Thursday 28 de March, 2024

POLíTICA | 15-05-2016 17:20

Cristóbal López e Ingrid Grudke, de shopping en Miami

El zar de los medios K se fue a Estados Unidos con su novia. A la vuelta lo esperan embargos, allanamientos y más jueces.

Mientras la diputada nacional Margarita Stolbizer denunciaba en la Justicia el viernes pasado que la ex presidente Cristina Kirchner y su hijo Máximo habrían recibido coimas de Lázaro Báez y Cristóbal López –causa por la que fueron imputados, al cierre de esta edición– el zar del juego paseaba, desentendido, cargando bolsas por los pasillos de un shopping de la ciudad de Miami, a esta altura, verdadero centro icónico de la movida kirchnerista.

Ajeno a las múltiples causas que enfrenta en la Justicia penal y penal económica, al empresario se lo vio muy atento el viernes 6 de mayo siguiendo a su novia, la modelo Ingrid Grudke, por los pasillos del Aventura Mall. A pesar de que ya llevaban varias horas de compras, la rubia convenció a su novio de entrar a la tradicional Macy´s, una de las tiendas por departamentos más grandes –aunque algo vintage– del país del Norte. La escena llamó la atención de los muchos argentinos, turistas y residentes, que frecuentan ese shopping, el más concurrido de la ciudad, y terminaron de despejar los rumores de una posible ruptura de la pareja que en junio cumple dos años de relación.

Relax. Sin embargo, nada parecía alterar la calma del empresario, que a esas horas era uno de los protagonistas de la imputación por cohecho en la causa Los Sauces y Hotesur, que lleva adelante el juez Claudio Bonadio, y que se perfila como la que más dolores de cabeza puede traerles a la ex mandataria y sus amigos. En su escrito, ampliado este jueves y al que le dio a lugar el fiscal Carlos Rívolo, Stolbizer declaró que tanto Lázaro como Cristóbal alquilaron propiedades a esas empresas para hacer una “devolución” de favores al ex matrimonio presidencial y a su hijo Máximo.

El modus operandi denunciado en la causa Los Sauces es similar al de Hotesur: supuesto alquiler de cuartos y propiedades que se sospecha nunca se ocuparon y en realidad se pagaban como “reintegro” por los favores presidenciales. En la causa figuran también facturas en dólares –en épocas de pleno cepo cambiario– por varios departamentos y cocheras de la ex presidente y sus hijos, que Cristóbal les alquila en el edificio Madero Center, el mismo de la financiera SGI –más conocida como “La Rosadita”– y que también fueron allanados la semana pasada por el juez Bonadio.

A este entramado judicial que coprotagoniza el dueño del grupo Indalo se le suman las denuncias de la AFIP por evasión fraudulenta de 8.000 millones de pesos de Oil Combustibles, la denuncia del Gobierno de la Ciudad por una deuda de Ingresos Brutos que asciende a 4 mil millones –y que tiene un mes de plazo para saldar–, las irregularidades descubiertas en los últimos allanamientos a varios de sus casinos en las máquinas tragamonedas, más los embargos por los despidos en C5N, radio 10 y las FM Pop y Mega, que ya suman 60 millones.

 

Ante semejante panorama, hacer shopping en Miami parece ser una buena terapia antiestrés.

por Guadalupe Vázquez

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