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SOCIEDAD | 17-01-2017 00:00

After beach: la nueva movida de la costa

Los boliches ya no convocan, ahora la fiesta se traslada a la arena. En Pinamar, los balnearios se llenan.

Siete de la tarde, plena temporada. En un balneario de moda, un reconocido empresario de la noche de la costa bonaerense protesta y se queja ante sus amigos. “El jueves salieron, en todo Pinamar, 1.400 personas de fiesta. Sólo en Ku metíamos, mínimo, siete mil”. A su lado pasa un grupo grande de jóvenes, sin remera, que lo ignora y se suma con alegría a la muchedumbre que copa uno de los tantos aftear beach que están de moda en este lugar del país. Realidades distintas.

“Son modas, que lógicamente van cambiando. Ku estuvo abierto casi 30 años, y fue pasando. Ahora le llegó la hora a los after beach, a los que le va bastante bien a pesar de que ahora vacaciona menos gente en la costa argentina”, le explica a NOTICIAS “Mike” Cameroni, asesor de imagen, relacionista público, y uno de los “cerebros” históricos de la noche de Pinamar. Hoy Cameroni, como otros empresarios de esta área, se enfocan en la nueva tendencia que prende como fuego entre los jóvenes. Cuenta el emprendedor, que actualmente organiza las celebraciones en el coqueto parador Boutique –que se ubica detrás del cerrado Ku-: “Los after beach comienzan entre las cinco y media y las seis de la tarde, y duran hasta las ocho o nueve de la noche, dependiendo el clima. Se pasa música, electrónica, cachengue, reggaetón, en los balnearios. Igual, hay cinco o seis fiestas temáticas que empiezan temprano y terminan como si fuera una discoteca, a las seis de la mañana”.

Hay dos lugares que se destacan entre los que organizan fiestas after beach. Uno es Boutique, y el otro el UFO Point, donde descansan varios futbolistas y donde el mediático Joaquín “Pollo” Álvarez conduce un programa de radio. “El UFO Point es el Point, papá”, asegura Martín, un joven de menos de treinta años que elige este balneario para ir a divertirse. El UFO tiene otro target que Boutique: las entradas a sus fiestas pueden salir hasta $500, y un champagne $1.200. No sólo es más caro que Boutique, sino que la edad promedio es mucho mayor. Si en el primero el público oscila entre 18 y 22 o 23 años, en el segundo se suelen ver treintañeros. Cuestión de gustos.

Desde la municipalidad ya se pronunciaron a favor. Martín Yeza, el actual intendente, está contento con el cambio que está tomando la noche: piensa que, de esta manera, las salidas pueden empezar y terminar más temprano, reduciendo riesgos. Aunque advirtieron: “Van a tener los mismos controles de seguridad que un boliche normal”. Por ahora, a los jóvenes que copan la playa cada tarde y cada noche poco les importa si la fiesta es en Ku o enfrente del mar. “Mientras haya una movida copada, vamos a seguir viniendo a Pinamar”, cuenta Florencia, de 28 años, que frecuenta el UFO Point. La fiesta debe continuar.

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