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SALUD | 14-02-2016 00:30

Epidemias por mosquitos: la invasión microscópica

Una vacuna contra el dengue fue aprobada en 3 países y otras 5 están en etapas de prueba. Verdades e interrogantes del virus Zika.

Mientras se escribe esta nota más noticias son difundidas a través de las redes sociales. Nuevas directivas son dictadas por los organismos de salud más reconocidos del mundo (la Organización Mundial de la Salud, el Centro para el Control de Enfermedades, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos) y más evidencias se van acumulando a las que ya se vienen analizando desde hace casi seis meses. El virus Zika vivió más de seis décadas sin que se repara demasiado en él; hoy, tiene en alerta a epidemiólogos, virólogos, laboratorios farmacéuticos, centros de salud pública. Lo que es peor, no viene solo: llega con dos virus más, todos cabalgando sobre un mismo transmisor (vector). El mosquito Aedes aegypti, azote de poblaciones inmersas en zonas subtropicales, se transformó en el villano de la década. Transportando a los virus del dengue, el zika y la chikungunya, ya no es visto como un habitante de zonas pobres y lejanas a los núcleos urbanos de poder. Ahora, las luces están sobre él. Y sus pasajeros.

Dengue. En la última década el dengue saltó de las últimas páginas a la primera plana del mundo infectológico en los países más ricos. “Comparada con la situación que había hace 50 años, la incidencia del dengue a nivel mundial aumentó 30 veces –describe Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, OMS-. El dengue es la enfermedad viral transmitida por mosquitos más importante del mundo”.

La realidad es que, según la OMS, cada año entre 50 y 100 millones de personas se infectan con el virus del dengue en una centena de países, y 20 mil de ellas mueren. Estas cifras son sobre casos reportados, pero hay una enorme cantidad de enfermos que no van a un médico y sobreviven (o fallecen) sin saber que el dengue estuvo en sus cuerpos. Tal es la incidencia de la enfermedad (y los gastos que le ocasiona al sistema de salud, entre 514 y 1.394 dólares), que la OMS fijó metas mundiales para frenarla. El objetivo es que para el año 2020, la mortalidad se reduzca en un 50% y la morbilidad, en un 25%.

Al control epidemiológico, al trabajo con la comunidad para erradicar el mosquito, a la detención temprana de los contagios, se le suma ahora una nueva herramienta: una vacuna, aprobada en diciembre por tres países, Filipinas, México y Brasil. En la Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación se preparaba al cierre de esta edición para analizar el tema. Además de esta vacuna, otras cinco están en diferentes estadíos de prueba (Ver Infografía).

La vacuna aprobada se llama Dengvaxia y pertenece a la farmacéutica francesa Sanofi Pasteur. Dengvaxia está diseñada para convencer al sistema inmune de los seres humanos para que fabrique anticuerpos cuando las cuatro formas de virus del dengue. La columna vertebral de la vacuna es una versión atenuada del virus de la fiebre amarilla sobre la cual se replican proteínas del dengue.

Los ensayos clínicos para demostrar la seguridad y eficacia de la vacuna incluyeron a 35 mil personas. Las primeras pruebas se hicieron en Asia y las finales en cinco países de América Latina: 20.869 niños de Brasil, Colombia, Honduras, México y Puerto Rico participaron del ensayo. Todos ellos estarán siendo seguidos hospitalariamente durante tres años más, como parte del programa de testeos de la vacuna.

La vacuna es tetravalente, lo que implica que actúa contra cualquiera de las cuatro cepas que presenta el virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4). Pero los efectos distan de ser perfectos: su eficacia es del 60% y se aplica solo entre la población que tiene entre 9 y 45 años, lo que deja fuera de su protección a los niños pequeños y a los ancianos. Por otro lado, la eficacia de Dengvaxia es levemente inferior para los casos de dengue I y II, y mejora cuando la infección es producto de dengue III y IV. En los casos graves de la enfermedad, la eficacia alcanza un 95%. La otra contra es que se aplica tres veces, a lo largo de un año.

Es decir que aún en aquellos países en los cuales la vacuna fue aprobada en diciembre, la población de entre 9 y 45 años no estará protegida sino hasta un año después de haber sido inoculada, para algún momento del 2017. “Esta vacuna es útil en aquellos países donde el dengue es endémico, porque la protección aumenta en los pacientes que que previamente tuvieron la infección –explica el infectólogo Daniel Stamboulian, presidente de FUNCEI-. En el caso de nuestro país la Organización Panamericana de la Salud (OPS) no la recomienda, y yo no la veo útil porque nosotros no tuvimos muchos infectados, salvo en el 2009 donde hubo 26.649. Como vacuna del viajero tampoco sería útil, porque hay que dar tres dosis en un año, a menos que esto pueda ser simplificado por el laboratorio”. Y agrega: ¨Primero queremos ver cómo actúa en México y en Brasil¨

Pero hay otras vacunas en el tablero. Una de ellas fue creada por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en los Estados Unidos. Actúa sobre los cuatro serotipos del dengue, cada uno de los cuales fue atenuado removiendo pequeñas partes del virus. Las cepas de esta vacuna (denominada TV003) fueron licenciadas a diferentes fabricantes de países en desarrollo. Uno de ellos es el Instituto Butantan, el principal productor de inmunobiológicos del Brasil. Vietnam y la India también recibieron muestras de la TV003 y están desarrollando sus propias vacunas.

La vacuna desarrollada por Butantan es la más avanzada (Brasil tuvo 1,5 millón de casos de dengue en el 2015) y en el nuevo ensayo de fase III que probará la eficacia de la sustancia se enrolaron 17 mil personas sanas de entre 2 y 59 años de 13 ciudades. Se aplica con una dosis única y las pruebas están planificadas para durar cinco años, aunque se espera recolectar datos concluyentes sobre la eficacia de la vacuna en dos años.

Virus Zika. Vacuna es el concepto dorado, también, para el caso de otra enfermedad que los científicos conocen desde 1947 pero que pasó casi inadvertida a nivel mundial hasta hace unos seis meses. Revista NOTICIAS informó en su edición del 5 de diciembre que Brasil estaba siendo sacudido por una nueva epidemia, sobre la que pesa la sospecha de provocar graves malformaciones en los fetos. Malformaciones que dan como resultado bebés con microcefalia o cerebros más pequeños que lo normal. Para esa fecha, especialistas de Brasil ya habían hallado en el cerebro de dos niños con microcefalia que murieron a las pocas horas de nacer, trazos del virus Zika. Los restos del microorganismo también había aparecido en el líquido amniótico y en la placenta de varias mujeres embarazadas que llevaban en su vientre fetos con malformaciones.

En el caso del virus Zika, la vacuna es una alternativa aún lejana, no antes de cinco años. Mientras tanto, la realidad es que pocas son las certezas que rodean al Zika, y muchas las dudas científicas.

En lo que a la microcefalia se refiere, los expertos tienen evidencia fuerte, pero también poseen el dato de que no todas las mujeres que se han enfermado con el virus Zika dieron a luz bebés con cerebros malformados. No se sabe en qué momento de la gestación el virus podría ser más peligroso, ni cuáles son las características de las mujeres que han parido bebés enfermos, frente a las que dieron a luz niños sanos aún habiéndose contagiado ellas con el Zika. Es por eso que los científicos deberían estudiar el efecto del virus sobre ratas preñadas. Pero todo está ocurriendo tan de golpe que todavía no hay un modelo animal, una especie que se enferme tal y como lo hacen los seres humanos de Zika.

Otro dato que aporta a la relación microcefalia-virus es que la cantidad de bebés nacidos con esta malformación saltó exponencialmente el año pasado en Brasil. De los 175 casos al año que registraba ese país, las malformaciones cerebrales treparon a los 4 mil casos desde octubre. Sin embargo, aquí también hay un pero: los expertos dicen que la microcefalia de años previos fue subcalculada o no informada, porque no responde al porcentaje de nacimientos con ese problema que suele verse, en promedio, a nivel mundial: 12 casos por cada 10 mil bebés nacidos. En Brasil nacen 3 millones de niñitos por año.

Para complicar el panorama de las hipótesis, hay especialistas que creen que aún en los casos en los que el Zika no provocó microcefalia en los bebés, sí pudo causar otras anomalías invisibles. Sin ser el origen de deformidades, el virus podría interferir en el desarrollo normal del cerebro del foto y desencadenar, luego, trastornos como pérdida de audición y vista, o cerebros lisos cuando deberían ser rugosos y con circunvalaciones.

Otra de las grandes preocupaciones en torno del Zika es si despierta o genera la aparición del síndrome de Guillain-Barré, una condición neurológica que induce parálisis progresiva en los enfermos. Aunque la mayoría logra curarse a lo largo de los meses, algunos no lo logran y mueren. Algunos países informaron haber tenido un aumento de casos de este trastorno desde que padecen la epidemia de Zika: Brasil es uno de ellos, junto con Colombia y El Salvador, que registró 46 casos en las últimas cinco semanas, cuando lo normal es que haya 14. Pero los científicos deben estudiar la relación, para puntualizar si realmente el virus Zika es responsable de este incremento, y quién está más en riesgo de desarrollar el síndrome. Además, es fundamental saber si es el virus el que causa la aparición de Guillain-Barré, o si es el sistema inmune del paciente luchando contra el virus el que lo despierta.

La pregunta del millón es por qué este virus, descubierto en 1947 en la selva de Zika (Uganda) y considerado “insignificante” por décadas, de pronto desata una “alerta mundial” de la OMS, el pedido de Barack Obama al Congreso estadounidense de una partida de 1.800 millones de dólares y la entrega de 800 millones del verde billete a los CDC. Es que, súbitamente pero de a poco, Zika empezó a hacerse oir. Fue en el 2007 que se desató un brote en Yap (Micronesia), y en el 2013 cuando uno más estalló en la Polinesia Francesa. En ambos casos hubo aumento de microcefalia y de síndrome de Guillain-Barré.

¿Qué pasó? ¿Por qué ese salto? ¿Por qué ahora se sabe que el virus se transmite por vía sexual y también por vía sanguínea, a punto tal que se está pidiendo a la población que use siempre preservativos si tiene sexo tanto oral como vaginal o anal con alguien que estuvo en las zonas de epidemia? ¿Por qué de pronto el virus provoca tan serias consecuencias sobre algunas de las personas que infecta?

Los científicos empiezan a analizar las secuencias genéticas de los nuevos virus Zika para compararlas con las de décadas anteriores y así comprobar si es que el virus mutó.

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