Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 11-01-2015 00:04

Ana Rosenfeld: “¡Yo existo por culpa de los maridos!”

La abogada mediática prepara un nuevo libro. Maridos miserables, sus clientes famosos, la ex de Rial y el pacto Redrado-Salazar.

Ana Rosenfeld sabe cómo vivir. “Muy pocos tienen un departamento como éste a su nombre en Punta”, dice ella, sintiéndose genial, mientras termina un Nespresso y señala con el dedo a su semipiso en la torre Beverly a pocos metros del hotel Conrad, sobre La Mansa. La vista es importante: la isla Gorriti, árbol por árbol y todo el contorno de Punta del Este, incluido el puerto, donde está amarrado el Gran Fri-Fri, su yate. Con una túnica blanca, habla de su reciente viaje a Túnez, de caballos árabes y camellos trotando en el desierto a pocos metros del hotel. El 2014 fue un buen año, por otra parte. Las guerras en Tribunales le salieron bien. Acaba de ganar, por ejemplo, un juicio por daños y perjuicios contra Chiche Gelblung en donde representó a Evangelina Salazar y Palito Ortega, una causa que tramitó en la Justicia por más de diez años. La cifra de la indemnización, estima Rosenfeld, será de unos $800.000. “Gané en primera instancia, en Cámara y en la Corte”, se ufana. Su cartera de clientes sigue siendo polémica: Luciana Salazar, Wanda Nara, Maria Eugenia Ritó, Cynthia Fernández, entre otros. Marcelo Tinelli sigue siendo un amigo; lo representó hace veinte años en su divorcio de Soledad Aquino. Se comunican casi a diario, via Whatsapp.

Le dijo que no, por otra parte, a participar en la próxima temporada de “Bailando por un Sueño”, cuando Tinelli y los productores Federico Hoppe y “Chato” Prada quisieron reclutarla semanas atrás. Su libro debut editado en el 2013, “El Terror de los Maridos”, cimentó su fama de abogada implacable. Pero por toda esta agitación en Tribunales, por todas estas miles de horas de litigios civiles y cámara caliente en programas de chimentos, Rosenfeld logró un cambio sobre la percepción social del divorcio: dejó de ser un tabú, una vergüenza. Hoy, prepara dos libros nuevos; uno, un anexo a su libro anterior, el otro -con fecha para la próxima Feria del Libro-, una serie de casos de su estudio, algunos famosos, otros no, una suerte de manual de precaución para mujeres sobre convenios prenupciales y separación de bienes.

Noticias: “Divorciada”, para una mujer, sigue siendo un mote social incómodo.

Ana Rosenfeld: Antes era una vergüenza. La mujer que lo estaba viviendo lo sentía como una frustración, un fracaso. Hoy, la mujer está más preparada para su divorcio. A lo mejor soy reiterativa con la cuestión de género, pero todavía creo que la mujer se lleva la peor carga. Y “divorciada con hijos” es un mote peor. ¿Quién te va a recibir? ¿Quién es el tipo que viene después? ¿Qué preparación tiene desde lo emocional y lo económico? Ahora con el nuevo Código Civil se creó la figura del “padre afin”. El tipo que no solo encara un segundo matrimonio con hijos tiene la problemática de hacerse cargo de la manutención de los hijos de la mujer con la que formó pareja. De nuevo, no es lo económico nada más, sino lo emocional. El ex de tu mujer no viene, te clava con los chicos, o cancela el poder para un viaje al exterior de los hijos.

Noticias: ¿Qué problemáticas ve hoy en sus clientas?

Rosenfeld: La desatención económica; la famosa falta de pago de la cuota alimentaria.

Noticias: Los ex maridos no dejan de ser tacaños.

Rosenfeld: No dejan de ser desagradables hasta con sus propios hijos. La cuota no se aumenta, en un país donde la plata no vale lo mismo. Tendríamos que tener la paritaria de la cuota alimentaria. O sea, no podés hacer un juicio para aumentarla, cuando vas al supermercado y la inflación es evidente. Pero no es solo la plata. También es el abandono, el incumplimiento del régimen de visitas.

Noticias: El abandono paterno todavía no es punible por ley.

Rosenfeld: ¡Ni lo va a ser! Por ejemplo, cuando se pautan los horarios de visita. Hasta la firma pelean coma y punto, al máximo. Cosa que no está mal. Pero cuando llega el momento, y el tipo deja al nene clavado con la mochilita o avisa a última hora que no puede ir, la madre tiene una revolución en su vida privada. Esa falta de atención al chico no tiene un precio. No podés ponerle una multa. Si fuese en la Justicia argentina, sería irrisoria. Y siempre van a tener una excusa aproximadamente opinable. Entonces, la madre viene a demandar no solo que se cumpla la cuota, sino que cumpla con su rol de padre.

Noticias: ¿A qué extremos llegan?

Rosenfeld: Tengo un caso puntual, un millonario del rubro metalúrgico, líder en el mercado; tres chicos, 195 mil pesos de cuota provisoria. Hace tres meses que estoy intentando notificarlo. Su portero tiene orden de decir que no está. Entonces, le mandé el aviso de entrega… ¡pero con membrete de la joyería Cartier! ¡Y ahí lo recibió! El juez lo aceptó. En los countries hago lo mismo. Son ciudades amuralladas, es muy difícil notificar. Y los maridos de mayor poder adquisitivo son los más tacaños. Eso sigue. Hacen sentirle a sus hijos su éxito, su poderío. Mientras están con ellos, le muestran su fortuna. Disney, avión privado, lo que quieran. Cuando les toca ir con la madre, nada. Así, la plata es una herramienta de psicopateo.

Noticias: ¿Es cierto que tiene un equipo que descubre cuentas secretas?

Rosenfeld: Es cierto. Por ejemplo, yo le digo a un juez: “Mire esta sociedad panameña; los apoderados pueden ser los porteros del edificio, un jubilado, gente que no resiste una mínima investigación”. Entonces, dicen que no quieren violentar el aspecto societario. Ahí entro yo. He logrado descubrir a esos personajes, a esos prestanombres, para avanzar sobre el real dueño. A partir de muchas investigaciones, se trabó mucho el Registro de la Propiedad o de Personas Jurídicas. Antes yo pagaba el arancel en la Inspección General de Justicia y a la semana tenía toda la información de cualquier sociedad; podía ver los balances, la conformación. Cualquier abogado o escribano lo puede hacer. Ahora, me lo traban. Hice la prueba con mi casa, que está a mi nombre. Pedí la información y no sale. Y hay otro problema jurídico de fondo: que no exista la “excusa absolutoria” entre cónyuges. De eso nadie habla y es el peor delito cómplice de los maridos.

Noticias: ¿Qué es, exactamente?

Rosenfeld: Los maridos pueden defraudar a los cónyuges y viceversa. Y eso no es punible. Solo por el hecho de ser marido. Supongamos que tenemos este departamento. Vos tenés un poder y vendés la casa. Si yo te quisiera hacer un juicio por fraude, porque vaciaste nuestro patrimonio, la ley penal dice que no existe fraude entre cónyuges. El marido siempre hace una maniobra.

Noticias: ¿Qué le pareció el fallo de extorsión contra Silvia D’Auro?

Rosenfeld: Si me preguntás si estuvo bien lo que hizo, te digo que no. Pero si ella hubiese ido por la vía correcta y denunciado los supuestos ingresos provenientes de otra actividad, habría estado en su derecho. Pero ahí se equivocó fiero.

Noticias: Se habla de la “cuota de silencio” entre Redrado y Salazar.

Rosenfeld: Pero así está mal dicho. Yo lo llamaría al revés. Tengo el convenio, no puedo hablar. Pero no es silencio para Luli. Si cobra, es por hablar, no por callarse. No es hablar bien. Es una cuota por hablar… No puedo decirte más que eso. El convenio había sido firmado en una escribanía, Luciana no pudo hacerse de su copia. Logré hacerme, a través del juez, de una copia. Fui con un escribano a buscarla. Soy su abogada hace quince años. Hace tiempo que esta separación estaba cantada. No hubiese firmado un convenio en este caso, si me lo preguntás. Hubiese confiado en la palabra. Se convierte en un arma de doble filo. Eso es lo que generó cuando se supo que existía este pacto; que se hable de ello. Luciana lo hizo a pedido de Redrado.

Noticias: Representó a Tinelli en su divorcio de Soledad Aquino.

Rosenfeld: Fue hace muchos años. Estamos online todos los días con los mensajes. Pero nunca me volvió a necesitar. No es un tipo que vaya mucho a Tribunales. Él jamás hubiese ido a Tribunales por Soledad.

Noticias: Le dijo que no a “Bailando por un Sueño”. O sea que le pone un límite a su fama.

Rosenfeld: Yo quiero la fama que me da mi profesión. No fama, sino prestigio. Como cuando escribí el libro. Fue abrir las puertas para jóvenes abogados que se recibían y no sabían cómo entrar en el fuero civil. Hasta que aparecí yo, todos los abogados mediáticos eran penalistas. Ser abogada es algo que me da gratificaciones, no necesito una exposición en un programa, por más que sea el de mayor rating en el país, para tener un poco de cámara. En todo caso, sería una cámara que me perjudicaría.

Noticias: Además, le quitaría tiempo en Tribunales.

Rosenfeld: Pero a las 8 de la mañana me ves bien vestida y con tacos en las audiencias. Recién vuelvo a casa doce horas después.

Noticias: ¿Cómo reaccionan los ex maridos cuando la ven en el juicio?

Rosenfeld: Hay dos reacciones: la del abogado y la del cliente. El ex primero que nada mira a la esposa. Es una triangulación increíble, como un “¿hacía falta Rosenfeld? Dios, ¿qué me espera?” Y los colegas son muy éticos. A muy poquitos les salta la chaveta en una audiencia, mientras razonás con hechos y derecho, te dicen “acá no vienen cámaras”. Te quieren descolocar, o sentirse diferentes. A ver, ¡yo existo por culpa de los maridos! Si tuvieran la inteligencia o la decencia de resolver las situaciones patrimoniales o matrimoniales, yo no existiría.

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por Federico Fahsbender

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