Santa Fe era uno de las provincias clave para el Gobierno. Jugó todo para ganar, tras el resultado de las PASO donde el PJ (con Agustín Rossi a la cabeza) había quedado primero.
Por eso, durante la campaña muchos funcionarios bajaron a esta provincia. Mauricio Macri, Gabriela Michetti, Marcos Peña, “Lilita” Carrió y una gran comitiva de ministros fueron encontrando excusas para acercarse a Rosario o la capital provincial: una obra por inaugurar, una recorrida por los barrios o un acto. Fueron diversas las maneras en que Cambiemos buscó nacionalizar la campaña local.
Y, a juzgar por los primeros resultados, lo estarían consiguiendo. A las 21, Cambiemos tenía el 41% de los votos. Seguido por el justicialismo, con el 24% y mucho más atrás el Frente Progresista (oficialismo provincial) con el 16%).
Según una boca de urna del socialismo, el resultado sería algo menor para Albor Cantard (Cambiemos): conseguiría el 38%, Rossi quedaría con el 22 y el Frente Progresista bajaría al 13%. De cualquier manera, es más de los 10 puntos de diferencia que esperaban en el búnker amarillo.
La interna de la lista no fue nada tranquila. Mientras el sector PRO puro quería hacer campaña concentrándose en los candidatos propios, Carrió estaba convencida de que debían ir contra el ex ministro K, Rossi. Como no la acompañaron, fue sola por ese camino: “Le pido a Santa Fe que voten contra Rossi, tiene que perder. Votemos en contra de los ladrones”, dijo en su acto de cierre de campaña en Capital Federal.
En las PASO habían perdido contra el PJ por menos de 14 mil votos, pero mientras Cambiemos iba con lista única, el justicialismo tenía que sumar los votos del ex ministro K Rossi y la ex jueza (anti K) Rodenas. La apuesta del oficialismo era que se produciría una dispersión natural de esos votos.
La consolidación de la caída del socialismo es otra de las aristas que se vieron en las primarias y se repetiría en las generales. Había conseguido el 12% en agosto. El único dato positivo, para el gobierno provincial, es que sus concejales apuntalados por la lista única (es decir que no fueron arrastrados por la ola nacional) pudieron conseguir buenos resultados en las ciudades más importantes.
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