Friday 19 de April, 2024

POLíTICA | 31-10-2017 18:29

Macri echó al ministro de Salud que le salvó la vida

El desplazado Jorge Lemus es el mismo que lo socorrió en su fiesta de casamiento para que no se asfixiara con un bigote postizo.

Jorge Lemus, el ministro de Salud que acaba de ser desplazado por el Presidente (y que tampoco pudo completar su gestión al frente del mismo cargo en el Gobierno porteño), es el mismo que años atrás le salvó la vida. Fue en noviembre de 2010, en la fiesta de casamiento de Mauricio Macri y Juliana Awada en una estancia de Tandil.

Así se narra en la biografía no autorizada “Juliana”, del periodista Franco Lindner, editor de Política de NOTICIAS.

A continuación, el extracto del libro:

La noche de la fiesta, Awada casi quedó viuda por culpa del recital que intentó ofrendarle su novio.

—Acá ha venido mi amigo Freddie para cantarme algo — saltó al escenario Mauricio, con capa y bigote postizo, como Mercury, el fallecido líder de Queen.

Mientras desafinaba uno de sus hits preferidos, “Somebody to love”, dedicado a Juliana, en medio de una estrofa intentó tomar aire. Y el bigote de pronto desapareció de su cara.

Macri empezó a toser y el público no entendía si se trataba de una broma. Las primeras risas se transformaron en pánico mientras veían cómo el falso Mercury se tomaba la garganta y hacía gestos desesperados con las manos.

—¡Se tragó el bigote! — gritó uno.

Lo bajaron del escenario entre dos personas.

—¡Rápido, rápido! — se abrió paso Jorge Lemus, su ministro de Salud, al que por suerte la novia había mantenido en la lista de invitados.

Macri seguía gesticulando, ahogado, pálido, retorciéndose por el esfuerzo de intentar respirar. Pero el aire no pasaba: el bigote con pegamento era un piquete en su garganta.

—¡Tragalo! ¡Tomá esto y tragalo!

Macri, con el último aliento, bebió el vaso de agua que le alcanzó Lemus.

El bigote se deslizó hacia su interior. El aire volvió a pasar.

La novia corrió a su encuentro y lo ayudó a incorporarse.

—¡Mi amor! ¿Estás bien?

Pero no estaba bien. No podía emitir palabra por la conmoción. El recital tuvo que ser cancelado.

La periodista Nancy Pazos, por entonces casada con el ministro macrista Diego Santilli, invitado a la fiesta, me narró la delirante escena.

—Casi se muere en serio —dijo Pazos—. No fue joda lo que pasó, por poco no tuvieron que abrirlo y practicarle una traqueotomía.

Otro invitado, el periodista Jorge Rial, tuiteó sobre el incidente al día siguiente: “Ayer Macri cantó una canción de Queen. No llegó a la segunda porque se atragantó con bigote falso. Vino el médico para atenderlo. Muy divertido”.

El último adjetivo acaso estuvo de más.

por Francisco Linares

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