Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 22-12-2014 23:03

Ricardo Canaletti: “Hay que tocar el amarillismo y salir”

El periodista es el autor de “Crímenes sorprendentes de la historia argentina”. Caso Ángeles, Nora Dalmasso y el cruce con Victor Hugo.

Hijo de un verdulero y de un ama de casa, se hizo abogado. Con ilusión, puso la chapa en la puerta e intentó arrancar su propio estudio. La frustración le ganó por knockout. En tanto, se ganaba la vida cosiendo expedientes en Tribunales. Un revés amoroso le dejó los ojos en compota, la situación económica no mejoraba, los años oscuros de la dictadura le pesaban. A principios del `83, apretó los dientes y decidió irse a Italia. Iba a revalidar su título y a “hacerse la Europa”. No sabía el idioma, así que compró un diccionario y le pidió al hijo de su primo que lo hospedaba en Milán, que le diera clases de italiano. Aún así, no pudo revalidar el título. El destino le volvía a dar un golpe certero en medio del estómago. Para sobrevivir levantó nieve para el municipio de Milán, trabajó en una lechería y en una ferretería. Hasta que en el `86 volvió a la Argentina a visitar a sus padres. Traía un pasaje de ida y vuelta, pero se quedó.

Pasado los treinta, y con la frente marchita, Ricardo Canaletti se dijo: “¿Y ahora qué hacemos?”. Un hermano trabajaba como administrativo en Clarín y, como Ricardo había tenido la osadía (empujada por la necesidad de juntar más liras) de hacer una colaboración periodística para el diario italiano “Il Messaggero”, se presentó a pedir trabajo. Más que reinventarse, se inventó. Su primera nota fue acerca de los diferentes métodos que tenía la gente para jugar al Prode. Así, el azar empezaba a acomodar sus casilleros y Canaletti dejaría de sentirse un eterno visitante goleado por la vida. Pasó un tiempo antes de que investigara un caso criminal, pero en el ´91 se transformó en Jefe de la sección Policiales.

Ese que en pantalla se ve sanguíneo y sólido se sintió periodista y seguro de haber conquistado su lugar recién al pisar los 40. En el 2006 pasó a la televisión y fue ganando espacio en el noticiero de El Trece y en TN. Conduce “Cámara del crimen” por TN y acaba de lanzar su libro “Crímenes sorprendentes de la historia argentina”. Casado hace 25 años con Pilar, tiene una hija, Leticia (18). Con ustedes, el ejemplo viviente de que nunca hay que tirar la toalla.

Noticias: ¿Cómo fue la selección de casos que dio lugar al libro?

Ricardo Canaletti: Arbitraria, como toda selección. A algunos los fui a buscar, como el del secuestro de Abel Ayerza, en la década del `30, que dio lugar a la media sanción de la pena de muerte. También el de Francisca Rojas, en el que se utilizaron por primera vez las huellas dactilares. Pensaba llegar al `68 pero llegué hasta el `62, mi mente enferma no resistió más (risas).

Noticias: Esto de la “mente enferma”… ¿porqué está metido en lo oscuro?

Canaletti: En lo más morboso, sí. El Código Penal es la cocina de la casa. En la cocina hay suciedad, cuchillos, sangre (se ríe). El Código Penal, lo escondés.

Noticias: ¿Por qué usted se tira ahí de cabeza?

Canaletti: La culpa la tienen Edgar Alan Poe, el misterio, el quién fue y por qué lo hizo. Me parece que todos somos curiosos. Yo no empecé comunicando historias sino la diferencia entre hurto y robo. Las noticias judiciales policiales se hacían con lo que te contaba el comisario o reproduciendo parte de la sentencia. Entonces, ¿cómo hago para salir de esa lógica de hierro? Empecemos esclareciendo a la gente. Si hay discusión sobre si hay más o menos delito, expliquémosle la diferencia entre un robo tentado y uno consumado, y la diferencia de sus penas. Que la gente opine con argumentos y no sólo por el “a mí me parece”.

Noticias: Usted es abogado.

Canaletti: Sí, pero no ejerzo. Soy muy malo (se ríe).

Noticias: También vivió en Italia, ¿por qué se fue?

Canaletti: Porque estaba podrido, quería probar fortuna. Estábamos en la dictadura y veníamos de frustración tras frustración. La situación económica iba y venía. Algún desengaño amoroso también influyó y dije: “me voy”. En ese momento no ejercía, había intentado ocho meses con un amigo y nada.

Noticias: ¿Cómo se ganaba la vida?

Canaletti: Fui empleado de Tribunales, del `72 al `82. Dije basta porque yo veía que no tenía futuro ahí. En esa época era mucho más elitista la cuestión que ahora, veía muchachos que venían de otras cunas y que hacían carreras meteóricas.

Noticias: Y el “Canaletti” lo dejaba en la canaleta…

Canaletti: Me dejaba en la canaleta, nomás. Estaba podrido.

Noticias: No sólo tenía bronca e impotencia sino también mucha valentía, porque se fue sin hablar italiano.

Canaletti: Y después llegué a un punto que perdí totalmente el idioma español. Era tal el involucramiento con el lugar y las costumbres… Me había suscripto a “Clarín” Internacional y después no quise recibirlo más. El país, no a mí solo sino a mucha gente, nos había defraudado. No quería saber nada.

Noticias: ¿Qué lo hizo volver?

Canaletti: Uno tiene las raíces acá… cosas como ir a un negocio y que estuvieran escuchando la radio y justo pasaran “El día que me quieras” o ir a la cancha y que el vendedor de bebidas tuviera un gorrito de Boca… Entonces en una vacación vine, me encontré con mis viejos y ya no me pude ir, tan sencillo como eso. Tenía pasaje de ida y vuelta pero perdí la vuelta. A mí, los sentimientos me matan, me matan.

Noticias: Pero el medio en el que se mueve es complicado para los sentimientos, ¿no?

Canaletti: La gente no se ha dado cuenta, pero en cámara se me ha escapado más de una lágrima. Los casos no me rebotan.

Noticias: ¿Cómo repercute eso en su salud física y emocional?

Canaletti: Es como una pelea de box o un partido de fútbol, para el hincha no hay partido aburrido, lo vivís, te sosegás, te indignás, reclamás… a mí me pasa lo mismo. Vas ganando, empatando, perdiendo, volvés a ganar.

Noticias: ¿Qué hace que usted gane en un caso?

Canaletti: Que la gente me diga “cuando usted lo explicó, lo entendí”. Todo esto es para que la gente lo entienda, si no no tendría sentido. Para mí la verdad no es una sola, yo tengo mi punto de vista. No llego a todo el mundo y está bien que así sea. Un actor sí puede llegar a todo el mundo, pero yo no.

Noticias: ¿La pantalla no le requiere que actúe?

Canaletti: No, cuando empecé en televisión me decían que no moviera las manos. Yo las muevo… y ahora todo el mundo mueve las manos. Me decían: “De ninguna manera te pares”, creo que fui uno de los primeros que se paró, ahora se paran todos. No quiero decir que soy pionero en nada, pero la tele estaba muy estructurada, ahora está mucho más abierta.

Noticias: ¿Cuánto se abre al juego del espectáculo que requiere la cámara y el minuto a minuto, teniendo en manos un expediente criminal que supone víctimas y victimarios?

Canaletti: Hasta el chaleco nomás. Yo no actúo, si me caliento, me caliento. El chaleco nació en una reunión de producción donde estaba explicándoles la noticia del día, sin saco, arremangado y con el chaleco abierto. Me paré y seguí explicando. Me dijeron: “Dejate el chaleco y explicalo al aire igual que acá”. Ese día hubo 18 puntos de rating y quedó el chaleco. Más una cartulina, porque yo dibujaba y escribía, fue un impacto, no se veía eso.

Noticias: En “Cámara del crimen” juega con escenografías para cada caso.

Canaletti: Tengo que reconocer el interés del canal, es raro que un programa de cable tenga una escenografía tan acabada. Yo pedí un balcón y me hicieron un balcón. Pedí tachos llenos de un líquido que semejase sangre para explicar lo que para mí era Pablo Escobar: sangre, y lo hicieron. Quiero transmitir un concepto: Pablo Escobar es sangre. Con un tono dramático no alcanza, porque hay todo tipo de público y tengo que mostrárselo.

Noticias: Después de tanta frustración acumulada, pedir y que le den debe recomponer un poco su relación con el mundo.

Canaletti: Es una apuesta. Es una apuesta del canal, también.

Noticias: ¿Para qué le sirve a la sociedad saber quién mató a Ángeles Rawson, por ejemplo? ¿Se plantea el para qué hace lo que hace?

Canaletti: Sí, por supuesto. Me parece que la historia de los casos criminales bien puede ser la historia de las malas investigaciones.

Noticias: El morbo es otro componente.

Canaletti: Más bien. Siempre digo que hay que tocar y salir del amarillismo.

Noticias: ¿Cuántas veces se queda pegado?

Canaletti: Hay casos, como el de Nora Dalmasso, en los que te quedás pegado porque tiene un fuerte componente íntimo. La gente se identifica, juzga y prejuzga. No está mal, en la medida en que tengan cada vez más elementos para ir eliminando los prejuicios.

Noticias: ¿Cuánto contribuyen los medios a los prejuicios?

Canaletti: Cuando es así, voy con pie de plomo. La manera en la que hago las cosas provoca rechazo y aceptación, porque es nueva. ¿Dónde ves que alguien se plante ante cámara y, sin preguntarle a un abogado, diga: “El accidente de tránsito es un accidente culposo?”.

Noticias: A partir del caso Rawson, Victor Hugo Morales lo acusó de haber plantado un falso testigo y de ser un “delincuente mediático”.

Canaletti: No es un colega, es un relator de fútbol… esto me va a traer muchos problemas.

Noticias: En el sentido en el que lo dice, lo está descalificando.

Canaletti: Mirá, las injurias recíprocas se anulan. Yo le dí un dato al abogado de Ángeles y no lo dije al aire sino recién después de que el juez decidió citar a todos los vecinos. Pero me editaron y manipularon. Yo no sabía que la exposición era esto. A mí no me gustó para nada lo de Víctor Hugo, no sabía que podía despertar tanto encono, eso me hizo sentir mal. Yo hago mi trabajo, la gente que piensa en conspiraciones… que alguien piense que voy a plantar un testigo… eso me afectó personalmente.

por Valeria García Testa

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