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SOCIEDAD | 13-04-2017 00:00

Victoria Vanucci: empresaria fugitiva

Su carrera como propietaria de una marca de lencería erótica duró sólo dos años. Cierre polémico y aspiraciones internacionales frustradas.

En abril del 2015 Victoria Vanucci, acompañada de Matías Garfunkel, inauguró un local de lencería erótica en Recoleta con una majestuosa fiesta. Tan solo dos años después, la ex bailarina les envió un mensaje de whatsapp a sus empleadas para comunicarles que el negocio iba a cerrar y que estaban despedidas. Su carrera empresarial fue fugaz y, como todo en su vida, sumó un nuevo escándalo. Atrás quedaron los proyectos de lanzarse al mercado internacional y de convertirse en una magnate hot.

Quienes la conocen insisten en que este proyecto era un trabajo que disfrutaba y que la unía a su marido. De hecho, durante buena parte del 2016 el empresario evitó hablar en público de las causas en su contra y del desmantelamiento del Grupo Veintitrés, pero sí se ocupó de publicar en su cuenta de twitter las nuevas campañas y producciones de su esposa.

Sin embargo, el 21 de febrero la firma Tendencia en Modas S.A. resolvió convocar a sus accionistas para tratar la disolución de la sociedad, que terminó de materializarse esta semana, cuando un hombre confianza de la ex modelo se llevó las últimas cajas embaladas que quedaban en el local, ubicado en Avenida Alvear 1852. "Necesito la colaboración (...) para que me den el stock y guarden todo en cajas bien cuidadas las prendas y por líneas. La custodia está al tanto y va a ayudar al desarme. Y tienen un inventario compartido con el dueño del local para que todos sepan cuáles son mis cosas (ya que lo arme desde 0). Es muy importante que todos trabajemos en equipo", fueron las palabras que eligió Vannucci, desde Miami, para informales a las empleadas que estaban despedidas. En su extenso mensaje explicó que el cierre de su local era consecuencia de que “es muy difícil la situación en Argentina con los impuestos”.

Además de ser un sueño propio y de satisfacer los deseos de su marido, el negocio de lencería erótica también fue, por algún tiempo, un proyecto familiar. En sus inicios, la sociedad estuvo conformada por Victoria Vannucci y su madre, María Inés Godoy. El rol de la mujer fue fundamental ya que, luego de que el año pasado Garfunkel denunciara a su ex socio Sergio Szpolski por amenazas y decidiera radicarse en Miami junto a su familia, la madre de Victoria fue la encargada de manejar todo en Buenos Aires.

Según cuentan en su entorno, la mujer solía ir y volver a Miami con nuevos diseños. El vínculo laboral se rompió cuando la ex modelo acusó a su padre de violento y se peleó con toda su familia.

En permanente conflicto. Este mismo negocio fue objeto de un escrache realizado por movimientos proteccionistas en octubre del año pasado, luego de que se difundieran fotos de Garfunkel y Vanucci cazando animales en un safari en África.

Los problemas de este matrimonio se extienden en la Justicia, donde Garfunkel tiene que enfrentar varias causas. La que más lo complica en la actualidad es la que lo investiga por el contrabando de obras de arte, que habrían sido vendidas en Estados Unidos. En marzo, la Justicia ordenó que el empresario deberá pagar 80 mil pesos de multa por cada día que pase sin demostrar que no las contrabandeó.

Los abogados defensores del Garfunkel, del Estudio Wortman, mantienen el perfil bajo. En el mensaje que le envió a sus empleadas, Vanucci afirmó: “Lamento darles esta noticia, toda duda se pueden comunicar con el Ruben Cañas (contador del estudio) que está al frente de la situación”.

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