Thursday 28 de March, 2024

SALUD | 25-09-2016 00:00

Esketamina, esperanza de cura para la depresión aguda

La agencia que regula los medicamentos de los EE.UU. aprobó para 2017 un spray nasal que actúa a las cuatro horas de aplicado.

"No había la menor diferencia entre que me dieran un pasaje para ir a Europa o un boleto para viajar en un crucero alrededor del mundo, porque donde quiera que yo estuviese – arriba de un barco, en un café de París o en Bangkok-, siempre estaría bajo la misma campana de vidrio, siendo lentamente cocida en mi propio aire viciado”. Así, bella y tristemente, describía la poeta estadounidense Sylvia Plath el sufrimiento provocado por la depresión, en la novela “La campana de cristal”. La obra estaba inspirada en un episodio ocurrido durante el verano de 1952, cuando ella tuvo un intento de suicidio. Con depresión severa, Sylvia alcanzaría su objetivo once años después, a los 30 años de edad. Puso su cabeza dentro del horno de su casa y prendió el gas, cuando los niños dormían.

Ahora, por primera vez, surge una esperanza concreta de que las personas con tendencias suicidas puedan tener un destino menos trágico.

La FDA, la agencia que regula medicamentos y alimentos en los Estados Unidos, clasificó una sustancia denominada esketamine como una “terapia innovadora” en el tratamiento de la depresión aguda asociada al suicidio. Hace un mes, el fabricante del fármaco, el laboratorio belga Janssen, dio a conocer un comunicado oficial en el que anunciaba: “La FDA otorgó la decisión de terapia innovadora a la esketamina, una medicación antidepresiva en investigación, indicada para el tratamiento de la depresión con riesgo inminente de suicidio”.

Con la aprobación, prevista para el 2017, podría transformarse en el primer medicamento que sirva de freno a la decisión de poner fin a la propia vida. Esta es la segunda vez que la esketamine recibe una designación de la autoridad reguladora estadounidense: la primera vez fue en el año 2013, cuando la catalogó como “terapia de avanzada para la depresión resistente al tratamiento”.

La designación de la FDA busca acelerar los plazos para el desarrollo y revisión cuando la evidencia clínica preliminar indica que el fármaco puede demostrar una mejora sustancial en uno o más puntos clínicamente significativos con respecto de las terapias disponibles para tratar la depresión mayor.

Mecanismos

La esketamina tiene una característica que difiere de todas las otras drogas existentes para combatir la depresión: actúa en el organismo ya a partir de las cuatro horas de haber entrado en el mismo. Los antidepresivos actuales solo muestran resultados después de tres o cuatro semanas de consumo regular y continuado. La rápida acción de la esketamina es lo que la convierte en el fármaco más adecuado para proteger a la persona con tendencia al suicidio.

La velocidad con la que el compuesto rescata a la persona que sufre de depresión aguda y severa se deriva de la forma en que funciona el cerebro. La esketamina regula los niveles cerebrales e uno de los neurotransmisores más importantes en el estímulo del suicidio: el glutamato, que responde por la acción de excitación sobre el cerebro.

En realidad, hay una gama de neurotransmisores o sustancias cerebrales que se combinan para crear un ambiente mental propicio para las ideas suicidas, como los que están asociados a la regulación de las emociones, del comportamiento y del humor. Pero pocos neurotransmisores, al menos hasta donde la ciencia sabe actualmente, ejercen un rol tan central como el glutamato. Es sobre él que actúa la esketamina, mientras que los medicamentos disponibles hoy día para tratar la depresión actúan sobre otras moléculas.

Una vez que esté aprobado y a disposición de los enfermos, el tratamiento con esketamina consistirá en la aspiración del compuesto dos veces por semana. Un estudio de cómo trabaja, presentado durante el Congreso de la Sociedad de Psiquiatría Biológica llevado a cabo en Atlanta (Estados Unidos), mostró que un 36% de los pacientes frenaron sus perspectivas de cometer suicidio cuatro horas después de haber inhalado la sustancia, y que el 49% de ellos experimentaron el mismo efecto 24 horas después de inhalar la misma dosis. Hasta ahora no ha habido resultados equivalentes con otros tratamientos.

De acuerdo con David Hough, jefe del equipo de investigadores de desarrollo de compuestos de Janseen, “el fármaco ha mostrado ser muy eficaz y muy veloz para lograr el efecto deseado. No hay medicamentos aprobados actualmente para aquellas personas que sufren de trastorno de depresión mayor con riesgo inminente de suicidio. De manera que si hoy una persona llega a la sala de emergencias lo que sucede es que será admitida en un hospital psiquiátrico, tratada con medicaciones orales, pero cuyo efecto óptimo será alcanzado dentro de las cuatro a seis semanas de tratamiento. Con la esketamina tenemos la opción de dar vuelta su situación clínica en apenas horas”.

Historia

La esketamina fue creada a partir de una sustancia anestésica utilizada en la década del ´60 para atender a los soldados estadounidenses heridos durante la guerra de Vietnam, la ketamina. El conocimiento sobre su potencial para combatir la depresión, sin embargo, comenzó a ser estudiado en los últimos cinco años. Clínicas y universidades de diversos lugares del mundo están haciendo un uso off-label (fuera de rótulo) del compuesto, en forma inyectable, para verificar sus efectos. Los resultados demuestran que los pensamientos relacionados con el no querer vivir desaparecen con el tratamiento. Y los especialistas coinciden en que la esketamina, como spray nasal, es más promisoria: como el paciente con depresión es uno de los más refractarios a los tratamientos, y la facilidad de administración puede facilitar la adhesión a la terapia.

“Hasta hace pocos años atrás, poco se conocía sobre las alteraciones química del cerebro de los individuos con tendencia al suicidio”, explica Rodrigo Machado Vieira, director de lactor de clínica de investigación en trastornos del humor del Instituto de Salud Mental de los Estados Unidos (NIH). Desde entonces hubo avances, como el uso de antidepresivos para tratar el problemas, todos con efecto lento y, de algún modo, indirecto. Además de eso, el blanco director de las drogas siempre fue la depresión en sí y no su consecuencia más dramática.

por Natalia Cumminale

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios