Como ya se sabe, la muerte del fiscal Alberto Nisman, la cuál sigue sin determinarse cómo fue, derivó en una causa sobre el patrimonio del fiscal y el rol que tenía su madre, Sara Garfunkel, su hermana, Sandra, y el asistente informático y facilitador del arma que terminó con la vida de Nisman, Diego Lagomarsino.
En esa ingeniería, quien tenía un rol clave era su madre, porque no solo compartía con Sandra Nisman y Diego Lagomarsino la titularidad de una cuenta en el banco Merril Lynch de Nueva York, sino que además tenía otras propiedades en Punta del Este y Buenos Aires, sobre las cuales Nisman tenía especial interés.
En su última edición, NOTICIAS muestra en exclusiva las pruebas que podrían llevar a la madre de Nisman a prisión y revela las medidas de prueba que ya fueron ordenadas por el juez Rodolfo Canicoba Corral.
Entre el material obtenido por esta revista están los recibos de pagos de expensas de tres lotes en un exclusivo complejo de chacras en Punta del Este y otro recibo de pago por dos departamentos y dos cocheras en el edificio One77One, que se construye sobre la calle Dorrego, frente a los estudios de Canal 9 en una de las zonas más cool de Palermo.
Nisman guardaba esta documentación en la Unidad Fiscal de Investigación de la causa AMIA y además tenía otros documentos que lo mantenían informado sobre el avance de la obra en el edificio de Palermo. Además entre sus papeles personales tenía documentación de la cuenta en el banco Merrill Lynch e información sobre cómo invertir en Estados Unidos. Los investigadores se preguntan por qué le interesaría esa información a Nisman, si la cuenta estaba a nombre de su madre, su hermana y un empleados suyo. Nisman era el apoderado y autorizado a mover los fondos. ¿El dinero era de él? Eso intentan determinar los sabuesos.
Por otro lado, entre la documentación se encontraron resúmenes de cuenta de una tarjeta American Express con gastos que rondaban los 70 mil pesos. En esos resúmenes figuraba que Nisman le había dado una extensión de la tarjeta y cargaba allí gastos como obra social, seguros, Cablevisión y compras en el supermercado. Ese dato también llama la atención de los investigadores. ¿Es posible que una mujer con capacidad financiera como para tener una cuenta bancaria en Estados Unidos e invertir en propiedades en Punta del Este y Buenos Aires tuviera que usar la tarjeta a su hijo para pagar los gastos de su casa? Los informes a la AFIP ya fueron solicitados por el fiscal Juan Pedro Zoni para que determinen si Garfunkel tenía la espalda financiera suficiente para bancar esos gastos.
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por Rodis Recalt
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