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POLíTICA | 23-03-2015 05:26

La nieta de Cristina: nueva heredera K

Intimidades del embarazo de la hija de CFK y Vaca Narvaja. El bautismo en el Vaticano.

"Ya definieron el nombre?”, preguntó Cristina Kirchner con una sonrisa que era difícil de ocultar. Era una calurosa noche de diciembre en Olivos y la familia presidencial se había reunido para conocer a Camilo Vaca Narvaja, el novio de Florencia Kirchner. Máximo Kirchner y Rocío García, su mujer, ocupaban las dos sillas restantes. Todos querían detalles sobre el flamante embarazo de la hija menor de la Presidenta. Cristina, la anfitriona, introdujo la charla.

“Eva o Adriana. Todavía no lo definimos”, dijeron a coro los novios y buscaron aprobación en Cristina. Eva o Adriana será la primera nieta de ambas familias. El nacimiento está previsto para el 22 de agosto, dos semanas más tarde de la fecha elegida por el Gobierno para las PASO.

Florencia, quien atraviesa el cuarto mes de embarazo en la Quinta de Olivos, ya les había hablado de Camilo, el joven de 29 años que la enamoró. Cristina y los suyos ya sabían del compromiso con La Cámpora, de su contrato como asesor del Frente para la Victoria y, sobre todo, del linaje montonero del nuevo “príncipe consorte” kirchnerista. Camilo es hijo de Fernando Vaca Narvaja, uno de los fundadores de Montoneros. La Presidenta también sabía de las visitas furtivas al departamento que Camilo alquila en Parque Chacabuco. Sabía un poco por los comentarios de Florencia y otro tanto por los informes de la custodia presidencial, que cuidan celosamente los ingresos de la menor de los Kirchner al departamento del novio. La nota de NOTICIAS del 19 de diciembre, que relató el incipiente noviazgo, encontró a Florencia saliendo de un reposo de una semana, después de una visita a la clínica Favaloro. Ya por ese entonces, el rumor del embarazo estaba firme en la Casa Rosada.

Promesas. En cuanto se enteró de la noticia, Florencia dejó el cigarrillo y comprometió a su novio para la que la imite. Cristina, ex fumadora de dos atados diarios de cigarrillos rubios, decidió bancar la apuesta de su hija y recomendó, vía Twitter, terminar el año “sin pucho”. La hija de la Presidenta, con estadísticas sobre accidentes en mano, también lo instó a que no maneje la moto con la que se fueron de una fiesta de La Cámpora al departamento de soltero de él cuando comenzaban la relación.

¿Casamiento? Camilo es un devoto católico y en febrero viajó para visitar al Papa, junto al diputado Julián Domínguez, su jefe político y acompañados por el embajador argentino en el Vaticano, Eduardo Valdés. La idea de casarse es un tema por estas horas. “Todavía no está claro que van a hacer, pero lo están charlando”, explicó un militante que suele frecuentarlos. Eso sí, los novios ya acordaron que van a bautizar a la pequeña. También le transmitieron a Cristina que uno de sus deseos es que Francisco sea el encargado del bautismo. Pero eso recién será en 2015, con la Presidenta fuera de la Quinta de Olivos.

por Francisco Zoroza

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