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POLíTICA | 31-12-2015 18:10

Lo mejor y lo peor del 2015

Un jurado convocado por NOTICIAS elige a los ganadores y perdedores del año. El ascenso de Macri, el papelón del Centro Cultural Kirchner y la muerte de Nisman. Ver fotos

Victoria absoluta o derrota total. Para muchos no hubo grises en este movido 2015. En un año en que la mayoría de los argentinos se dirigieron seis veces a las urnas, era imposible escaparse a las definiciones. Pero era difícil imaginar que iban a ser tan contundentes. Como se reflejó en el voto de los distintos jurados que NOTICIAS convocó especialmente para su habitual encuesta de lo Mejor y lo Peor, el kirchnerismo fue vapuleado, a la par que creció la figura de Macri y de los suyos. En todas las ternas polémicas, el anterior oficialismo ganó con comodidad y sin competencia, logrando récords curiosos, como el caso del ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández: fue considerado el peor y el más antipático del mundo de la política, repitiendo este último galardón por segundo año consecutivo y por tercera vez en total.

Pero no sólo los personajes que manejaron el país durante la última década fueron recordados. Varios de los sucesos más espectaculares de los últimos 365 días, como la novela por el traspaso del bastón presidencial o la construcción del polémico Centro Cultural Néstor Kirchner, también ganaron una mención especial. En su tan anunciado año, el fin de ciclo y su agonía se llevaron la mayoría de las medallas.

El cambio. Como ocurrió con el Sillón de Rivadavia, es la primera vez que alguien que no es radical ni peronista ocupa el lugar del mejor político del año en la encuesta que NOTICIAS realiza desde el 2000. Con amplia ventaja, Mauricio Macri, que ya había compartido el mismo lugar en el 2014 junto a Sergio Massa, fue elegido como el número uno de su mundo. No podía ser de otra forma: contra casi todos los pronósticos, el líder del PRO superó la victoria pírrica que supuso el ajustado ballottage de Rodríguez Larreta contra Losteau en la Ciudad y logró consagrarse meses después con la Presidencia.

A semanas de haber logrado el cargo que deseaba desde hace mucho tiempo, el jurado –integrado por periodistas, intelectuales, políticos, empresarios– votó en masa a Macri y lo dejó bastante por arriba del resto. Un hecho no menor es que, en contraste con lo que venía ocurriendo durante casi toda la “década ganada”, este año muchos nombres fuertes del kirchnerismo se prestaron a participar. Ya alejados del poder máximo, políticos como la jefa del bloque K en Diputados, Juliana Di Tullio, el ex vicegobernador de la Provincia, Gabriel Mariotto, o el presidente del PJ porteño, Víctor Santa María, entre otros, contestaron la trivia de NOTICIAS. Dato de color: a diferencia de lo que ocurrió en el macrismo, que eligió a distintas figuras de su espacio y diversificó su sufragio, la mayoría de los simpatizantes o funcionarios de la antigua administración no dudaron en votar de manera unánime a la Jefa.

Sin embargo, en ninguna de las otras ternas hubo tanta diferencia entre el primero y el resto como en la del político más antipático: Aníbal Fernández, el gran organizador de la derrota K, se llevó casi la mitad de los votos. Después del desastre electoral contra María Eugenia Vidal, que anticipó y para muchos catapultó la derrota del FPV en las elecciones nacionales, el ex jefe de Gabinete arrasó como el peor de su mundo. Con frases soberbias, que entraron al lado del cajón de Herminio Iglesias en el manual de los suicidios políticos –entre las más recordadas están “gano por 10 puntos, apuesto un lechón” o “Vidal necesita GPS para cruzar Avellaneda”–, el hombre de los bigotes tenía un lugar asegurado en esta encuesta. Es interesante resaltar que las personas que más veces conquistaron el podio del político más antipático, en esta encuesta que lleva 15 años, son dos antiguos funcionarios que comparten apellido como lo hicieron con su cargo: Aníbal y Alberto Fernández, dos ex jefes de Gabinete del kirchnerismo, fueron elegidos en tres ocasiones y se sitúan en lo más alto del historial.

El fin. El gobierno de Cristina Fernández y su anunciado final hicieron lo suyo para llevarse varias distinciones. El fracaso político de Daniel Scioli, la resistida vía por la cual el kirchnerismo quiso aferrarse al poder, fue elegida como la frustración del año por propios y ajenos: ningún otro suceso pudo opacar la derrota de un candidato que se suponía que, con el apoyo de CFK, iba a ganar las elecciones con comodidad. A pesar de haber triunfado en la interna no oficial entre los posibles candidatos del FPV y de haber logrado la titánica tarea de convencer a la mayoría de los simpatizantes del kirchnerismo, Scioli no logró su propósito y hoy es mirado con recelo aun entre los que hace sólo unos meses lo defendían a capa y espada.

Quizás el premio que se lleva Axel Kicillof no sea propiedad exclusiva del 2015: su camino hacia la medalla como peor funcionario, que repite por segundo año consecutivo, arrancó desde mucho antes. Para el ex ministro de Economía, el anuncio del fin del cepo y el hecho de que el país siga estando en pie –algo que el kirchnerismo auguraba imposible– supuso la prueba fehaciente del fracaso del cerrojo cambiario que su administración implantó. Producto también de la inestabilidad política de la agonía K fue el culebrón del traspaso del bastón: el tire y afloje entre Macri y CFK que tuvo en vilo al país durante semanas y que salió ganador como el papelón del año. Como si fuera una pelea de niños caprichosos, nadie quiso dar el brazo a torcer sobre el lugar donde realizar el acto y al final, luego de no ponerse de acuerdo, la ausencia de Cristina durante la jura del nuevo Presidente lastimó más de una conciencia.

Como contracara de una gestión defectuosa, Florencio Randazzo ganó la medalla al mejor funcionario. En un año muy complicado para el ex ministro de Transporte, donde debió dejar de lado sus aspiraciones presidenciales y autoconvocarse a un ostracismo mediático, Randazzo demostró su chapa y fue elegido como lo más destacable del último año del kirchnerismo. Además de lidiar con el fantasma de la tragedia de Once, “Floppy” tuvo que enfrentarse a la crítica de muchos de los suyos que no le perdonaban cada vez que salía a airear los trapos de la interna K.

Amplia diferencia. Aunque la dicotomía K-anti K se sigue manteniendo, Alfredo Leuco y Roberto Navarro lograron arrebatar luego de tres años consecutivos el puesto al binomio Lanata/Víctor Hugo, como mejor y peor periodista respectivamente. En un año cargado de polémicas para el conductor de C5N, Navarro consiguió figurar por primera vez en la encuesta de NOTICIAS, aunque seguramente no como él querría. Sin embargo, era muy difícil cualquier otro resultado: luego de los papelones inolvidables que protagonizó, como el blooper en su programa cuando aseguraron una victoria electoral de Scioli “por amplia diferencia” o el insulto vía telefónica y con micrófono abierto a sus compañeros por abandonar el buque que se hundía, el periodista ultrakirchnerista tenía todas las fichas para ganar como el peor entre los de su oficio. A pesar de haber vuelto al canal, luego de un entredicho en el que llegó a denunciar un intento de censura por parte del gobierno de Macri, sigue siendo una incógnita el futuro de un hombre que creció a la par de la antigua administración.

Leuco, por otra lado, confirma su exitoso año al ser galardonado como el número uno del periodismo por tercera vez según la encuesta de NOTICIAS. En el 2015, además de publicar un libro best seller sobre el fin de ciclo titulado “Juicio y Castigo”, el hombre de Radio Mitre cumplió un sueño que tiene cualquier padre: trabajar hombro con hombro junto a su hijo. Con Diego compartieron este año la pantalla de TN, mientras que también se cruzaron diariamente con un pase de programas en la emisora. Aunque NOTICIAS no revela el voto de los jurados que participaron, no está de más aclarar que para Diego la familia es lo primero.

Un país de locos. En pocos lugares del mundo puede darse lo que vivió Argentina en el 2015: la muerte, aún no resuelta, de un fiscal de la Nación que investigaba a la entonces presidenta, y el emplazamiento de un edificio gigantesco que tiene mucho más de monumento que de Centro Cultural. Hay que destacar que el fallecimiento de Alberto Nisman, un torbellino político que sacudió al país en vida y también después, es un hecho que ocurrió en enero y es notorio que muchos jurados todavía lo recuerden y lo hayan consignado como el escándalo del año.

Muchas de las caras que transitaron estas páginas, sean políticos, periodistas o empresarios –aunque quizá no sea el caso de Hugo Sigman, CEO del Grupo Insud y ganador de este año–, se despiden de esta encuesta hasta nuevo aviso. Los personajes que protagonizaron la “década ganada”, que despertaron amores y odios, que supieron ser idolatrados como héroes u odiados como los malos de una película, y que fueron destacados por sus logros y por sus errores por el jurado, probablemente no vuelvan a figurar en lo Mejor y lo Peor: es lo que se llama cambio de época.

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