El empresario y supuesto testaferro K Lázaro Báez lleva casi tres meses preso en el pabellón de transexuales de la cárcel de Ezeiza, vaciado para él. Uno de sus más célebres compañeros de celda es el narcotraficante colombiano Alejandro “Gato Seco” Álvarez, que fue extraditado desde Colombia a nuestro país a mediados de abril. “Gato Seco” está acusado de liderar una organización que triangulaba cocaína al exterior desde Argentina y que se cree que lavó en nuestro país unos 900 millones de dólares. El operativo de extradición contó con más 200 policías. La causa investiga su rol como uno de los jefes del cartel Del Norte del Valle. Se lo vincula al también narco Ignacio Álvarez Meyendorff, quien fue apresado en 2011 en Ezeiza y extraditado a Estados Unidos ese mismo año. Junto con Meyendorff, “Gato Seco” está acusado de integrar la banda que en 2012 intentó enviar 280 kilos de cocaína a Europa en dobles fondos de muebles de estilo, desbaratada por Gendarmería Nacional en la denominada "Operación Luis XV".
Otro vínculo que se le adjudica al compañero de Báez es con Jesús López Londoño, alias “Mi Sangre”, quien en la actualidad enfrenta un juicio por extradición en Estados Unidos.
“Gato Seco” es otro de los presos con posibilidades de no pasarla tan mal en prisión. Al igual que Lázaro Báez y Daniel Pérez Gadín, también contrató a otro reo para que le hiciera de mayordomo y le limpiara la celda, le lavara la ropa y le cocinara, aunque no faltó oportunidad en que le tocó limpiar los baños o lavar los platos.
Álvarez llegó a la Argentina para declarar en una causa de narcotráfico que tramita el Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena, y la Secretaría de Maximiliano Callizo. Según la investigación, "Gato Seco" llegó a Argentina en 2003 y lo acusan de montar una organización que se dedicaba a triangular cocaína colombiana hacia Europa.
por Rodis Recalt
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