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PERSONAJES | 01-12-2017 10:05

Matías Mayer: “Ser del musical puede jugar en contra”

Actor de teatro musical, abre el juego a otros proyectos. Juventud como tenista, la apariencia cambiante y el sueño de Broadway.

De su hermano mayor, Tomás, aprendió la pasión por la música. Iba a las obras que hacía en el colegio y lo acompañaba en los ensayos. “Lo imitaba, quería estar todo el tiempo con él”, recuerda Matías Mayer. En esa época también empezó a ir al teatro con su familia. Tenía apenas cuatro o seis años cuando sintió el flechazo por lo que luego se convirtió en profesión. En el camino tuvo una adolescencia como tenista y se recibió de la licenciatura en Administración de Empresas. Pero nunca dejó lo que realmente disfrutaba. Mayer es parte de la generación joven que brilla en el escenario del teatro musical, el género que en la última década creció a ritmo intenso en Buenos Aires. Además, construyó un camino en el que explora otros géneros y plataformas. Es inquieto. Por estos días termina su participación en “Rock of Ages”, la comedia musical ochentosa en la que interpreta con picardía a Lonny (los martes en el Teatro Maipo hasta el 5 de diciembre) y es "El Gringo" en la tira de la Televisión Pública Argentina, "Cuéntame cómo pasó". Después de participar en la tira “Jake&Blake”, producción de Cris Morena para Disney Channel, una audición que hizo en 2012 le dio el papel que cambió todo. A los 21 años, con pelo alborotado y rasgos aniñados, fue Gabriel, protagonista de “Casi normales”, el drama que tuvo seis temporadas en cartel. Luego fue el momento de saltar a otros formatos: hizo imitaciones en “Tu cara me suena”, se sumó a la obra “Filomena Marturano, matrimonio a la italiana” y a la película “Maracaibo”. En ficción televisiva fue parte de las miniseries “Historia de un clan” y “Un gallo para esculapio”, ambas de Underground, que le dieron llegada a un público que quizás aún no lo terminaba de conocer.

Criado en Vicente López, hace unos años Mayer se instaló en un departamento de Palermo Botánico para tener su propia base. Fanático de Boca, admirador de la tenacidad de Rafael Nadal y ansioso por la llegada del verano para armar planes de playa y pileta con amigos, confiesa que el baile no es una disciplina en la que se luzca, a pesar de tener que hacerlo en audiciones e incluso en escena. “No me considero bailarín, puedo disimular pero depende de quien tenga al lado”, se ríe. Toma clases de danza, canto y teatro, entrena en el gimnasio, cada jueves juega al fútbol con amigos y cada vez que puede va a la Bombonera. En el medio, proyecta los próximos meses aunque sin apurarse. “Este año fue cargado, hubo proyectos muy copados a los que pude sumar y me aportaron muchísimo. Si puedo elegir, prefiero ir haciendo cada cosa a su tiempo, también para no quemarte. Si estás en tres obras de teatro, dos series, alguien dice: ‘¡que saquen a esta persona de acá porque no lo banco más!’”, bromea.

Noticias: “Rock of Ages” es un musical que tiene humor, parodia y que en un punto se ríe de sí mismo. Es un registro diferente del que venía haciendo, ¿eso le interesó?

Matías Mayer: Sí, hasta puede haber un miedo a que quede sobreactuado. Demanda una pose, ser exagerado para que sea gracioso y no quede en un gris. Es algo diferente y eso lo hace interesante. Nunca me había tocado algo así, me divierto mucho. ¡Abrieron una compuerta que no va a ser fácil de cerrar! No me gusta hacer un papel parecido a otro que ya interpreté, no me interesa repetirme. Quizás desde afuera no se nota pero a nivel interno necesito romper con esa estructura.

Noticias: ¿Se siente identificado con el género del teatro musical?

Mayer: Es en lo que más oficio tengo, lo primero que hice en mi vida. No me gusta que se me identifique con algo puntual, trato de escaparle. No siento que soy un chico de la comedia musical. Si hay una convocatoria lo hago feliz, tanto como si hay una novela, serie o película que me encanta. Además, ser un chico del musical te puede jugar en contra. Acá hay muchos prejuicios, quizás después no te proponen hacer otra cosa. En un punto te puede limitar, es difícil salir de ahí. Hay mucha gente del musical con talento. Desde que empecé, de chiquito, el musical me pareció algo natural. Ahora, por momentos, me cuesta. Solo algunos me gustan.

Noticias: ¿Se refiere a obras para interpretar o para ver como espectador?

Mayer: A hacerlas. Ahora lo pongo más en cuestión. Hay muchas obras clásicas que hoy las escucho y sigo diciendo: “¡qué locura!”. "West Side Story", "Les Misérables", por ejemplo, son increíbles por más pasados de moda que estén. Pero otros, en el afán de hacer un musical, no son tan buenos. También estoy más filoso para ver, analizar y entender el desafío. Necesito que me guste lo que tengo que hacer, sino ya empiezo mal.

Noticias: Conoció ese mundo de chico pero luego hubo otras actividades. ¿Por qué volvió?

Mayer: En verdad nunca me fui. Entre los 13 y los 18 jugaba al tenis, competía, era un loco de eso. Compartía generación con Guido Pella. Después dejé y ahora juego muy de vez en cuando. De adolescente fue cuando menos espacio le dejé al teatro, pero siempre lo mantuve firme, cuando estudié Administración de Empresas en la universidad también.

Noticias: Su apariencia es camaleónica, hasta cuesta reconocerlo. ¿No le importa cambiar de look?

Mayer: Para nada. Prefiero que mi aspecto físico se adapte a lo que tengo que hacer, no al revés. Si no me siento medio berreta. El ego del actor no puede estar por encima del personaje. Si hay un proyecto interesante que requiere que me tiña de rojo, me rape o tenga bigote, ahí voy. ¡Aparte así paso inadvertido!

Noticias: ¿Pensó que daría el salto tan pronto?

Mayer: No lo tenía muy pensado, la verdad. Pero con “Casi normales” hubo un cambio en mi carrera, desde ahí creció todo. Por otro lado, soy muy obsesivo, es mi herramienta de batalla. Laburo a pleno. Si quiero algo, lo voy a terminar logrando por lo testarudo que soy. No tenía idea si me iba a llevar dos, diez o quince años. Creo que estaba decidido a que iba a suceder. Si no era con esa obra, sería otra. Por suerte fue algo que me encantó, de varios años. Hoy es un ciclo cumplido. Me siento grandulón para hacer de 18 años. Quizás me dicen que doy bien pero no me la creo. Me gusta tener autocrítica para decir: “No, ya no da”. Podía ser cómodo hacer una nueva temporada pero ahí es donde puedo aburrirme, necesito un desafío, una chispa diferente.

Noticias: Fue a Broadway como espectador, estudiante y hasta para alguna función especial de “Casi normales”. ¿Tuvo el sueño de ir a trabajar allá o a otro destino extranjero, como España o Inglaterra?

Mayer: Separaría Broadway de las demás ciudades porque creo que ahí hay una competencia y exigencia que no hay en otros lugares. Bueno, hablo desde la ignorancia, ¡viene Gerónimo Rauch y me dice: “andá a laburar”! (N. de la R. Rauch protagonizó varias obras en Madrid y Londres). Estuve para ver obras, hice cursos, me empapé. Siento que para trabajar en Broadway hay que hacer demasiados sacrificios, que a nivel personal no estoy dispuesto a hacer. Es vivir para eso básicamente. Dejar a la familia, los amigos, no poder improvisar una salida, el día a día con tu grupo. Si bien me encanta mi trabajo y lo elijo, necesito que sea combinado y en equilibrio con otras cosas. Además, tengo una teoría: una vez que estás en el escenario da lo mismo que sea el del colegio, la avenida Corrientes o en Broadway. La sensación, a nivel intérprete... lo de alrededor es diferente. Entonces irme, apostar todo porque Broadway es la meca del musical… Sí, buenísimo, pero hay que ver a costa de qué.

Noticias: En los últimos proyectos se dio que trabajó con amigos, ¿disfrutó eso?

Mayer: ¡La paso súper bien! En “Rock of Ages” estoy con Federico Coates y Mariano Cantarini, con quienes nos conocemos desde hace 14 años, íbamos al mismo colegio. También hay grupos que se arman en la vida. Suelo estar con gente de mi edad y se da que terminás trabajando juntos. Con Peter Lanzani, Nicolás Francella, Darío Barassi, Franco Masini, por ejemplo.

Noticias: ¿Se identifica como una generación nueva de actores?

Mayer: En el musical hubo una primera camada con “Drácula”, “Los miserables”, “La bella y la bestia”. Luego hubo otros referentes. Siento que viene otra ola, de gente más chica todavía. Es irónico porque hay cada vez menos producciones. Pero mucha gente está más involucrada.

Noticias: No está dispuesto a negociar una comida con amigos…

Mayer: Esa parte es inmodificable. Me deprimo, no puedo vivir solamente de trabajar. Admiro a los que sí lo hacen pero no es mi caso.

Daniela Rossi

@daniela_rossi

por Daniela Rossi

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