Wednesday 17 de April, 2024

POLíTICA | 16-05-2014 18:05

Cristóbal López y los pesados espejos de Yabrán y Moneta

Primero López imitó a Yabrán y se escondió. Como Moneta, después compró medios e intentó blanquearse.

Pocas cosas irritan tanto a Cristóbal López como cuando se vincula al fabuloso crecimiento de su imperio económico con el matrimonio Kirchner. No reniega de su simpatía por Néstor y Cristina, pero dice que ya era un próspero empresario antes de ellos. En todo caso, que es parte de una burguesía nacional que apuesta por el país.

Pero a López no le alcanzó. Primero porque hasta poco más de la mitad del kirchnerismo copió la estrategia que Alfredo Yabrán inmortalizó en los '90. Como un fantasma se escabulló de los medios, les escapó a los flashes mientras su poderío económico y político crecía a pasos gigantes, y alimentó el mito del que imitó: hasta hace poco era a los Kirchner lo que el empresario telepostal al menemismo.

Cuando entendió que no era el camino apropiado dio un golpe de timón. Buscó exactamente lo contrario. Blanquearse a través de los medios. Pero el rey de las tragamonedas fue por todo: en abril del 2012 –nueve años después del inicio del kirchnerismo– le compró todas sus radios y su canal de cable C5N a Daniel Hadad en unos 40 millones de dólares.

Se olvidó de Yabrán y se acordó de Raúl Moneta, el banquero al que Menem reconvirtió en empresario periodístico para contrarrestar el poderío mediático del Grupo Clarín. Moneta , que también participó en los medios de Hadad, nunca pudo enjuagar su imagen. Es más: sin alternativa, se asoció al kirchnerismo y hasta prestó su nombre para intentar rescatar a Amado Boudou de Ciccone.

Por ahora nada le sirvió a López para desterrar su mote del “rey del juego K”. Aunque lo más factible es que, al final, se incline por el pragmatismo del ex banquero menemista: prestar sus servicios al poder de turno.

Lea también: La jugada más riesgosa de Cristóbal López.

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