Friday 29 de March, 2024

PERSONAJES | 31-12-2016 05:03

Cindy Crawford: “Hoy las modelos sufren más presiones”

La dueña del lunar más famoso habla de los momentos más duros del modelaje. Solidaridad y el significado del paso del tiempo.

(Desde Lima, Perú) La niebla deja lugar al sol que se acomoda en línea recta en el cielo. La temperatura sube y en Lima, Perú, el asfalto comienza a calentar. Mantener el pelo y la piel impecable en esta ciudad cargada de humedad resulta una misión imposible para cualquier mortal, excepto para ella, la icónica Cindy Crawford. La mujer cuyos carteles publicitarios en Noruega aumentaron los accidentes de tránsito un 300% en los años ’90, y obligaron a las autoridades a retirarlos, visitó el país andino para inaugurar el local de la marca de relojes “OMEGA” en el coqueto barrio de Miraflores.

Vestida de jeans blancos, camisa de jean y unos stilettos, la embajadora de la firma se presenta a almorzar, mientras su ir y venir por el restaurante la hace digna de un desfile. Se saca fotos con todos los presentes, habla con los periodistas y luego se dispone a comer, todo con el timing exacto para cada actividad. No por nada es una de las supermodelos más recordadas de una generación de stars como Claudia Schiffer y Naomi Campbell, y que han logrado trascender. Así, su carrera incluye más de mil portadas en revistas de todo el mundo, decenas de contratos en publicidad, negocios propios y hasta una autobiografía, “Becoming”. Según Forbes, Crawford se ha convertido en una marca global que representa “moda, belleza y bienestar”. A los 50 años, la morocha, casada en segundas nupcias con Rande Gerber, y madre de dos hijos que han decidido seguir con el legado de su madre, Kaia (14) y Presley (16), sigue luciendo una figura esculpida, de una veinteañera, aunque ella asegura que se siente aún mejor que por aquel entonces.

Noticias: Usted perteneció a una generación de modelos que rompió con los estereotipos femeninos y llegó con un discurso más saludable sobre el cuerpo. ¿Cuánto cambió el ideal de belleza desde aquel entonces?

Cindy Crawford: Tuve mucha suerte de estar en la moda en aquel entonces. Creo que por mucho tiempo, por alguna razón, no hubo esa conexión con las modelos. Hasta este nuevo grupo de Gigi [Hadid] y Kendall [Jenner]. Todo el mundo las conoce por su nombre y pienso que en gran parte se debe al poder de las redes sociales. Pueden exponer quiénes son y mostrar sus personalidades y su individualidad a través de estas. Y cuando pienso en Victoria’s secret, por ejemplo, y veo a esas chicas, no veo una idea de belleza. Veo muchas variedades y creo que eso es genial. Amo la diversidad. Obvio que no comieron pavo en el día de Acción de gracias y estuvieron haciendo mucho ejercicio porque tienen que caminar en la pasarela y ponerse ropa interior. Pero yo también me moriría de hambre por eso. Porque no querés que nada te apriete demás.

Noticias: ¿Pero no le preocupan esas presiones? Sobre todo considerando que su hija Kaia eligió ser modelo como usted…

Crawford: Por supuesto que sí. Me preocupa sobre todo por mi hija. En los noventa la gente consideraba que un bol de pasta era una comida baja en calorías, eso ahora es impensable. Pienso que las expectativas hacia las modelos de ahora, las presiones que sufren, son mayores que en mi época. Por ejemplo, el talle chico de ahora es más pequeño que antes. Hay gente que naturalmente es flaca y es fácil. La gente dice: “wow, que flaca es Kate Moss”, y la conozco y la he visto comerse hamburguesas. Ella no se mata de hambre. Pero si no sos así y te morís de hambre para eso, es un gran problema.

Si se trata de momentos duros en el modelaje, Crawford es testigo de que no todo es glamour en esta profesión. De hecho, la modelo confiesa que le han tocado vivir experiencias traumáticas. Por ejemplo cuando posó desnuda con una pitón sobre los hombros y casi se desmaya del peso y del olor que desprendía. O cuando en otra ocasión perdió el conocimiento en una sesión de fotos dentro de un spa para la versión inglesa de “Vogue”. La top se empezó a encontrar mal dentro de la ducha y nadie hizo caso a los golpes que dio en la mampara, incluso escuchó al fotógrafo riéndose. Aunque también recuerda los momentos más felices junto a otras de las llamadas supermodelos. “Pasábamos mucho tiempo juntas con Naomi [Campbell] y Helena [Christensen]”.

Noticias: ¿Qué anécdota divertida recuerda de aquellos años?

Crawford: Estaba haciendo una producción con Helmut Newton y era agosto. Estábamos con Helena y ella se había ido de vacaciones y se superbronceó. No había trabajado con Helmut y no sabía que a él no le gustaba que las modelos estuvieran bronceadas. Pero la sesión se hizo igual, y la temática era una especie de pelea femenina. De hecho hay una foto donde yo estoy en el piso y ella me está pisando el pelo, como una “catfight”. Y de ahí quedó el chiste entre nosotras y Helmut de que toda esta historia y esa pelea se dio porque ella estaba muy bronceada. (risas)

Noticias: Su lunar arriba del labio es uno de sus distintivos. El que incluso le pidieron en su momento que se quitara. ¿Es una especie de marca de rebeldía?

Crawford: (Risas) No, cuando era chica lo odiaba. Porque me hacía ser diferente, y de chico uno detesta eso. Mis hermanas encima me molestaban y me hacían chistes, porque me decían: “Si es del lado derecho es una marca de belleza, pero en la izquierda es de fealdad”. Pero eran mis hermanas, y yo seguramente también les dije cosas horribles (risas). Luego mi madre fue muy inteligente porque me dijo: “Te lo podés sacar, pero no sabés cómo se va a ver la cicatriz. Y sabés como luce tu lunar”. Dije que lo iba a pensar y luego fui a la primera agencia de modelo para la que trabajé y me dijeron: “Sí, podés ser modelo, pero probablemente te lo tengas que quitar”. Así que le dije a mi mamá: “Ves, hasta en la agencia de modelos me dijeron que me lo sacara”. Antes de eso me tocó ir a una sesión de fotos que fue horrible, pero el estilista de aquella oportunidad vio algo en mí y mandó una foto mía a una mejor agencia, “Elite”. Y me llamaron, fui a verlos y nunca me dijeron nada. Empecé a hacer catálogos, mi primera sesión en Praga y a veces lo retocaban, o lo cubrían con maquillaje. Pero cuando hice mi primera tapa de Vogue lo dejaron, y después de eso nadie volvió a hablar del tema nunca más. Era como decir: “Si es lo suficientemente bueno como para estar en Vogue, entonces es bueno de verdad”. Mi hijo también heredó uno, pero en la mejilla.

Noticias: ¿Cómo es un día en la vida de Cindy Crawford?

Crawford: Tengo tres tipos de días distintos. Un día tal vez me despierto, desayuno con mi familia, hago ejercicio. Algunos días me quedo en Malibú, voy a la oficina, leo mails y respondo llamados. Otro día es más de reuniones, porque ahora estoy con mi línea de maquillajes [Meaningful Beauty] y de muebles [Cindy Crawford Home]. Entonces tengo reuniones de diseño, eso es más Cindy como una mujer de negocios. Y tengo otros días en los que hago producciones fotográficas, comerciales, y esos días son más como de vacaciones porque me siento en una silla, alguien me peina, me maquilla y cuando estoy en frente a la cámara, como lo he hecho durante tanto tiempo, no siento la presión, lo disfruto muchísimo y me divierto.

Noticias: Además del modelaje, desde hace años usted se dedica a distintas causas sociales que van desde el cáncer infantil hasta el cuidado oftalmológico en el avión hospital de “Orbis”. ¿Cuánto la influyó su hermano Jeff en este aspecto suyo? (N de la R: falleció de leucemia con tres años cuando ella tenía 8).

Crawford: Mucho. Fue una gran pérdida y nunca lo superaremos, aunque todos hemos aprendido a seguir con nuestra vida. Y eso me llevó a enfocarme en el área de pediatría oncológica. Hace un tiempo estuve en Bogotá y pasé mucho tiempo con los niños, a llevarles alegría a ellos y a las familias que están sufriendo mucho. Respecto del trabajo de Orbis, te das cuenta de que acceder a la salud de los ojos es muy difícil en algunas partes del mundo. Y ellos realmente le cambian la vida a la gente, previenen cegueras o estrabismo. Incluso durante sus vacaciones destinan su tiempo a entrenar a otros médicos o a ir a lugares donde hay emergencia sanitaria. Y allá se ve la diferencia que puede hacer ese cambio en la vida de la gente ese cambio en la salud. Porque eso puede definir si trabajan o no, y eso afecta a toda la familia y a toda su economía.

Noticias: ¿Cuál fue la experiencia más fuerte que le tocó vivir?

Crawford: Fue ver una cirugía. Me tuve que ir del quirófano. Después de todo no podría ser médica. Pero creo que la parte más dura es ver a las madres esperando en las salas. Yo soy madre y agradezco a Dios que mis hijos nunca tuvieron que estar en un hospital. Pero mi hermano sí, porque tuvo leucemia y recuerdo verla a mi madre pasar por eso. Y para cualquier madre que se preocupa por su hijo, es lo peor del mundo. Somos diferentes pero estamos unidas en ese sentimiento de maternidad.

Noticias: Uno de sus actuales trabajos tiene que ver con representar una marca de relojes, es decir, representa el tiempo. ¿Qué significa para una modelo el paso del tiempo?

Crawford: No tengo más 25 años y me reconocen como una mujer adulta. Sigo evolucionando en términos de belleza y tiempo, y esto es algo en lo que me preocupo que tenga bien en claro mi hija. Sabe que me gusta la moda y el maquillaje, pero lo importante es que la gente diga: “te ves bien”, no que tu maquillaje o tu peinado se vean bien. Eso, para mí, es trascender. Estar librado al paso del tiempo, que la gente vea a la mujer real. Creo que es algo que el fotógrafo Peter Lindbergh logra a la perfección: retrata a las modelos como mujeres reales. Va a lo que le está pasando a la mujer, a los ojos, ves la emoción. Esta mujer sabe que es hermosa, pero la vida la ha tocado, y a veces es buena y otras no. Puede ser dolorosa, pero sigue adelante. Esa fue una pregunta profunda. (Risas). Creo que estoy tratando de averiguarlo, pero para mi vida el tiempo es alcanzar el balance y seguir buscando qué sigue luego. Sigo aprendiendo pero aprecio lo que tengo.

Seguí a Daniela Bianco en Twitter: @daniellebbianco

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