Superhéroes de capa caída: recambio de figuras

Luego de que sólo en 2016 se estrenaran seis megaproducciones del género, los críticos estadounidenses empezaron a hablar de la “comic book movie fatigue”, el cansancio que parece mostrar el público frente a las cintas de superhéroes, que hace una década eran verdaderos eventos singulares de la cultura pop y que hoy son moneda frecuente en la cartelera global. Las performances decepcionantes en taquilla obligan a Hollywood a pensar en la jubilación de personajes icónicos y en el arribo de cómics menos conocidos.

El mejor ejemplo de este hastío es lo que le sucedió a Sony con “Spider-Man” -que venía de una trilogía casi perfecta con Tobey Maguire-, relanzada con dos pobres películas en 2012 y 2014, que fueron destrozadas por la crítica y el público: recaudó en su reboot 757 millones de dólares, muy lejos de los 890 millones que acumuló “Spider-Man 3” en 2007.

Otro que sufrió un traspié similar fue Fox, con su versión sombría de “Los 4 Fantásticos” (2015), que le hizo perder al estudio 100 millones de dólares; y con la deslucida “X-Men: Apocalipsis” que llegó a las salas locales en el mes de mayo.

Los estudios Warner, en alianza con DC Comics, cumplieron el objetivo de devolver al centro de la escena a Superman (“El hombre de acero”, en 2013), pero “Batman vs. Superman”, que debía convertirse en el evento cinematográfico de 2016, tuvo malas críticas y una performance por debajo a las expectativas (costó más de 250 millones de dólares.

En este panorama sombrío, “Escuadrón Suicida” (Warner) trajo aire fresco, con buenos números de recaudación: 745 millones de dólares para un presupuesto de 175. Y algo parecido sucedió con la absurda “Deadpool”, que le tomó el pelo a los clichés del género (e incluso a Marvel por prestarle apenas dos X-Men): 782 millones con un presupuesto de 78 (la más rentable del género en 2016).

Giros. El proceso será tangible el 24 de noviembre, cuando llegue a las salas locales de “Doctor Strange”. Mientras las aventuras de humanos con poderes especiales o grandes avances tecnológicos estaban presentes desde el comienzo -con “Iron Man” y “El increíble Hulk”, ambas de 2008-; ”Thor” en 2011 y “Guardianes de la Galaxia” en 2014 habían sentado las bases de nuevos reinos y aventuras galácticas.

El flamante héroe que encarna Benedict Cumberbatch (el Sherlock Holmes de la BBC), sume el elemento mágico. “Siempre ha habido un costado sobrenatural muy importante en las novelas gráficas de Marvel, que hasta ahora no habíamos abordado realmente. Y ‘Doctor Strange’ es nuestra puerta de entrada a ese mundo. Será algo mágico e increíble, con conceptos como el de dimensiones paralelas: la idea de que podría haber otra dimensión encima nuestro que desconocemos. Podría haber mundos diferentes. Y energías de esos mundos colándose en el nuestro”, explica a NOTICIAS Kevin Feige, el mandamás de los estudios Marvel.

Este productor de 43 años entró a la compañía en el 2000 (en plena crisis. Marvel se había visto obligada a licenciar personajes como Spider-Man a Sony o los X-Men a Fox para poder evitar una hemorragia de dinero mayor), y hoy es uno de los nombres más importantes de Hollywood. Fue su visión de un mundo compartido de cintas independientes pero que contaran una única gran historia, la que posicionó a los estudios Marvel de nuevo en las grandes ligas.

El horizonte que logró fue tan auspicioso que Disney compró la empresa en diciembre de 2009 por cuatro mil millones de dólares. Pero Feige mantiene el control total de las cintas de lo que se conoce como “Universo Cinematográfico de Marvel”, que con el estreno de “Doctor Strange” sumará su decimocuarto título en ocho años (y tiene planeados siete cintas más de aquí a 2020).

“Llevo muchos años hablando de Doctor Strange. Era algo que deseábamos hacer hace tiempo porque para nosotros representa un aspecto completamente nuevo para el Universo Cinematográfico de Marvel. Al igual que en los cómics, esta cinta se adentra en universos paralelos, dimensiones alternativas y en el Multiverso, lo cual nos abre todo un campo narrativo nuevo. Es por eso que en esta película exploramos un aspecto completamente nuevo”, explica entusiasmado.

psicodélica star. Estas características únicas del personaje se transmiten también en el lenguaje visual elegido: “es un viaje mental que supera a cualquier otro que se haya realizado hasta el momento. Steve Ditko (Ndr: creador de Dr Strange junto con Stan Lee) es uno de los más grandes artistas de Marvel de la historia, y es alucinante poder ahora tomar lo que hizo en la década de 1960, con sus psicodélicas viñetas, y llevarlo a un enorme espacio tridimensional en la pantalla grande. La película nos ofrece un impresionante viaje al mejor estilo ‘Matrix’, ‘El origen’ o Miyazaki (Ndr: autor de "El viaje de Chihiro"). Lo convertimos en una secuencia de acción y en un enorme éxito cinematográfico”.

Tercer mundo. En muchos sentidos, el Doctor Strange es un nuevo Iron Man. Hollywood necesita un nuevo líder que pueda llevar adelante la compleja ópera de superhéroes y qué mejor que otro talentoso millonario que es arrogante y engreído, hasta que una tragedia le fuerza a replantear su vida (historia similar a la de Tony Stark). “El Dr. Stephen Strange es un neurocirujano talentoso que sufre un accidente de auto en que se le destrozan sus manos, que él considera su verdadero don. Desesperado, gasta hasta su último centavo en tratamientos inútiles, hasta que viaja a Katmandú, en donde conoce las artes místicas”, explica Feige.

Incluso el casting parece haber sido el resultado de una cuidada estrategia de marketing: tanto el experimentado Robert Downey Jr. como el recién llegado Benedict Cumberbatch son mucho más que galanes, con una pátina de talento y simpatía rockera que los aleja de otros colegas. Además, ambos encarnan exitosas versiones de Sherlock Holmes, tanto en el cine como en la TV,

Este estreno es parte de la Fase III de este plan original, el último tramo que desembocará con todos los héroes reunidos en dos películas de Los Vengadores.

Buena Estrella. Aunque los detalles de la trama están guardados bajo siete llaves, no es difícil predecir que será la última vez que veamos a formación clásica que conocemos de estos héroes. De hecho, la impresionante “Capitán América - Civil War” de este año ya adelantó los conflictos internos y tensiones, que terminaron con Los Vengadores fracturados en dos y con el Capitán América abandonando su puesto para pasar a la clandestinidad como el ex soldado Steve Rogers. Y su ahora enemigo, Iron Man, ya está demasiado viejo como para encarar siempre la tarea de salvar al mundo de terribles enemigos.

En ese marco, parece casi seguro que Doctor Strange será quien comande a la nueva generación de Vengadores, que reemplazarán a los actuales, con nombres como Pantera Negra (que apareció en "Civil War") y Capitana Marvel (será Brie Larson, ganadora del Oscar a Mejor Actriz por Room), que tendrán sus películas propias en los próximos años.

Además, en sintonía con otros estudios de cine, Marvel le prestará a Sony a Iron Man, que participará en la nueva saga de “Spider-Man” (Ndr: el arácnido era parte también de "Civil War"), esta vez con un héroe en el colegio secundario y con aventuras para adolescentes.

Y en mayo regresarán a los cines los "Guardianes de la Galaxia" (Chris Pratt, Zoe Saldana, y gran elenco) para completar la trama desde el otro extremo del universo: todas las historias confluyen en torno a una serie de poderosas piedras mágicas, que probablemente el Dr. Strange deba controlar para vencer a Thanos, el malo más malo de la Galaxia).

En suma: un refresh místico, pero con el mismo espíritu de individuos golpeados por la vida que usan sus nuevos poderes para hacer el bien y salvar al mundo. Porque, como bien sabe Hollywood, las clave para mantener viva la taquilla es la vieja enseñanza del gatopardismo: que todo cambie para que no cambie nada.