Friday 29 de March, 2024

POLíTICA | 05-03-2016 09:22

Stiuso: vendetta engañosa

Las mentiras que el ex espía busca instalar y su plan para destruir enemigos. Detalles inéditos de su declaración y el cruce con NOTICIAS.

Antonio “Jaime” Stiuso abandonó el juzgado de Fabiana Palmaghini a las 2.45 AM del martes 1 de marzo. Se fue escoltado por sus dos abogados –Santiago Blanco Bermúdez y Julián Subías– y por dos agentes de la Policía Federal. Cuando llegó a la escalera más cercana, en el quinto piso del Palacio de Tribunales, este cronista lo estaba esperando.

Noticias: Stiuso, soy el periodista que lo entrevistó. ¿Podemos hablar?

De inmediato, su abogado Subías salió al cruce, lo abrazó y evitó el acercamiento. “Él no puede estar acá. No puede estar acá”, gritaba el abogado mientras bajaba la escalera. Por radio y cuatro escalones más atrás, Blanco Bermúdez daba aviso al chofer que los estaba esperando sobre la salida de la calle Tucumán. “Estamos saliendo”, avisó. En ese momento, el ex director general de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, con una leve mueca, le hizo una pregunta a uno de sus abogados. “¿Quién es?”, en referencia a este periodista.

Esa pregunta inesperada, disparó algunas dudas sobre la naturaleza del ex espía más temido de la historia argentina. ¿Stiuso no está tan informado como se cree? ¿Está un poco senil y se olvida de las cosas? ¿O es un mentiroso? En 14 horas de declaración (empezó a las 10 de la mañana del lunes 29 y terminó a la 1 de la madrugada del día siguiente) pudo asegurar que al fiscal Alberto Nisman lo mató una organización vinculada al gobierno kirchnerista y que se trató de una “burda operación” para simular un suicidio, pero no puede recordar a quién le dio su primera entrevista.

El cruce fue fugaz, la policía bloqueó cualquier posibilidad de acercarse, pero en ese breve camino por la escalera NOTICIAS pudo comprobar que está más delgado que en la foto que se publica en estas páginas. Es un hombre bajo, de alrededor de 1,65 metro, con arrugas marcadas y dos entradas bien pronunciadas en su pelo canoso. Su color de piel estaba tostada y vestía un saco gris, camisa blanca, jeans y zapatos. En su hombro izquierdo llevaba un bolso negro lleno de papeles.

Del juzgado se fue sin su celular. La jueza Palmaghini se lo secuestro al ver que mucha de la información que aportaba sobre registros telefónicos y mensajes los miraba en ese momento de su teléfono. “Va a tener que dejar el aparato”, le dijo Palmaghini. “Está bien”, respondió Stiuso mientras a un costado el abogado de Diego Lagomarsino, Gabriel Palmeiro, tomaba notas y la fiscal Viviana Fein junto con Manuel Romero Victorica, abogado de las hijas de Nisman, salían a fumar al pasillo.

Engaños. Stiuso llegó a la declaración testimonial con un escrito que le entregó a la jueza, quien lo leyó frente a todas las partes. Con esa jugada desconcertó a todos los presentes, quienes  apuntaron las preguntas en dirección a lo que él quería contar. De esa manera delineó los trazos de su vendetta contra sus principales enemigos: Cristina Fernández de Kirchner, Carlos Zannini y Aníbal Fernández. También mencionó al ex jefe del ejército Cesar Milani sin que se lo preguntaran. La habían consultado acerca de su relación con Iván Velázquez, un hacker que fue procesado por pinchar mails de funcionarios. Le preguntaron si sabía que Velázquez había trabajado para la PSA o Aníbal Fernández. Stiuso respondió que él lo había echado de la SIDE y que sabía que Velázquez había hecho trabajos para Fernández y la PSA. Hizo un silenció y agregó: “También sé que hizo trabajos para Milani”. Nadie se lo preguntó, pero él lo agregó. Quería que quedara asentado.

En el escrito que llevó también le puso una zancadilla a la fiscal Viviana Fein cuando se refirió a la primera vez que había declarado en febrero de 2015. Afirmó que le habían preguntado “si relacionaba la muerte de Nisman con su rol funcional”. “Había respondido que sí y no quedó asentada la respuesta”, indicó. Lo cierto es que esa declaración fue firmada por Stiuso. Si Fein no dejó asentado que él había dicho que Nisman habría sido asesinado. ¿Por qué la firmó? ¿No se dio cuenta en ese momento?

Otro episodio que Stiuso acomodó en su relato fue el atentado que sufrió su amigo, el asturiano Javier Fernández el 5 de octubre de 2011. El auditor general de la nación que ofició como operador judicial del kirchnerismo iba con su auto junto a su chofer Rodolfo cuando una moto con dos ocupantes se le acercó y comenzaron a disparar. Ninguno salió herido pero el episodio llamó la atención por la similitud con un mensaje mafioso.

En su declaración, Stiuso afirmó que ese tiroteo había sido porque él y su gente, habían decidido desobedecer las órdenes presidenciales de no investigar a los iraníes en la causa AMIA porque se estaba negociando el memorándum con Irán. Sin embargo, NOTICIAS habló con allegados a Fernández que recordaron que ese episodio habría estado vinculado a una pelea entre el auditor y el empresario Raúl Moneta. Nada que ver con Irán.

También dijo que el asesinato de Pedro “Lauchón” Viale fue un episodio más de la guerra que se desató por el memorándum con Irán. Stiuso dijo que esa noche él iba a ir a cenar y al final no fue. A la madrugada, el grupo Halcón de la Policía Bonaerense allanó la casa de Viale y lo acribilló. Ese episodio fue enmarcado en una lucha de poder entre Stiuso y un sector de la Bonaerense liderado por el entonces Comisario General Hugo Matzkin. Incluso, a fines de 2014 hubo una reunión en la Secretaría de Inteligencia entre Francisco “Paco” Larcher, en aquel momento jefe del organismo, Daniel Scioli y Stiuso. “Jaime” hizo referencia a ese encuentro en su declaración y afirmó que Scioli preguntó: “¿Cuántas muertes más vamos a tener que lamentar por esta guerra?”. El entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires había ido para calmar las tensiones entre Stiuso y Matzkin. Otra vez: nada que ver con Irán.

El único episodio que podría tener relación con su pelea con CFK es una causa que le inicia el ex fiscal José María Campagnoli por pedido de la procuradora Gils Carbó cuando había desaparecido Alfonso Severo, un testigo del crimen de Mariano Ferreyra. Contó que por esa denuncia casi le allanan la casa.

por Rodis Recalt

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