Monday 18 de March, 2024

MúSICA | 17-02-2017 00:00

Bill Frisell: La modernidad de lo clásico

Virtuoso y sutil al mismo tiempo. Solista y parte de un trío sólido. Frisell volvió a Buenos Aires e hizo un gran concierto en el CCK con entrada gratuita.

★★★★ Un montón de géneros y estilos: el blues, el rock and roll, el country, el folk, el rythm & blues, el pop, la balada y, por supuesto, el jazz con sus “standards”. Un amplio despliegue de recursos que abarcan también diferentes épocas: la guitarra tocada convencionalmente, el uso de las pedaleras (incluidos los secuenciadores), la distorsión sonora, el “power trío” al modo rock, el trío de cámara, el virtuosismo y el sonido de conjunto. Algo más de 90 minutos de música frente a una sala Sinfónica repleta que arrancaron con el único tema propio –“1968”– y dieron paso después a composiciones de autores de igual modo tan diversos como John Lennon, Burt Bacharach, Bob Dylan, Wes Montgomery, Sam Cooke, Muddy Waters, Brian Wilson, etc.

Discípulo de Jim Hall, entre otros maestros, ex músico de John Zorn y Paul Motian, con una carrera que da cuenta de un enorme eclecticismo, figura prominente del prestigioso sello ECM y con 65 años de edad, este oriundo de Baltimore puede definirse, pese a todo, como un artista clásico. Porque aborde el género que aborde y use los recursos que use, sostiene la elegancia, el discurso limpio, la orientación precisa de su lenguaje. Deja bien en claro quién es el líder de este muy potente trío con el que viene tocando desde hace 20 años y que completan Tony Scheer en bajo eléctrico y Kenny Wollesen en batería. Pero no esconde a sus compañeros; les permite lucirse, demostrar lo que pueden –que es mucho– y divertirse en conjunto.

Su concierto argentino, en la que fue su tercera visita a nuestro país, no tuvo puntos flacos, pero en nuestra opinión lo mejor llego a la hora de los bises, que por varios y extensos terminaron transformándose prácticamente en una segunda parte. Allí desfilaron, casi sin solución de continuidad, “I Can’t Be Satisfied de Waters, “Strawbery Fields Forever” de Los Beatles –antes había tocado la bellísima “In My Life”–, la tremenda “Baba Drame” del africano Boubacar Traoré, “When You Wish Upon a Star” de la película “Pinocho” de la Disney y “Surfer Girl” de los Beach Boys. No podía haber sido un cierre mejor.

por Ricardo Salton

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