francés—, y yo soy una gran cinéfila.

Y le enumeró los nombres que Florencia Kirchner le había soplado para su lucimiento personal: Truffaut, Vadim, Godard, Resnais... Los exponentes de la vieja “nouvelle vague” del cine francés, la favorita de la hija presidencial. Fue la primera vez que Cristina le dedicaba una atención de ese tenor a Florencia, la joven rebelde de la familia que sigue insistiendo en que abandone el poder. Está empezando a tenerla en cuenta.

—Si no parás, vas a terminar como papá —le repite su hija después de la delicada operación en su cabeza.

Ya no sabe cómo explicarle que se preocupa por su salud. Se conmueve hasta las lágrimas cada vez que le exige que se cuide, que abandone el Gobierno y sus presiones, que empiece a vivir sin angustias. No quiere perderla a ella también.

—Tenés que parar, mamá.

Cristina les cuenta la situación a sus funcionarios de confianza. Y les revela que fue su hija, además, la que retrasó lo más que pudo su regreso a la actividad pública, a contramano de lo que pedía todo el Gabinete. Si la Presidenta no le hacía caso en cuanto a dar un paso al costado, que al menos respetara los tiempos de reposo que habían indicado los médicos.

El día en que reapareció, en noviembre del año pasado, la hija participó en la confección del recordado video del retorno. “Florencia, ¿podemos empezar? ¿Es esta cámara a la que tengo que mirar o a la tuya?”, la presentó CFK ante todo el país, orgullosa por su condición de estudiante de cine. Allí estaba ella, entre divertida y preocupada, tomando primeros planos de su madre, disfrutando y sufriendo su breve momento de exposición, preguntándose por qué todo debía comenzar otra vez.

Si en algún momento CFK duda en seguir adelante es por el pedido de Florencia, que la cuida en los largos días en Olivos, le ruega mantener la calma, le saca de la mano el control remoto del televisor, solo le permite ver sitcoms livianas y series históricas, y sigue furiosa con algunos funcionarios que le demandan más actividad a la Presidenta.

En NOTICIAS de esta semana, el álbum personal de Florencia K.

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por Franco Lindner, Rodis Recalt

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