Thursday 28 de March, 2024

SOCIEDAD | 03-08-2017 08:29

Body shaming, la tendencia a insultar a las famosas por sus cuerpos

Las criticas y agravios a las celebrities en las redes sociales por sus supuestas imperfecciones crecen cada vez más. Cómo reaccionan sus víctimas. Los casos más resonantes.

Mientras cada vez más las marcas de ropa o cosméticos lanzan campañas que se alejan de los tradicionales estereotipos de belleza para mostrar a las mujeres tal cual son, en las redes sociales se masifican comentarios ofensivos sobre diferentes aspectos de su físico que no se consideran acordes con los cánones estéticos de moda.

En tiempos de circulación de imágenes “a granel”, juzgar de forma agresiva a otras mujeres –sobre todo famosas– se convirtió en un cruel pasatiempo. “Sos fea”, “flaca calavérica” y “tenés cara de vieja”, fueron varios de los insultos que recibió por estos días la actriz Gloria Carrá debajo de algunas de las fotos que suele compartir con sus seguidores en Instagram.

Carrá recogió el guante: “Estas son algunas de las mujeres que cuando posteo alguna foto, se ensañan en hablar de anorexia, vejez y fealdad”, escribió enojada en su red social, y con un “collage de la maldad e ignorancia”, como lo denominó, se encargó de escarmentar a las atrevidas usuarias poniendo una imagen de cada una de ellas.

Por la flacura también la ligó la ascendente China Suárez. Huesuda a juicio de sus detractoras. Aunque es difícil encajar en el patrón idealizado. Meses antes de las agresiones a Carrá, le tocó el turno a su hija. A diferencia de su madre que fue criticada por su delgadez, Ángela Torres tuvo que lidiar con los censores estéticos que la juzgaron por gorda.

Body shaming. Si bien la despiadada actitud de insultar desde el anonimato y la impersonalidad que ofrecen las redes sociales no es nueva, la masividad de comentarios lastimosos que empezaron a recibir a diario celebrities de todo el mundo terminó por convertir el hecho de burlarse sobre el aspecto físico o apariencia de una persona en un nuevo fenómeno llamado “Body shaming” (cuerpo-vergonzante), que consiste en atacar u odiar a alguien por cómo luce. En la Argentina, la lista de famosas que, al igual que Gloria Carrá, son víctimas de esta peligrosa tendencia en aumento, es larga.

Además del peso, los pechos son objeto de milimétrico análisis. En la ceremonia de los premios Martín Fierro, la actriz Griselda Siciliani lució un profundo escote. La cuenta Eameo –que en las redes sociales se caracteriza por retocar digitalmente imágenes con clave humorística–, le dedicó una publicación de esa foto con la leyenda “Premios Adelaida”, en alusión a sus supuestos pechos caídos.

A diferencia de Carrá, la ex pareja de Adrián Suar respondió con humor: “Amamanté dos hermosos años y nadie se ha quejado”.

Agustina Cherri también fue objetada por la misma razón que Siciliani, tras posar sugestiva en la tapa de una revista. Esta vez no fue una desconocida quién se ensañó con la anatomía de Cherri. La mediática Yanina Latorre subió la foto con la leyenda “Tetitas mustias”.

También con picardía reaccionó Jimena Barón, quien confesó que hasta en los agravios encontró cierta inspiración para crear temas musicales en la incipiente carrera que comenzó como cantante. “Compuse ´Culo´ con los comentarios inquisidores que recibí en las redes al subir fotos de mi cuerpo”, explicó con cierto desenfado en una reciente entrevista, mientras que sobre el género femenino agregó: “A la mujer argentina le falta romper el molde, mostrar sin prejuicios y aceptar sin juzgar”.

De igual forma se divierte Celeste Cid ante los comentarios sobre retoques en su rostro. “Dijeron que me parezco a Lía Salgado. Y como Lía alguna vez dijo que se parecía a Julia Roberts, yo sería una prima lejana de Julia”, remató con gracia Celeste.

Agresiones. Caderona, das asco de flaca, te comiste un chancho, mirá cómo metés panza. Las opiniones lapidarias no tienen filtro. Candelaria Tinelli posteó una foto junto con una reflexión sobre el nivel de violencia que hay en las redes sociales, y acompañó el mensaje con un recopilado de frases que dejan en evidencia lo sostenido: “Te arruinaste, tan linda que eras”; “anda al psiquiatra, enferma”; “te quedan horribles esos tatuajes”; “deja de hacerte cirugías”; “pobre niña rica”.

Según un estudio realizado por la Royal Society for Public Health (RSPH) y el Movimiento Juvenil para la Salud de Reino Unido, que investigó los efectos de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes, se descubrió que Instagram era, entre Snapchat, Youtube, Facebook y Twitter, una de las plataformas digitales que más complicaciones traería. Los investigadores, que realizaron una muestra sobre 1.500 jóvenes de entre 14 y 24 años, llegaron a la conclusión de que el impacto negativo que produce la red social más popular de imágenes tiene que ver, entre varios aspectos, con la posibilidad de sufrir bullying. Por eso, la aplicación favorita de los millennial fue catalogada como la que más genera preocupación, estrés y ansiedad. Aunque las mismas conductas pueden verse replicadas en otros rangos de edad. Sin embargo, desde Instagram, difundieron un comunicado para dejar en claro su postura. “Tenemos cero tolerancia al bullying y estamos comprometidos a que Instagram sea un lugar donde la gente se siente cómoda expresándose. Sabemos el gran impacto que pueden tener los comentarios publicados por otras personas y por eso recientemente hemos hecho una gran inversión en nueva tecnología para ayudar a que Instagram sea un lugar seguro y de apoyo”. Quizá esa haya sido una de las razones por la que, desde el blog oficial de Instagram, se anunció el lanzamiento de nuevas herramientas para que sus usuarios puedan bloquear fácilmente comentarios ofensivos y reducir el tedioso spam.

Las buenas intenciones antisexistas que se proclaman con solemnidad bien podrían ser acompañadas por alguna muestra de solidaridad femenina. Pero el odio digital no se lleva bien con las luchas de género.

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios