Thursday 28 de March, 2024

POLíTICA | 20-05-2016 17:43

Escándalo Barrientos: el Papa sospecha que fue una operación

Aseguran que Durán Barba estaría detrás de los cortocircuitos entre el Vaticano y allegados al gobierno de Mauricio Macri.

La anunciada visita de Hebe de Bonafini al Vaticano tensó hasta el extremo la cuerda entre el Gobierno y Francisco. Pero fue Margarita Barrientos, la dirigente social a la que Macri le dona su sueldo entero, la que puso la gota que rebasó el vaso cuando anunció que hace tres años el Papa se había negado a recibirla, algo tan extraño que despertó enojos hasta en el interior del PRO. Está más claro que el agua bendita: las cosas entre en el Santo Padre y el Presidente no marchan acorde con el Evangelio.

Cara cortada. Fue Barrientos la que terminó de detonar un conflicto que ya era evidente. “Francisco no me quiso recibir por mi cercanía a Macri”, acusó la dirigente, tres años después de sucedido el hecho en el que el Papa la habría evitado adrede. Las declaraciones explotaron en el círculo del Santo Padre, que jura que es una operación: incluso el propio Francisco, en un mail al que accedió NOTICIAS, aseguró que es “raro” todo este asunto. “No me queda ninguna duda de que detrás de todo esto está Jaime Durán Barba, el gurú del PRO”, dice Alicia Barrios, periodista e íntima amiga de Francisco desde hace más de 15 años, sobre el incidente con Barrientos.

Desde el Vaticano dicen que es insólita la situación. Primero porque Barrientos no se anunció como debía, teniendo en cuenta que es muy díficil acercarse a Francisco: incluso a sus amigos íntimos los hacen pasar por decenas de pruebas para reunirse, algo que vivió el propio Presidente, que en la asunción de Bergoglio estuvo al borde de no ser recibido y fue rescatado a último momento por el entonces recién entronizado Papa. También pesa el hecho de que la acompañaba Carlos Pallarols, hijo y aliado de uno de los peores enemigos de Su Santidad. Es que su padre, el célebre orfebre Juan Carlos, se peleó fuerte con otro de sus hijos, Adrián, quien es íntimo del Papa y lo llama “viejo”. Es tanta la distancia entre Francisco y la parte de los Pallarols a la que no puede ver que incluso decretó que Juan Carlos sea persona no grata en el Vaticano, motivo por el cual imágenes con el rostro del orfebre se repiten durante todo el día en el cuarto de vigilancia de la Inteligencia papal. De hecho, en el Vaticano aseguran que una vez Pallarols entró en la Santa Sede y disparó las alarmas de la Guardia Suiza que se vio obligada a literalmente arrastrarlo hasta la orilla del río Tíber, en la afueras del pequeño Estado.

Pero también en el PRO, las acusaciones de Barrientos llamaron la atención. “Alguien quiso armar algún lío con este tema, no sé quién es pero no está bien”, dice Santiago de Estrada, secretario de Culto de la Nación y muy cercano a Bergoglio cuando este era cardenal. A estas dudas por lo de Barrientos se le sumaron varias actitudes extrañas. Marcos Peña emitió un comunicado en su Facebook, “Hebe y el Papa”, dando una defensa de Francisco por la visita de la Madre de Plaza de Mayo -será el 27 de mayo- pero que también incluía algunas críticas solapadas. “Entiendo a los que se ofenden por la visita de Bonafini, es díficil encontrar a otro argentino que haya sido tan ofensivo y agresivo”, dice Peña. No es llamativo que el jefe de Gabinete se involucre: es una persona muy católica, hijo de una catequista, que incluso ha tenido varias reuniones en el pasado junto a su mujer con Bergoglio, cuando ella no podía quedar embarazada. Los que lo conocen aseguran que Peña está muy descontento con la relación que tiene el Gobierno con Francisco, e incluso dolido. Se imaginaba, como miles de argentinos, algo distinto.

Galería de imágenes

Comentarios