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COSTUMBRES | 05-01-2016 18:48

Fitters, la tribu del fitness

Comen sano, hacen actividad física intensa y se intercambian recetas y secretos en Instagram. Por qué el verano es su mejor estación.

Cuando hace dos años Agustina D’Andraia se vio en las fotos del festejo del cumpleaños de su papá, no se reconoció. Se vio gorda, hinchada, enorme al lado de la figura flaquita y pequeña de su padre. Y entendió que la falta de ejercicio y el abuso de la comida llena de harinas y grasas la estaban llevando por un camino peligroso. La continuación de su historia podría haber sido un relato de dieta común y corriente, pero cuando la primera nutricionista a la que consultó le dio un régimen fotocopiado clásico, ella eligió seguir investigando. Le pareció que priorizar un cuerpo sano no tenía por qué ser tan aburrido y metódico. Y tenía razón. Dos años después, 10 kilos y 15% de grasa corporal menos, Agustina inspira a sus más de 40.000 seguidores en Instagram con sus platos y sus rutinas de entrenamiento, y es la autora del novísimo libro “Diario de una chica fit”, donde cuenta su travesía a una vida mucho más saludable. Ella y su constancia son el fiel reflejo de una tendencia en alza, que pretende superar las modas y convertirse en hábito: la tribu de los “fitters”, próximos reyes del verano que comienza.

Cuentas fit. El fitness, propiamente dicho, es una actividad física que se planifica y sigue regularmente en el tiempo con el propósito de mejorar o mantener el cuerpo en buenas condiciones. Pone énfasis en que la salud física es el resultado del ejercicio regular, una dieta y nutrición adecuados y un descanso apropiado para la recuperación. Puede implicar muy diversos tipos de entrenamiento, pero apunta a un estilo de vida completo. Y así, aquellas personas que se autodefinen como “fit”, encarnan este compromiso de crear hábitos saludables y disfrutables a la vez, posibles entonces de sostenerse en el tiempo. “La idea del fitness es aprender cómo funciona nuestro cuerpo y cómo alimentarlo de la mejor manera, para así lograr cualquier meta: bajar grasa, aumentar músculo o mantenerse en el peso”, ilustra D’Andraia.

La revolución se siente sobre todo en Instagram. En la red social para compartir fotos, los cambios se aprecian y admiran con rapidez. Por eso es el espacio preferido de muchos “fitters” para compartir sus logros y esfuerzos. Agustina (@agusdandri) no sólo es una de las más activas, si no también de las pioneras locales. Cuando ella comenzó su desafío, descubrió que mientras en Estados Unidos, Europa y otros países latinos como Venezuela, México, Brasil y Colombia proliferaban las cuentas a favor de esta tendencia, en Argentina los resultados eran escasos o nulos. A medida que sus posteos se fueron haciendo regulares, sin embargo, comenzó a encontrar a otros en la misma cruzada, y resultó a la vez inspiración para muchos en la búsqueda de un cambio. Por estos días, ha formado un grupo de amigas reales con las que se llaman “la fit family”, entre las que se incluyen cuentas como @eatcleanok (furor con sus posteos de recetas saludables y riquísimas), @thehealthyblogger, @serfitnesss, @nutricion.salud.arg y @weekitfit, entre otras. Si bien no todas han sufrido una transformación tan drástica como la de Agustina, se hermanan en compartir sus rutinas de entrenamiento y recetas de comida saludable. Sus seguidores agradecen en “likes” y comentarios la inspiración y motivación, y elogian seguido sus cuerpos marcados.

Y como no podía ser de otra manera, también hay famosas que se suben a esta tendencia. Entre las locales, resaltan Pía Slapka (@piaslapka) y su renovado amor por el running, Jimena Cyrulnik (@jimecyru) y sus constantes rutinas en el gimnasio y al aire libre, Luli Fernández

(@lulifernandezok) y su entrenamiento funcional, Magui Bravi (@maggiebravi) y sus infartantes fotos post actividad y Andrea Bursten (@andybursten) y su ya reconocido físico esculpido. Muchas practican el arte de la “welfie”, la versión de la selfie que se hace post entrenamiento, casi sin maquillaje y hasta con transpiración y cara de esfuerzo. Entre las cuentas internacionales, en tanto, se destacan las hermanas Khloé y Kourtney Kardashian (@khloekardashian y @kourtneykardash), grandes posteadoras de fotos en gimnasios, la actriz Kate Hudson

(@katehudson), que suele compartir sus progresos (y sufrimientos) con gran honestidad, y la modelo y actriz Rosie Huntington-Whiteley (@rosiehw), una chica fit que practica variados entrenamientos.

A sudar, mi amor. Según la premisa del fitness, el balance entre alimentación y entrenamiento debería ser un 70-30%. Porque como suele decirse en este ámbito, los abdominales en realidad se hacen en la cocina. Pero si bien la dieta es absolutamente fundamental y ocupa mucho del contenido sobre este tema (ver recuadro), el ejercicio es la pata complementaria, que permite que ese cuerpo que adelgazó gane masa y fuerza muscular, en lugar de verse flácido y poco tonificado.

En ese camino, la gran mayoría de los fitters reivindican las rutinas de musculación con pesas, además de mezclar las actividades. “Yo trato de ser variada con el entrenamiento, para no aburrirme. Cambio cada mes mi rutina de musculación con pesas y la combino con clases de crossfit y algunas que me tienten del gimnasio”, ilustra D’Andraia, quien asegura que lo mejor, además de encontrar el tipo de ejercicio que motive a mantenerlo en el tiempo, es combinar pesas con trabajo aeróbico. “Es que el fitness toma conceptos y prácticas del fisicoculturismo, pero los adapta a un estilo de vida más urbano y cotidiano”, agrega.

Daniel Tangona, reconocido entrenador y especialista en fitness, está de acuerdo. “Las mujeres no deberían tenerles miedo a las pesas. No es verdad que pueden quedar infladas como profesionales, eso sólo puede pasar si consumen hormonas. Si hacen ejercicio con peso adecuado, van a lograr una forma redondeada y torneada en sus músculos, muy agradable. Es una parte más que necesaria del entrenamiento”, sentencia. Aunque consultado específicamente acerca de esta nueva tribu urbana, pone algún reparo: “Celebro cualquier tipo de incentivo a la actividad física y el movimiento, pero creo que todo exceso es malo. No creo en internarse todos los días en el gimnasio, y no me gusta la mujer demasiado marcada. De hecho, el músculo crece en el descanso, y el Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana, lo cual sería ideal dividir en tres entrenamientos”. D’Andraia, aunque admite haber encontrado su punto justo en cinco días a la semana de ejercicio, coincide en que el reposo es vital para ver resultados, y lo destaca como una de las premisas de este movimiento.

Pero además de pasar bastante tiempo en el gimnasio, el estilo de vida fit propone aprovechar todas esas oportunidades para hacer ejercicio en la vida cotidiana, como subir más por la escalera y menos por ascensor o caminar en vez de usar el auto cuando la distancia son pocas cuadras. Y cuando el tiempo lo permite, siempre hacer actividad física afuera. La playa es y será el marco más que perfecto.

Aquí Tangona, ícono de las clases en Punta del Este, sí coincide y aplaude: “No hay como hacer ejercicio al aire libre, especialmente para personas sobrecargadas de estrés y tensiones, ya que el cortisol se libera con más facilidad en el exterior. Ejercitarse afuera trae vitalidad; no sólo se respira aire puro si no que también se recibe vitamina D y se aprecia la naturaleza. Y el cambio de paisaje favorece la distracción y motiva a esforzarse más. Un gran combo”.

Mientras las enfermedades por mala alimentación van en alza y el sedentarismo impera como práctica cómoda, los fitters, la nueva tribu urbana, se plantan y proponen un cambio de hábito. Ojalá no sea sólo una moda.

por Vicky Guazzone

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