Es el principal rival de Papa. Y a poco tiempo de jubilarse, encendió la polémica. El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, rechazó que se hayan repartido preservativos en la Villa Olímpica, llamó “combinaciones antinaturales” a las parejas del mismo sexo, condenó a las “señoritas que cambian de ‘novio’ cinco o seis veces al año”, afirmó que sólo se debe tener sexo dentro del matrimonio con el objetivo de procrear y defendió la castidad como método para poner fin a la “cultura fornicaria”. Todo eso fue lo que publicó en una columna. Sus dichos generaron un masivo rechazo y el INADI analiza tomar medidas. Sin embargo, la mayor polémica la produjo hacia el interior de la propia institución eclesiástica.
“Está en retirada y es un provocador. En poco tiempo va a presentar su renuncia y escribe estas cosas para conseguir una respuesta del otro lado y generar más ruido”, afirmó a NOTICIAS una fuente cercana a Francisco. Por este motivo, nadie dentro de la jerarquía eclesiástica quiso hablar del tema. Para los rivales de Aguer, el escrito solo fue un “último manotazo de ahogado de alguien que perdió todo el poder”.
La rivalidad entre los religiosos tiene décadas. Aguer representa a la “iglesia dura” mientras que Bergoglio logró convertirse en un referente para los que piden mayor apertura y cercanía con los fieles. Sin embargo, monseñor perdió la pelea el día que su enemigo se convirtió en Papa y no tuvo problemas en mostrar su molestia: la catedral de La Plata fue la única del país en la que no sonaron las campanas.
Poco tiempo después Aguer presentó su renuncia pero Francisco su rechazó. En ese tiempo, desde el entorno del máximo pontífice explicaron: “A sus enemigos los va cocinando a fuego lento. Ellos están esperando que golpee de frente”. Se trata de la misma estrategia que están utilizado en este momento Se trata de la misma estrategia que utiliza hoy el entorno papal sobre las declaraciones que el arzobispo publicó en el diario El Día: dejar que su imagen se desgaste por sí sola.
Consecuencias. Pese al silencio de la Iglesia, Aguer sí consiguió respuestas de las organizaciones civiles y de funcionarios públicos. El secretario de Derechos Humanos secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, afirmó que el párroco "merece el rechazo de todos" y afirmó que en su texto había una "posición autoritaria" y "discriminadora". De hecho, el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (INADI) se encuentra analizando qué medidas tomar.
Galería de imágenes
Comentarios