Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 02-07-2015 22:18

Vilma Ripoll: “Me hice un aborto en mi exilio en Colombia”

Enfermera y eterna luchadora a favor de los trabajadores, habla de política, amores, Carrió, Michetti y Cristina Fernández.

En los ojos claros de Vilma Ripoll aflora la política en grado puro. No habla en modo verosímil sino en el verdadero, no dice como si fuera sino como lo que hay, una mujer más linda en persona que ante las cámaras, con quien dan ganas de quedarse tomando mate para repasar lo que siempre supimos y no debimos olvidar: que el mundo es injusto, que unos pocos tienen la culpa y que el único final feliz es si todos somos felices. Al que le suene inocente, puede ir por ventanilla a buscar el sello de burócrata.

Candidata a vicepresidenta de Alejandro Bodart, actual legislador y candidato a presidente, por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST Nueva Izquierda), no le preocupa no “entrar” ni ocupar una banca. La prioridad es otra: “Queremos instalar el proyecto a nivel nacional porque hace falta un nueva izquierda”, dice y la repregunta cae otra vez, como un estigma.

Noticias: ¿Y por qué no se juntan todos los partidos de izquierda?

Vilma Ripoll: Me llevo bien con todos, nos encontramos en todas las luchas pero lamentamos que no haya una coalición, que no se avance en esa construcción. Hay un sector de la izquierda que se reivindica como testimonial y se contenta con tener dos o tres diputados. Pero para nosotros hay muchas más posibilidades porque ya no se cree en los partidos tradicionales, ninguno pasa el 30 por ciento y, por lo tanto, está abierto el camino a disputar poder. Pero la gente no nos ve capaces de gobernar si estamos divididos. Hablamos con Víctor De Gennaro, con Jorge Altamira, con todos los referentes para ir a internas democráticas pero dijeron que no. Fijate en España, con Podemos, o en Grecía, SYRIZA (Coalición de Izquierda radical). La izquierda no puede tener el mismo discurso de hace años, tiene que renovarse. Si fuéramos todos juntos seríamos una potencia.

No es fácil correr a Ripoll de la política. Es su forma de contar la vida, atando los cabos que le encadenaron el corazón a la suerte de los otros. En la casa en Firmat, al sur de Santa Fe, el padre –docente y peronista– y la madre –ama de casa y antiperonista– discutían de política. “Mi papá era de los que se iban de viaje de estudios con los alumnos, el que se acercaba a las casas a hablar si había problemas u organizaba torneos en el club para que todos pudieran jugar. De todo eso aprendí a involucrarme, a no mirar para otro lado y a pelearla porque nadie te regala nada. Nada nos era ajeno”, dice Ripoll, nunca quieta ni a la hora de la siesta.

Organizó el centro de estudiantes en el colegio de monjas donde estudiaba; preparaba las fiestas para juntar fondos para el club; participaba en el armado, entre todos los colegios, del festejo del Día de la Primavera; nadaba para el Firmat Football Club, fue la primera mujer en cruzar a nado la laguna Melincué; y no se perdía los debates públicos de los viernes que coordinaban las monjas. “Eran monjas tercermundistas, de aquella época. Mi familia no era muy religiosa pero el colegio te brindaba una buena educación gratuita. Mi papá dijo que lo único que quería era que estudiara lo que quisiera y que para eso se iba a hacer todo el esfuerzo. Éramos una familia de laburantes. Elegí ser enfermera no por médica resentida sino porque busqué una combinación entre la medicina y el trabajo social. No me cerraba la responsabilidad sobre la muerte”, dice la diplomada en Enfermería de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.

Noticias: ¿Ya estaba militando en la izquierda o había leído a pensadores revolucionarios?

Ripoll: No. Después leí a Trotski, a Marx, a Nahuel Moreno. Primero me acerqué por la acción. Cuando empecé la facultad organizamos el centro de estudiantes, el primero después de la dictadura de Onganía, fui elegida secretaria general e integré el gobierno tripartito. En ese momento saltó la huelga de Villa Constitución, “el Villazo”, que el año pasado cumplió 40 años, y los compañeros del Partido Socialista de los trabajadores (PST) me invitaron. Lorenzo Miguel les había recortado a los obreros la obra social para ahogar el conflicto y mandado a las Tres A. Las familias en las villas necesitaban protección. Y me quedé militando. Estaba conociendo. No me interesaba buscar el atajo de la guerrilla porque siempre creí que eran los trabajadores los que tenían que marcar el ritmo de la pelea, uno no podía reemplazarlos. Nunca fuimos un partido guerrillero, creíamos que eso solo aceleraría la represión.

Noticias: ¿Se hizo tiempo para novios?

Ripoll: Muchos (risas). Soy soltera, estoy en pareja y no tuve hijos. Me gustan los chicos. En el Hospital Italiano, donde fui delegada muchos años, peleamos por la guardería y organizamos la colonia de vacaciones porque en el verano las mamás los traían al trabajo. Con el MST tenemos comedores populares en los barrios. Quiero a los pibes pero no se dieron las condiciones por mi tipo de vida.

Noticias: ¿Esa forma de vida le trajo problemas con sus parejas?

Ripoll: (Se ríe) Y sí. Tiene que ser alguien que haga lo mismo que vos para que te entienda. No es fácil estar con alguien que durante seis meses se levanta a las cuatro de la mañana para ir a cortar la Panamericana, como pasó con el conflicto Lear, o que recorre la provincia, alguien para quien lo cotidiano e individual queda detrás de lo colectivo.

Noticias: ¿Salió alguna vez con un empresario?

Ripoll: Nooo (risas). Es muy difícil cuando no tenés una base de acuerdo.

Noticias: ¿Se hizo abortos?

Ripoll: Sí, uno. Es la primera vez que lo digo. En Colombia, donde estuve exiliada durante la última dictadura y sin ninguna posibilidad de llevar adelante ese embarazo. Lo hice por succión. Por eso defiendo el derecho al aborto. Esa oportunidad que tuve la debería tener cualquier mujer.

Noticias: ¿Por qué todavía no se da esta discusión en el Congreso?

Ripoll: Porque en esta sociedad la maternidad no es una elección sino un mandato. El sistema se reproduce porque las mujeres hacen gratis las tareas del hogar para que el marido pueda ir a trabajar, a ser explotado donde le toque. Y porque tiene que haber una próxima generación de obreros que sostengan el capitalismo. Por eso la Iglesia, que vive del aporte del sistema, y los gobiernos que representan ese entramado están de acuerdo en mantener el statu quo. La hipocresía no tiene límites y mata a las mujeres.

Noticias: ¿Cómo seguirá el tema de la violencia de género post marcha #NiUnaMenos?

Ripoll: Es necesaria una ley de emergencia de género para que haya presupuesto y no quede en letra muerta; y que esos fondos sean controlados por las organizaciones de mujeres porque si no, desaparecen. La Ley de Violencia contra la Mujer es muy buena, salvo la cláusula en la que el femicida mantiene la patria potestad: si su familia o él reclama a los pibes al salir de la cárcel, se los queda. La Justicia es uno de los sectores más patriarcales. Vas a denunciar a la fiscalía y te dicen: “No, quédese tranquila, ya a volver”, o sea, quédese tranqui porque seguro es puta. Y recién a las 48 horas salen a buscar cuando ya es tarde.

En 1984, después del exilio, empezó a trabajar como enfermera en el Hospital Italiano donde, entre 1989 y 1999, fue delegada general y dirigente de la oposición de Carlos West Ocampo, al frente del gremio de Sanidad desde 1985. “Hemos peleado mucho y disputar el sillón de la burocracia sindical es complicado: cuentan con el Gobierno, la Justicia, las patotas de los clubes de fútbol y las propias que mantienen, y hacen todo tipo de maniobras. Poder ganarle en las comisiones internas no fue poco pero hace falta la unidad de la oposición para disputar en serio el sillón”, dice Ripoll. Electa legisladora porteña en 2000 por el frente Izquierda Unida y reelecta en 2003, dejó la banca a un compañero por el acuerdo entre el MST y el partido Comunista. Y volvió a su puesto en el Hospital.

Noticias: ¿Trabaja todavía como enfermera en el Italiano?

Ripoll: Pedí el pase a docencia como parte del equipo de la carrera de Enfermería. Pero en este momento no estoy dando clases. No quise volver a pedir licencia. Me guardan el puesto hasta cuando termine la campaña porque tengo 30 años de antigüedad. Ahora soy asesora de Bodart en la Legislatura y vivo con ese sueldo.

Noticias: ¿La tentaron alguna vez a pasarse a un partido mayoritario?

Ripoll: No. Pero me dijeron: “Vos tendrías que ser peronista”. Es que reivindico las banderas peronistas históricas: justicia social, liberación económica e independencia política. Son ellos los que las abandonaron mientras nosotros las defendemos con pasión.

Noticias: ¿Qué opina de estas dirigentes: Elisa Carrió?

Ripoll: Es valiente pero muy personalista para la política y termina destruyendo lo poco que construye. Y al servicio de quién pone esa valentía: liquidó una posibilidad de centro-izquierda que estaba construyendo para ir a la derecha de Macri.

Noticias: Cristina Kirchner.

Ripoll: Defiende una política de doble discurso y eso es muy grave. Dice que tenemos autonomía energética y no hay nada, dice que nos desendeudamos y debemos más que nunca y así en todos los rubros. Y la corrupción: cuando empezó a gobernar no tenía hoteles y multiplicó por 14 o 15 su capital. También cooptó el discurso de los derechos humanos, involucró a artistas, intelectuales, organizaciones, con la concepción de derechos humanos del pasado y no los actuales.

Noticias: Gabriela Michetti.

Ripoll: Estamos en veredas totalmente opuestas pero la reconozco como una luchadora en la adversidad.

Noticias: Margarita Stolbizer.

Ripoll: Su vida personal es transparente pero su construcción política es a mitad de camino.

Noticias: ¿Se haría cirugías estéticas?

Ripoll: Mirá, la gente le tenía miedo a la izquierda porque le hicieron creer que les iba a sacar sus casas, autos, ahorros. Quedó claro que los que le sacaron eso fueron los bancos y los gobiernos que tuvimos. La otra creencia es que somos todos hippies sucios y desprolijos. Por eso me gusta aparecer arreglada. Pero cirugías, no.

Noticias: Ripoll, ¿cuál es su patrimonio?

Ripoll: Un auto. Vivo con unos diez mil pesos por mes en la casa que me presta mi hermano. Cuando era diputada me quedaba con lo mismo que ganaba en el hospital y el resto era para las fábricas recuperadas o los comedores. Así opinamos nosotros. Vivimos y tenemos los mismos problemas que la gente común. No queremos el socialismo para que todos se vistan de gris sino para que todos, y no unos pocos, tengan la posibilidad de elegir qué color quieren usar.

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por Leni González

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