Wednesday 24 de April, 2024

PERSONAJES | 09-01-2017 18:04

Ildefonso Falcones: “Yo lo que quiero es involucionar”

El escritor catalán lanza su cuarto libro, “Los herederos de la tierra”. Recelos literarios y cómo refundar su identidad a la mitad de la vida.

Hubo una vez en la que Ildefonso Falcones era el nombre de un abogado prestigioso que mientras ganaba pleitos se daba otros gustos, como montar caballos o escribir historias. Así caminó los tribunales de Barcelona, su ciudad, unos 35 años. Pero dicen que el destino nos encuentra y en su caso lo inevitable vino con “La catedral del mar”, la novela de 670 páginas que hizo con la única formación literaria que le dio el haber sido un lector activo y constante. En un taller de escritura posterior, lo guiaron para pulir la historia. Entonces, imprimió su libraco y lo dejó junto a sus esperanzas en uno y otro sello editorial. Durante tres años, se topó con el mismo resultado, una carta estándar que en una frase lo volvía de narices al bufete: “Muchas gracias pero no se ajusta a nuestros proyectos”. Hasta que en 2006, el universo le guiñó un ojo y le susurró: “¿Querías reconocimiento y saber si lo que escribes vale? Pues toma, hamácate con el título de best-seller”: su opera prima vendió 6 millones de ejemplares y se publicó en más de 40 países. Ahora presenta su cuarto libro “Los herederos de la tierra” y su firma remite a novelas históricas abultadas en las que los tipos comunes se transforman en grandes protagonistas. Excepto por el telón medieval que suelen tener sus obras, así también parecería haber sido su propia historia.

Noticias: ¿Qué sentía cuando llevaba “La catedral del mar” a las editoriales y recibía un no como respuesta?

Ildefonso Falcones: Hombre, evidentemente siempre deseabas conseguir el sueño que estabas realizando en otro lado (la abogacía). Lo lógico a lo largo de esos años es decir: “No vale la pena”.

Noticias: ¡Qué forma de pararse sobre la frustración!

Falcones: No, sobre la frustración no.

Noticias: Pero que lo rechacen reiteradas veces…

Falcones: Bueno, da igual, puedes decir: “No escribo bien”. No pasa nada. Gracias a Dios no pasó, pero frustración… tengo cuatro hijos fantásticos (Guillermo, José María, Alejandro e Ildefonso, de entre 13 y 21 años respectivamente), una mujer fantástica (Carmen Rosich), un trabajo que me daba muchísimo.

Noticias: ¿Le gustaba ser abogado?

Falcones: Sí, llega un momento en el que cansa porque estuve 35 años yendo a los juzgados.

El protagonista de su último libro es un huérfano temprano como lo fue él. Cuando tenía 17 años, un cáncer mató en 15 días a su padre y él salió eyectado a una realidad cruda. “Saltas de la adolescencia a la madurez”, resume. Habla del salto y, por entonces, él había sido campeón en salto de caballos. “Tuve dos caballos muy buenos pero para llegar alto y lejos necesitas una capacidad económica que yo no tenía. Cuando murió mi padre, seguí montando pero me puse a trabajar”. Pasó del picadero y de la escuela a entregar cartones en un bingo. Cada jornada laboral suya terminaba a las 4.30 AM y eso le permitía solventar su carrera de abogacía y sostener a su familia. Ni bien le dieron la última nota de la facultad, se despidió del bingo. Después de semejante cuesta arriba, vendría la calma de consolidarse en la profesión. Pero no podría escapar del designio.

Noticias: ¿Hizo algún taller de escritura antes de su primer libro?

Falcones: No, lo hice después de escribir “La catedral…” porque intenté que alguien profesional la leyera, que alguna editorial o agente literario me dijera si la novela valía, incluso dije: “Pago por un informe”. No conseguí a nadie. No te abren ni la puerta. Entonces la llevé a un taller de escritura. Ahí sí me la evaluó el profesor e hicimos una especie de editing. Y a partir de eso empecé a golpear puertas durante tres años: dejabas una copia, te gastabas dinerales y te mandaban una carta de “no entra en nuestros proyectos, muchas gracias”. Y ya.

Noticias: ¿Por qué no se dio por vencido?

Falcones: Bueno, mi mujer me ayudó mucho. Siempre fue decir: “Tenemos que seguir intentándolo”. Es un poco de tenacidad y tesón.

Noticias: Y confianza en lo que tenía entre manos.

Falcones: Es que si no confías en ti mismo… al cabo de esos tres años, yo ya tenía otra novela. Entonces cuando al final me adquirieron esta, les dije: “Tengo otra, que es contemporánea”. “Si es contemporánea, no la queremos”.

Noticias: Sin siquiera leerla, ¡otra vez!

Falcones: (risas) Directamente. Entonces rompí aquella y me puse a hacer otra histórica.

Noticias: La fórmula del éxito no se toca y eso no le permite explorar otras áreas.

Falcones: No, pero bueno, me da igual. Creo que la trama de estas novelas es trasladable al siglo XXI, el amor, la pasión, la venganza, los celos, con otros escenarios y formas de actuar, pero es lo mismo.

Noticias: ¿Qué sintió cuando supo que finalmente le iban a publicar su libro?

Falcones: Bueno, soy bastante frío en eso, me alegré pero piensa que a una persona primeriza, se te viene mucho encima, que qué dirá la gente cuando esté en el mercado, si gustará. Tienes una clientela entonces por otro lado y dices: “¿Voy a quedar bien o mal?”. Siempre he dicho que si fuera cliente, nunca me cogería como abogado, porque hay muchos abogados buenísimos y que están 24 horas a tu servicio… ahora ya he cerrado el despacho y me siguen llamando.

Noticias: ¿Cómo fue el cimbronazo de ser best-seller?

Falcones: No sé decírtelo, tampoco exteriorizo mucho mis sentimientos. Me imagino que una satisfacción tremenda. Recuerdo que cuando volví del primer Sant Jordi (una tradicional fiesta catalana en la que los autores más leídos firman ejemplares), pasé por una floristería a las 5AM y les hice una oferta por todas las rosas que les quedaban y me las vendieron todas. Llené la casa de rosas.

Noticias: Para hablar de los recelos del mundo literario, sí es muy frontal. ¿Sigue sintiéndose un outsider?

Falcones: Sí, aquí hay un mundo de privilegiados, de gente que escribe porque está dotada, porque Dios les ha tocado con su varita y les ha hecho ser unos fuera de serie y siguen vendiendo esa necesidad de tener el don o la gracia divina para escribir. De tal forma que quien no tiene ese don, no puede escribir. Por lo menos en España, no se puede aprender a escribir, o tienes el don o no puedes hacerlo. Los tocados, que generalmente no venden mucho, llegan a la conclusión de que no se vende mucho porque ellos son muy buenos. Entonces el silogismo es que el que vende mucho es malo.

Noticias: Una visión elitista en la que pocos “saben” leer lo “bueno”.

Falcones: Exactamente, se venden poco porque soy muy bueno, porque soy maravilloso, porque propongo unos problemas complejos y el entorno no está capacitado, esto lo he oído yo…

Noticias: Los críticos pusieron incluso en duda que usted hubiera escrito “La catedral del mar”.

Falcones: Sí, lo pusieron en duda públicamente. Un tío me machacó y me machacó, era un periodista de radio. Se obsesionó con que tenía negros que me habían escrito la novela y creo que lo sigue diciendo. Soy bohemio, no estoy en tertulias literarias, no me llaman para cursos de verano, ni conferencias, estoy fuera de todos los circuitos.

Noticias: Es paradójico que se considere por fuera cuando vende millones de ejemplares con sus novelas.

Falcones: Es que estoy encantado de eso, a veces me dicen: “Has evolucionado mucho con tu escritura” y digo: “Si yo lo que quiero es involucionar, yo quiero escribir otra “Catedral del mar”, volver para atrás y repetirla, no quiero evolucionar” (se ríe).

Noticias: ¿Cómo hizo para inventarse otro techo después de debutar rompiendo todos los pronósticos?

Falcones: El techo sigue siendo los 6 millones, no lo he superado (se ríe). Hoy en día la dificultad se ha multiplicado por cuatro. El mercado editorial en España está al 40 ó 50 por ciento de lo que era antes. Ahora parece estar respirando un poco pero jamás llegar a los números de 2006.

Noticias: ¿Es una presión para usted sostener lo que logró?

Falcones: No.

Noticias: ¿Qué pasaría si su último libro fuese un fracaso?

Falcones: No, no lo es. Está gustando mucho.

Noticias: ¿Qué le permite la novela histórica?

Falcones: Me permite menos que la novela contemporánea porque estás más encorsetada.

Noticias: ¿Pero ese corsé no le da el andamiaje para mover más libremente la ficción?

Falcones: No, lo podría hacer más libremente en una contemporánea. Hoy tienes un abanico de delitos maravillosos, los informáticos, el sexo, la droga… en aquella época violar ni siquiera era delito a veces y la esclavitud tampoco.

Noticias: Hoy Europa vive la tragedia de los refugiados en sus calles.

Falcones: Sí, no se están ofreciendo soluciones, no hay viabilidad a ese millón y medio de personas que está a las puertas de Europa esperando para entrar. Hay una escasez de recursos.

Noticias: Y eso genera intolerancia.

Falcones: Sí, claro, hay movimientos xenófobos, de extrema derecha. Hay una crisis social y política importante. La solución parece estar en el origen, conseguir que termine la guerra en Siria y en Líbano, estabilizar Argelia, que la gente vuelva a sus casas con cierta tranquilidad. Lo que pasa cuando dices de estabilizar todo eso, es que resulta que Rusia y EE.UU. se están peleando también.

Hace un año y medio se fue de traste al piso y se rompió una vértebra, una caída tonta desde un caballo que casi lo deja inválido. Tuvieron que operarlo y ponerle unos clavos. El accidente lo inmovilizó durante siete meses y ahora no puede montar. Pero camina.

Noticias: Ha contado que sus hijos no leen sus libros, ¿eso habla de una tendencia generacional?

Falcones: Sí, hoy con la tecnología tenemos una competencia desleal que es imposible. Las máquinas, la Play, dan una satisfacción instantánea, no tienen que hacer esfuerzo, no tienen que esperar. Leer un libro son horas y al final llegas a un final que te gustará o no pero son muchas horas. Lo otro es satisfacción al momento.

Noticias: ¿Qué ingredientes fue encontrando para enganchar al lector? Aunque no me diga sus secretos…

Falcones: ¡Pero si te digo todos los secretos! Siempre digo, el secreto de la Coca Cola no lo sabe nadie, cosa que no entiendo porque con analizarlo se sabría… no lo sabe nadie por lo visto. Pero el secreto de mis libros está ahí desde la primera página, no hay secreto. Pero sí lo que sé es que si no hay tensión, debo crearla.

Noticias: ¿Para qué escribe?

Falcones: Escribo porque siempre me ha gustado escribir y porque notas que creas algo y eso es muy importante. Si además te puedes ganar la vida, maravilloso. Me siento un hombre afortunado.

Valeria García Testa

Fotos: Juan Ferrari

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