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RESTAURANTES | 16-06-2017 17:53

Tetuán Brasero Marroquí: Marruecos llega a Palermo

El espacio es uno de los mejor logrados del rubro. Un frente con grafittis de Cabaio Spirito, una barra en la entrada especial para el Happy Hour y un pasillo que desemboca en un enorme galpón con gradas de distintos tamaños.

La ciudad está inundada de bares cerveceros. Los jóvenes se amontonan, salen por las ventanas, se sientan en las veredas, y beben cerveza como si se estuviera por extinguir. Sin embargo, algunas de las cervecerías que sirven comida, bautizadas gastropubs, introdujeron en la ciudad interesantes propuestas gastronómicas. Uno de los precursores fue Benaim, cuyos dueños acaban de expandir el territorio de su cocina sefaradí hacia el norte de África, con la reciente apertura de Tetuán Brasero Marroquí.

El espacio es uno de los mejor logrados del rubro. Un frente con grafittis de Cabaio Spirito (el mismo que pintó Benaim), una barra en la entrada especial para el Happy Hour y un pasillo que desemboca en un enorme galpón con gradas de distintos tamaños –la privacidad se busca en altura–. También hay una larguísima mesa central y, al fondo, un frente vidriado con un brasero donde se queman troncos de quebracho, la parrilla marroquí donde los pinchos se cocinan a 10 cm del fuego, y un gran horno de barro.

Allí mismo se ordena y se espera a ser llamado por número. Las opciones entran en este solo párrafo: pinchos de pollo, cordero, ojo de bife o carne molida (kebab); humus y babaganoush (de buen sabor pero tan licuados que pierden su textura), papas (hechas en tres cocciones para lograr su textura crocante por fuera y tierna por dentro) y vegetales de estación asados en el horno de barro con cous cous. Infaltables pan pita o la fainá recién salidos del horno. Para tomar, cerveza rubia o roja.

Cada pincho tiene 150 gramos de carne que se marina con especias y hierbas por varias horas antes de cocinarse, luego se cubre de chutneys y otros preparados. Se sirven cubiertos en la tradicional salsa tarator acompañados por humus, ensalada de verdes, cubitos de remolacha y pan pita o fainá, crocante y de excelente sabor gracias a un detalle maestro de ralladura de pomelo.

Hay un gran proyector que se enciende los días que hay partidos o eventos deportivos de importancia. Para espíritus jóvenes.

Ravignani 1780, Palermo Hollywood. Lunes a jueves de 18 a 1. Viernes y sábados de 18 a 3. Happy Hour de 18 a 20. Sólo efectivo. Precio promedio: $ 250.

por Cayetana Vidal Buzzi

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