★★★1/2 Basada en la historia real del agente de aduanas que se infiltró en el mundo de Pablo Escobar, este thriller opta por el realismo y por apoyarse en un par de actores en estado de gracia, como Cranston –especialista en seres que deben ocultar quiénes son, como lo demostró en “Breaking Bad”– y Leguizamo. Mantiene la tensión todo el metraje y eso es un mérito que pocas películas logran hoy.
por Leonardo D’Espósito
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