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EMPRESAS | 03-09-2015 18:20

Quesecome, el delivery de recetas

Un emprendimiento vende kits con recetas y porciones de alimentos listos para preparar en casa comidas seleccionadas por un chef.

La comida es el nicho que no se acaba nunca: todos tenemos que comer, idealmente tres veces al día y con el mayor equilibrio posible entre placer, economía y salud. Y cada vez que se modifican los hábitos, aparecen nuevas oportunidades de negocios. Hoy buena parte de la población urbana vive tironeada entre el deseo de comer rico, el mandato de comer sano y casero y la falta de tiempo para gestionar todo eso. De este problema nació la propuesta de los dinner kits: paquetes que llevan a domicilio recetas detalladas y originales junto con los ingredientes necesarios para realizarlas, frescos y en cantidades exactas. Este producto nació en Suecia, se expandió rápidamente por el mundo y desde el 2014 se consigue también en Buenos Aires, bajo la etiqueta de Quesecome.

Quesecome es una iniciativa del sueco Staffan Elfver, quien después de ganar experiencia en comercio electrónico en Londres se mudó a Buenos Aires con la corazonada de que aquí abriría una compañía grande. Apenas aterrizado, se alojó en un hostel y se hizo amigo de su dueño, Juan Pablo Márquez, un chef con ganas de cambiar de rumbo. Juntos empezaron a trabajar en el proyecto de un diner kit, y lanzaron Quesecome a fines de 2013, gracias a una inversión propia de 800.000 pesos. Enseguida los contactó Andrés di Pasquo, quien estaba investigando el mismo mercado, y se sumó como director de marketing.

El producto es simple: a través de Quesecome.com, se ofrecen semanalmente cuatro recetas diferentes, diseñadas por Juan Pablo, y los ingredientes para prepararlas, frescos y en cantidades exactas, para dos o cuatro personas. Trabajan con carnes y pescados envasados al vacío; solo fraccionan productos secos, no perecederos, para poder trabajar como comercio mayorista. Los dinner kits se encargan los miércoles y llegan a las cocinas los lunes; pueden pagarse por internet o hasta con efectivo, como si fuese un delivery común y corriente. Comenzaron con una opción de menú elaborado (que llaman premium), e investigando su mercado sumaron después la opción vegetariana. “También vimos que el argentino quería una propuesta más acorde a lo que comemos todos los días, con mucha carne y mucho hidrato”, relata Márquez Por eso lanzaron la modalidad "clásica". Fue un éxito; hoy la mitad de las ventas vienen de este producto.

La expansión. Entre marzo de 2014 y marzo de 2015 crecieron al 1.000 %. El año pasado vendieron 100.000 porciones y facturaron 2,5 millones de pesos. Hoy tienen una base de 1.000 clientes, con 700 realmente activos; venden un promedio de 500 kits por semana. Venden en la Ciudad de Buenos Aires, el primer cordón del conurbano y un poco más allá: desde Pilar y Escobar hasta Quilmes, y hasta Haedo hacia el oeste. “Nuestro target es el 2% de la población de la ciudad -asegura Elfver-. gente interesada en comer casero pero sin tiempo para ir de compras”. Y sueña con expandirse hacia el interior, pero antes, poner un pie en Brasil, en San Pablo. Allí hay dos compañías similares, pero Quesecome empezó antes y reúne más experiencia.

“En el mundo, los dinner kits están empezando a sacarle ventas a los supermercados”, cuenta Elfver. Cita el caso de BlueApron en los Estados Unidos, que triplicó su producción en seis meses, y hoy vende tres millones de comidas al mes. “Bloomberg se pregunta si habrá supermercados en el futuro. En Suecia, por ejemplo, ya absorbieron el negocio de los dinner kits”.

En cada venta online, Quesecome reúne información sobre el mercado que aplica para mejorar el producto, y suma incluso información que obtiene de encuestas. “En todo el comercio electrónico, el verdadero producto son los datos”, dice Elfver. “Y el argentino tiene tiempo, entonces contesta cuestionarios. Sobre todo cuando está contento porque recibió algo que estaba fuera de sus expectativas”.

por Marcela Basch

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