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SOCIEDAD | 11-10-2017 04:16

El arrepentido Mariano Martínez Rojas: un prófugo desafiante

Tiene un pedido de captura internacional, pero se burla de la Justicia en Instagram.

Su cara se hizo famosa en enero del 2016. Nadie en el mundo empresarial lo conocía pero, de la noche a la mañana, decidió desembarcar en el mundo mediático y comprar el diario Tiempo Argentino y radio América al Grupo Veintitrés. Mariano Martínez Rojas dijo, en aquel momento, que había pagado 2,3 millones de dólares a Sergio Szpolski y Matías Garfunkel. También dijo que tenía intenciones de armar el segundo multimedios más poderoso de la Argentina. Menos de dos años después está prófugo en Estados Unidos y se burla, a través de su Instagram, de quienes pidieron su captura internacional. Autos, lujos y provocación por parte de un hombre que se cree la versión latina de Leonardo Di Caprio en “Atrápame si puedes”.

El 24 de agosto, el juez Gustavo Meirovich ordenó su detención en una causa en la que está acusado del presunto lavado de 300 millones de dólares. El magistrado también pidió su captura nacional e internacional. Una semana después, el 31 de agosto, llegó un segundo requerimiento. El juez criminal y correccional Gabriel Nardiello pidió su captura por una causa en la que Martínez Rojas está investigado por la falsificación de la firma de un contador público en beneficio de una de sus empresas.

Sin embargo, el empresario correntino no se inmutó. El mismo día en que se enteró de la decisión de Nardiello decidió convertir su cuenta de Instagram en una herramienta para desafiar a la Justicia: borró todas las imágenes viejas y comenzó a publicar fotografías de sus autos de lujo y de los aviones que usa. Al pie de varias imágenes, una frase sugestiva: “Catch me if you can” (atrápame si puedes). La secuencia de imágenes llega hasta estos días.

La reaparición. A pesar de que a fines del año pasado había bajado el perfil, en Tribunales se siguieron acumulando causas en su contra. Además de las investigaciones que tenía abiertas en su provincia natal (la mayoría por estafas con cheques, automóviles y una obra de arte), se empezaron a abrir expedientes en Buenos Aires.

Después de acumular denuncias por parte de los empleados de Tiempo Argentino y radio América, el correntino dejó de tener el control. El diario se convirtió en una cooperativa y la radio fue vendida.

Sin embargo, en la actualidad, el devenir que tuvieron estos medios no lo desvela. Sabe que la investigación que lo involucra en una red de lavado le podría costar la libertad. Por eso, ni bien el juez pidió su detención, decidió reaparecer en la escena mediática.

Martínez Rojas, que habló desde Estados Unidos, afirmó que antes de adquirir los medios K, había participado de una de las principales redes para fugar millones de dólares de la Argentina. En las entrevistas, el correntino mencionó como partícipe de las maniobras ilegales ni más ni menos que a Cristina Fernández. También incluyó a ex funcionarios de la talla de Ricardo Echegaray, Guillermo Moreno y su esposa, la escribana Marta Cascales, a Gildo Insfrán; y al cuñado de Julio De Vido. Según dijo, no vuelve a la Argentina porque corre riesgo su vida.

Causas y tranquilidad

En el último mes, también, avanzaron dos causas por extorsión y amenazas. En una, el damnificado es Clemente Zavaleta, el marido de una de las trillizas de oro, María Emilia. Mariano Cúneo Libarona, abogado del denunciante, afirmó que la relación entre los empresarios empezó con la compra de un caballo, pero luego Martínez Rojas “lo extorsionó para sacarle dinero y le mandó matones”. Incluso, la familia sospecha que el correntino podría haber estado detrás del robo que sufrieron semanas atrás.

En la segunda causa, los dueños de la joyería Homero de Patio Bullrich aseguran que Martínez Rojas les compró un exótico Rolex Daytona de oro rosa y que la segunda vez que el empresario se acercó al negocio, engañó a un empleado con cheques falsos. Desde ese día, dicen, empezó a amenazarlos y extorsionarlos.

Sin embargo, a pesar de que salen a la luz acusaciones en su contra, Martínez Rojas no se inmuta y juega al estafador estrella en las redes sociales. La última publicación, del 1 de octubre, es un collage con imágenes de su hijo en donde le desea feliz cumpleaños y dice que desea volver a verlo. Sin embargo, su perfil virtual parece demostrar que lo único que quiere este personaje es ser un delincuente famoso.

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