Thursday 28 de March, 2024

ECONOMíA | 27-11-2014 20:05

Gastos y bonos

El impacto de Ganancias no explica el déficit público.

La oposición en el Congreso Nacional dio a conocer la medición privada de la inflación. Según esta fuente, en octubre los precios crecieron un 2,25% mensual, acumulando en un año el 41% de aumento. Esto implica una notable aceleración del ritmo inflacionario ya que, a diciembre del 2013, la inflación, según esta misma fuente, era de 28% anual. Con el aumento de la inflación crecen las demandas por aumentos extraordinarios de salario (bono de fin de año) y la presión por reducir el impuesto a las Ganancias de las personas, que absorbe buena parte de los aumentos salariales en las remuneraciones más altas. La inflación tiene muchas causas. Una de decisiva importancia es la dinámica fiscal. En este sentido, lo relevante es que el gasto público nacional, según los datos oficiales, en los primeros 8 meses del 2014, creció un 47% interanual. Pasó de $ 480.000 millones entre enero y agosto del año 2013, a 700.000 millones en el mismo período del 2014. ¿Cómo se sostiene esta expansión de $ 220.000 millones de gasto público? Con la información oficial publicada por el Ministerio de Economía se puede estimar la siguiente estructura de financiamiento del aumento de las erogaciones del Estado nacional: 1) Apenas un 3% de la expansión se financió con aumento del impuesto a las Ganancias de las personas, 2) Alrededor de un 69% se financió con aumentos de otros impuestos e ingresos, excluyendo Ganancias, y 3) el 28% restante del aumento del gasto público fue desequilibrio fiscal puro que se financió básicamente con emisión monetaria.

Estos datos muestran que el peso de sostener un sector público que se agranda recae fundamentalmente sobre impuestos que se trasladan a los precios y a la emisión monetaria, y muy marginalmente en aumentos del impuesto a las Ganancias de las personas. Sólo un 3% del aumento del gasto público se financia con aumento de recaudación de ese impuesto. Si bien la no actualización de los parámetros de Ganancias reduce el ingreso de la gente de más altos ingresos, su impacto es modesto al lado de las pérdidas que la inflación impone al conjunto de la población y, particularmente, a los sectores más vulnerables.

El deterioro. En ese contexto, pujar para que se reduzca el impuesto a las Ganancias constituye un acto insolidario. Implica presionar para que quienes menos ingresos reciben –los trabajadores informales, formales de bajas remuneraciones, los jubilados, los desempleados y los inactivos– aumenten su aporte al financiamiento de la expansión del gasto público para morigerar el esfuerzo de los trabajadores formales de mayores remuneraciones. De este proceso regresivo, no se sale reduciendo Ganancias u otorgando un bono extraordinario sino eliminando la inflación. Para ello es imprescindible desacelerar el aumento del gasto público, replantear prioridades y profesionalizar la gestión del Estado. Un ejemplo concreto es la política energética. Los subsidios representan un monto equivalente a toda la emisión monetaria.

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