Thursday 28 de March, 2024

CLáSICA | 04-06-2015 21:01

La madurez de un joven pianista

Recital del pianista Jan Lisiecki. Obras de Bach, Paderewski, Mendelssohn y Chopin. Mozarteum Argentino. Teatro Colón.

★★★★★ En plena crisis de la industria discográfica, el mercado internacional de la música clásica busca mantenerse apelando a figuras jóvenes, atractivas y talentosas. Entre esas nuevas estrellas, sobresale Jan Lisiecki, un pianista canadiense de origen polaco, que firmó su primer contrato con un importante sello internacional a los 15 años. Hoy, a los 20, desarrolla una carrera impresionante, con aclamadas actuaciones en los principales escenarios del mundo.

En su debut en el Colón, Jan demostró ser mucho más que un joven prodigio de rostro angelical. Es un artista de una madurez y una sensibilidad descomunales. Su técnica, de una perfección asombrosa, es apenas un medio, una herramienta más en su camino para encarar cada obra.

El recital comenzó con dos preludios corales de Bach, en transcripciones de Ferruccio Busoni, seguidas por la Partita N°2, también de Bach. Esta última obra, en particular, permitió apreciar la dimensión artística de Lisiecki, en la pureza de su sonido, la elocuencia del desarrollo de cada frase y la coherencia en la construcción del discurso musical. Luego siguieron dos obras de Paderewski, y una brillante lectura del Andante y Rondó caprichoso, op.14, de Mendelssohn.

Después del intervalo, llegaría el momento más sublime del concierto, con los Estudios op.10, de Chopin. Jan encaró estas piezas con una naturalidad y una frescura inéditas. Sin exageraciones, propuso un enfoque profundamente expresivo, austero y sumamente personal. Al escucharlo, es imposible no imaginar la magnitud que puede alcanzar en el futuro el joven pianista, que ya exhibe una impresionante madurez artística.

Muy ovacionado, Jan anunció, en perfecto castellano, el único bis: un vals de Chopin, exquisitamente interpretado.

por Margarita Zelarayán

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