Tuesday 19 de March, 2024

ECONOMíA | 06-10-2017 10:53

De los sindicatos allanados a los sindicatos subsidiados

El Gobierno niega estar detrás de acciones judiciales y las intervenciones, pero algunos "favores" se escaparon.

El palo judicial no sólo azota al indefendible de Juan Pablo 'Pata' Medina, de la sección La Plata de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA). En los últimos meses se ha sucedido una serie de allanamientos judiciales contra sindicatos. La Gendarmería avanzó en junio pasado sobre la sede de Camioneros, por orden de la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado tras una denuncia de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por facturas truchas. Poco antes, la ex mujer del fiscal fallecido Alberto Nisman había allanado por misma causa el gremio de gastronómicos, que lidera Luis Barrionuevo, y el de los empleados de estaciones de servicio, que conduce Carlos Acuña. El 18 de septiembre le llegó el turno al Sindicato de Mecánicos (Smata), que dirige Ricardo Pignanelli, por una denuncia de otro dirigente del gremio, Oscar Romero, por un presunto faltante de 300 millones de pesos que derivó en una intervención de Triaca. Dos allanamientos ocurrieron este año en el sindicato petrolero de Alberto Roberti, en otro cruce de denuncias internas por administración fraudulenta que terminó con una intromisión judicial.

Algunos gremios están intervenidos por la Justicia. El primero fue el Sindicato Obreros Martítimos Unidos (SOMU), de Omar 'Caballo' Suárez, en febrero de 2016, y estuvo primero bajo interdicción de la ahora candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires Gladys González. Omar Plaini, de Canillitas, fue detenida por 24 horas, pero su gremio quedó bajo control judicial durante 35 días por un problema de firmas en una asamblea de 2013. En este caso terció el Ministerio de Trabajo, para ira del sindicalismo. La cartera de Triaca también intervino dos semanas la Federación de Empleados de la Industria Azucarera (FEIA) por supuestas irregularidades en su proceso electoral interno.

Grieta. “La detención del Pata acentúa la estrategia electoral de polarización, ayuda a conseguir votos de indecisos o de votantes de (Sergio) Massa y (Florencio) Randazzo”, comentan en el PRO. “El Gobierno aprovecha su buen momento y además disciplina a más de un gremialista para una pax laboral por dos años. El que antes pensaba que tenía poder ya no lo tiene. Medina dijo que iba a quemar la provincia y al día siguiente terminó en cana. (Mauricio) Macri juega fuerte, se mete con el sindicalismo, no es un presidente radical. Y la Justicia le es funcional”, reconocen en el primer partido de centroderecha que llegó al poder por las urnas en la historia argentina.

En la cartera de Triaca niegan que se entrometan con el Poder Judicial: “Lo que sí hemos hecho es hablar con los dirigentes sindicales más importantes y avisarles que no se puede seguir en el camino de los ‘Pata’ Medina o los ‘Caballo’ Súarez (ambos tras las rejas). Desde las PASO se ve una mayor predisposición en los dirigentes a escuchar y dialogar”.

Uno de los triunviros de la CGT hace su análisis en la intimidad: "No es que Macri ponga en cana a los dirigentes. Es que la Justicia se acomoda a los nuevos tiempos y mete en cana a los indefendibles. Lo de Medina no es como lo de Plaini, que fue un desbarranque del Ejecutivo. Para nosotros, fue todo un gesto que Triaca viniera a la sede de Azopardo el 21 de septiembre. La anterior vez que un ministro de Trabajo había venido fue en 2009, cuando (Carlos) Tomada anunció la estatización de las AFJP. Ahora retomamos el diálogo. Antes hablábamos con (el jefe de Gabinete, Marcos) Peña y (el ministro de Modernización, Andrés) Ibarra. Pero también hay funcionarios que quieren romper todos los vínculos con el sindicalismo, quizá (el ministro de Producción, Francisco) Cabrera o (el de Energía, Juan José) Aranguren". Por lo pronto, los triunviros han ido este 27 de septiembre a buscar cobijo al Episcopado.

Futuro. “Lo del 'Pata' es todo ganancia para un gobierno que no tiene compromisos naturales con el sector sindical, que viene de afuera del peronismo”, cuenta uno de los máximos estrategas del Gobierno. “Es algo que podría ser podría ser apoyado por la mayoría de la sociedad, más allá de su ideología. Este tipo de sindicalistas son funcionales a la consigna pasado vs. futuro. No sólo nos sirve por las elecciones: pensamos en el próximo año”, se refiere el estratega al debate de las reformas laborales.

En la Jefatura de Gabinete, donde anidan los estrategas de la embestida antisindical, Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, se plantean: “La pregunta que hay que hacerse es por qué si da ganancia política, los gobiernos anteriores frenaban este tipo de investigaciones. Eran parte de ese entramado. No podían ir en su contra porque los llevaba puestos a ellos también”. Quizás el Gobierno considere que primero hay que descalificar al sindicalismo para después convencer a la sociedad de que una flexibailización laboral supondrá más empleo, y no su empobrecimiento.

También hay zanahorias para gremialistas. En julio pasado, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, resolvió que el Estado subsidie una contribución “extraordinaria” equivalente al 1% de los salarios de los choferes de colectivos para financiar la obra social de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que conduce Roberto Fernández y que es vital para activar o desactivar paros generales. Funcionarios de Transporte intentaron seducir a los gremios aeronáuticos de las bondades de las low-cost ofreciéndoles crear empresas que les den servicios, pero estos rechazaron la propuesta.

por Alejandro Rebossio, Juan Luis González

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios