Friday 29 de March, 2024

POLíTICA | 24-10-2016 00:00

La nueva vida de Carrió tras la operación

Vuelve con una agenda menos cargada. Reproches al Gobierno y sustos en el súpermercado.

Elisa Carrió descansa, pero está muy atenta. Llama a sus asesores para ver cómo evolucionan las causas que lleva adelante, toma decisiones políticas junto a su círculo íntimo y da consejos de salud: “Cuidate, tenés que aflojar, porque la próxima sos vos”, reta por teléfono a su mano derecha, la legisladora por la ciudad de Buenos Aires Paula Oliveto.

Mientras pasa los días en su casa alquilada de Chacras de la Cruz, a 90 kilómetros de Capital Federal, rodeada de familiares, Lilita se adapta a su nuevo estilo de vida. Comidas más sanas, caminatas más prolongadas y, el desafío más importante, nada de cigarrillos.

La vuelta al ruedo está confirmada. Según pudo averiguar NOTICIAS será en la Mesa Nacional de Cambiemos (aquella que se postergó justamente por la internación de Carrió), que se realizará el miércoles 26 o el jueves 27 de octubre, de acuerdo a la disponibilidad en la agenda del presidente Mauricio Macri. Pero será apenas un espejismo: Lilita no volverá a las maratónicas jornadas de trabajo que la cargaron del estrés que le provocó problemas coronarios. Los médicos le aconsejaron que tras la reunión siga en reposo.

En los primeros 15 días desde que Carrió recibió el alta del Hospital Austral, tras la operación coronaria en la que le colocaron dos stents para destapar una arteria, su entorno laboral apenas pisó la casa de la diputada. “Cerramos filas. Trabajamos más entre nosotros para no llevarle problemas”, cuenta uno de sus laderos políticos. Y agrega: “Le filtramos los denunciantes. Antes ella recibía a todos, y hay muchos que traen poca información, pero quieren verla sólo por cholulaje”. Los peligros de ser una política rock star.

El susto que provocó la última intervención quirúrgica hizo que Carrió se aferrara más a su familia. Recibió la visita de su mamá y de dos de sus hijos. Victoria, que vive en Capital Federal, estuvo desde el primer momento. Ignacio interrumpió por unos días sus estudios en la Universidad Nacional del Nordeste, en Corrientes, para acompañar a Lilita en el día de la madre. El único que no llegó, pero que se comunica con frecuencia por teléfono, es el mayor, Enrique, que vive en México.

Empezar de nuevo. “El problema en el corazón tuvo un aspecto positivo: le produjo un shock y la obligó a modificar su estilo de vida”, confiesa una fuente cercana a la diputada. Tanto se asustó que ahora cumple a rajatabla el plan antitabaco que le propusieron en el Austral y que reveló NOTICIAS. “Lilita tiene mucha disciplina y se lo tomó muy en serio”, confiesa un amigo. Eso implica un lado farmacológico (parches, chicles, comprimidos dispensables y spray nasal) y volver al hospital donde la operaron para realizarse controles periódicos y recibir apoyo conductual (es decir, medidas que le ayudan a distraer el deseo de fumar y le permitan disminuir la ansiedad).

Para sus allegados, el estrés de Carrió aumentó considerablemente desde el 10 de diciembre, el día que Macri asumió como Presidente. “Desde que somos parte del Gobierno, Lilita se sobreexige”, explica una fuente de la Coalición Cívica. A su cruzada contra la corrupción kirchnerista le sumó la indignación que le provocan los errores no forzados y el ajuste de Cambiemos.

Se enojó por el aumento de las tarifas, porque el Gobierno no logra domar la economía y por cómo se manejaron las relaciones exteriores. A esto último lo hizo público en septiembre, cuando apoyó un proyecto del kirchnerismo para que los aviones de Aerolíneas Argentinas lleven la leyenda “las Malvinas son argentinas” y criticó fuerte a la canciller Susana Malcorra.

Carrió sabe que en Cambiemos tiene más detractores que amigos, que recelan de su independencia y de la línea directa que tiene con el Presidente. “La indigna principalmente la falta de tacto de algunos funcionarios que vienen de la gestión privada y no saben cómo funciona el Estado”, cuenta una persona que trabaja desde hace más de 10 años a su lado. Y agrega: “Le molesta especialmente ver a muchos funcionarios muy agrandados por ser Gobierno”.

Los amigos de Elisa Carrió aseguran que nunca le gustó ir al supermercado. Pero eso cambió desde hace unos meses y ahora, con tiempo de sobra en estas vacaciones forzadas, es posible verla caminando entre las góndolas, haciendo compras. Su principal obsesión, por estos días, es ver cuánto suben los precios de los productos.

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